Fiscalía pide condenar al presunto testaferro de Cabello por la riña que provocó su arresto

La Fiscalía pide una condena para el empresario venezolano Rafael Sarria, señalado por EEUU como el testaferro del número dos del chavismo, Diosdado Cabello. Sarria, residente en España desde 2016, fue juzgado este lunes por un incidente familiar que provocó su arresto en septiembre. El Ministerio Público considera que durante la vista se confirmaron los indicios contra él y pide que se le imponga una pena de multa de 240 euros. La acusación particular pide ampliar esa cuantía hasta el máximo legal de 24.000 euros.

El juicio arrancó a las 12:20 en el Juzgado de Instrucción número 49 de Madrid. Sarria compareció ante la magistrada Josefa Bustos ataviado con una chaqueta de tonos marrones, una camisa clara y provisto de la preceptiva mascarilla sanitaria que tapaba su barba. Se sentaba en el banquillo de los acusados por un presunto delito de maltrato de obra y amenazas a su yerno.

El joven sostiene que Rafael Sarria ha proferido amenazas tanto contra él como contra su familia en Venezuela y les da toda credibilidad. “Como consecuencia de mi matrimonio, tengo conocimiento de muchos hechos e información confidenciales que, en caso de hacer públicos, causarían una gran alarma social”, explica. Precisa que cuenta con información “confidencial” porque su suegro tiene “gran poder económico y político debido a su cercanía con el Gobierno imperante actualmente en Venezuela”.

Diosdado Cabello es uno de los dirigentes bolivarianos más cercanos al fallecido presidente Hugo Chávez. Lleva años desempeñando cargos de la máxima responsabilidad en su país también bajo el Ejecutivo de Nicolás Maduro, incluyendo la presidencia de la Asamblea Nacional. La Oficina de Control de Activos Financieros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EEUU señala a Rafael Alfredo Sarria Díaz por sel "testaferro" y de Cabello y "por mantener una relación comercial ilícita" con este alto mando de Venezuela "desde al menos 2010". "A partir de 2018, Rafael Sarria continúa asesorando y asistiendo a Cabello, beneficiándose de la inversión de la riqueza de Cabello obtenida de manera corrupta", añaden las autoridades estadounidenses. Él lo niega por medio de su abogado que se puso en contacto con este periódico. Desmiente que su yerno pueda tener información sensible sobre él o altos cargos de Venezuela.

"Reputación de violencia"

Durante la vista de este lunes en el Juzgado de Madrid, este joven declaró haber recibido “amenazas de muerte” y haber tenido miedo de su suegro “por su tamaño —Sarría es corpulento— y por la reputación de violencia que le precede”. No obstante, la magistrada pidió a todas las partes que se centrasen en el día de los hechos. El denunciante admitió que esa fecha no le amenazó, pero que sí le empujó para entrar en su casa sin su permiso y tras ocultarse para que no le viesen a través de la mirilla de la puerta.

Los hechos se remontan al 30 de septiembre en Madrid. La hija de Sarria estaba en vías de separación de su pareja y había abandonado el domicilio conyugal unos días antes para ir a la vivienda de su padre. Sarria reside en un chalet de grandes dimensiones en la exclusiva urbanización madrileña de La Moraleja. La mujer regresó a recoger unas cosas y llamó al telefonillo. Su todavía marido abrió la puerta tras confirmar que su mujer estaba sola. Su sorpresa fue que al abrir apareció también Sarria, quien se había ocultado para no ser detectado, siempre según la versión del denunciante.

Al abrir apareció también Sarria, quien se había ocultado para no ser detectado, siempre según la versión del denunciante

Fue en ese momento cuando se produjo el incidente. El yerno y una empleada del hogar, que ha declarado como testigo en el juicio, coinciden en que Sarria entró de forma abrupta. La testigo, contratada como cuidadora del bebé, dijo que a ella la arrolló y que al joven le empujó contra la pared. Reprodujo algunas frases que presuntamente pronunció Sarria: “Yo aquí entro porque esta es la casa de mi hija y yo pago aquí todo” o “usted no tiene ni idea de quién soy yo, si sabe lo que le conviene, retírese”.

Finalmente, la Policía Nacional se personó en la vivienda y tras interrogar a Sarria y su yerno, se llevó a ambos detenidos a comisaría. En el caso del joven, fue detenido por una denuncia por malos tratos que presentó en ese momento su mujer y que ya ha sido archivada por falta de pruebas en el Juzgado de Violencia contra la Mujer número 5 de Madrid.

Sarria contrató a un detective para seguir a su yerno

En su informe de conclusiones finales, la Fiscalía pidió este lunes “una sentencia condenatoria por un delito leve de maltrato” contra Sarria. Interesa una multa de dos meses a razón de cuatro euros al día. Tras escuchar al yerno y a la empleada de hogar, entiende la Fiscalía que “ha quedado acreditado” el relato de hechos que recoge el atestado policial redactado tras el arresto y al que tuvo acceso El Confidencial. “Se ha descrito cómo fue la entrada. A ella (la empleada) la arrolla y a él (el yerno) le da un empujón”, recapituló la fiscal. La acusación particular pide aumentar la cuantía de la multa atendiendo al alto nivel adquisitivo del acusado.

Según la versión de Sarria, el joven "empieza a alterarse, a pegar gritos, a decir que eso es un allanamiento de morada"

En su declaración, Sarria dijo que es “falso” que empujara a su yerno y negó haberse escondido antes de que les abrieran la puerta. “Mi hija estaba delante y yo estaba detrás y al lado estaba mi otra hija”. Según su versión, su hija se dio cuenta de que no podía abrir la puerta con sus llaves y llamó al timbre. Les abrió su yerno y él entró inmediatamente detrás de su hija. En ese momento, el joven “empieza a alterarse, a pegar gritos, a decir que eso es un allanamiento de morada”. A los 30 segundos, aproximadamente, salió la empleada. “Mi hija le dice que no pasa nada, que se quede tranquila, que son cosas de pareja”, añadió.

El abogado de Sarria aportó como prueba documental a la causa un informe elaborado por un detective privado para acreditar que la empleada de hogar a la que la Fiscalía otorga un papel clave no es un testigo imparcial. El informe pretende demostrar que la empleada y su familia siguió prestando ayuda al yerno a pesar de haber sido despedida. En su declaración, esta trabajadora dijo haber cuidado del bebé de la pareja durante seis meses las 24 horas del día y que tras el conflicto siguió ayudando al yerno porque está solo en España. No obstante, la testigo dijo no tener preferencias entre la pareja. Tras el juicio, la juez deberá tomar una decisión sobre si condena o absuelve a este empresario venezolano afincado en Madrid y ligado a altos mandatarios de su país, según EEUU.