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Semana trágica en el pulso de Díaz Ayuso con Pablo Casado: "Nos desquicia a todos"
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Guerra en el PP

Semana trágica en el pulso de Díaz Ayuso con Pablo Casado: "Nos desquicia a todos"

El alza en las cifras de coronavirus avala a Génova en la suspensión de las cenas, pero los barones piden frenar "ya" ante un posible adelanto electoral en Castilla y León y Andalucía

Foto: Casado y Ayuso en la presentación del libro de Rajoy. (EFE/David Fernández)
Casado y Ayuso en la presentación del libro de Rajoy. (EFE/David Fernández)

"Santo Job solo hay uno". Esta declaración de Mariano Rajoy en 2009 podría atribuirse al actual líder del PP, Pablo Casado. El expresidente la pronunció en referencia a la lucha interna que por aquel entonces se vivía en el PP de Madrid. Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón protagonizaban uno de sus choques por el poder. Todo muy actual, aunque haya pasado más de una década. Siguiendo con el vocabulario "mariano" en el entorno de Casado se aplican eso de que "la paciencia es una virtud", pero reconocen que esta semana la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, "se ha pasado de frenada". La polémica por la prohibición de las cenas de Navidad se ha interpretado como una "confrontación gratuita" con la Dirección Nacional.

"Ayuso no puede estar todos los días en la trinchera", reflexiona un barón autonómico que lamenta que los titulares de la semana vuelvan a ser la batalla interna en el PP. Los líderes regionales apoyaron en bloque la circular de Génova para evitar eventos masivos e incluso alguno había llamado ya antes a la dirección nacional para pedir que se suspendiesen por el aumento de casos de coronavirus. "Ahora es el momento de estar pendiente de como están las urgencias y las hospitalizaciones", insisten en los territorios donde están ya preparando las exigencias que llevarán a la Conferencia de Presidentes de urgencia que ha convocado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para tomar medidas que aminoren los efectos de la sexta ola del covid.

Los datos sanitarios han dejado en evidencia a Ayuso para muchos de sus compañeros de partido consultados por El Confidencial. Eso sí ninguno le niega sus galones para presidir el PP de Madrid ni su valentía a la hora de gestionar la pandemia. Lo que piden es que haya "lealtad" con Casado. Uno de los nuevos valores del PP apela a la "generosidad" con el líder que apostó por ellos en 2019. "Al final nos desquicia a todos", resume otro dirigente popular preguntado por el balance de la semana en la que para muchos espectadores Casado y Ayuso parecían no pertenecer al mismo partido. La presidenta colocó a su jefe del lado de Sánchez y los que coartan la libertad bajo el paraguas de los contagios. En las baronías insisten en que "hay que dar una solución ya al tema de Madrid. Aunque el Congreso regional sea en marzo". Hay incertidumbre ante un previsible adelanto electoral en Castilla y León y Andalucía porque "las réplicas empiezan a notarse en las encuestas".

Foto: La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso (c-i) conversa con su jefe de Gabinete Miguel Ángel Rodríguez. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

En el PP de Madrid también hay ya heridas abiertas. La semana ha servido para que las bases del partido confirmen dos realidades: que la grieta interna es enorme y que el hartazgo es proporcional. Sin visos de que vaya a cambiar. "Esto ya se ha ido de madre", apuntan fuentes de una agrupación, con el convencimiento de que la prohibición de las cenas de Navidad tendrá consecuencias. No tanto porque la orden arruinara sus planes, que en líneas generales entra dentro de la lógica, sino porque consideran que no ha sido más que una excusa para alejar a Ayuso de los afiliados. "Es muy claro, si hasta el partido dice que está en campaña", apuntan desde una de las sedes afines a la presidenta regional. "Antes todos teníamos claro que éramos de Pablo y de Isabel, pero ahora ya no sé", añaden.

Pero el mayor pesar en los municipios y distritos trasciende de la lucha de poder y los posicionamientos en uno u otro bando. El cruce de declaraciones en torno a la gestión del covid, con el mismo partido defendiendo estrategias contradictorias, ha agravado la idea de que el espectáculo de puertas para afuera es bochornoso. "Ya no es que una diga una cosa y el otro la contraria, es que mientras estamos con estas tonterías la situación del país es cada vez peor y Sánchez está tan tranquilo", lamentan. La impresión generalizada, no obstante, es que hay un exceso de sensibilidad en ambos frentes y que cualquier intervención en uno u otro sentido se magnifica. Una opinión compartida tanto en la dirección regional como en el sector más cercano a Ayuso, aunque en ambos casos se mantengan firmes en sus ideas.

En Moncloa vuelven a una estrategia de Iván Redondo: “Hay que azuzar la inseguridad de Casado frente a Ayuso”

No solo en el PP se evalúan los daños colaterales. En Moncloa vuelven a una estrategia que en su día lideró el ex jefe de gabinete, Iván Redondo, y que hoy copia su sucesor, Félix Bolaños. "Hay que azuzar la inseguridad de Casado frente a Ayuso", así lo resume un dirigente socialista. La campaña empezó en la última sesión de control al gobierno en el Congreso. En la cabeza de todos resuena aquel "qué coño tiene que pasar" que espetó Casado parafraseando a Sánchez en el 2015 cuando afeó a Rajoy que no acudiera a las inundaciones del río Ebro, pero en su discurso el presidente ya había colocado la espita del desgaste para el líder popular con su: ¿cuántos cafés lleva ya hoy?

La consigna es dibujar a un Casado "desequilibrado" y crispado por la tensión que hay con Ayuso. La vicepresidenta, Nadia Calviño, no dudó como desveló El Confidencial en increparle en un acto privado con el Rey y recriminarle su "falta de Estado" a la hora de hacer oposición. "La crispación es un latiguillo del PSOE cuando le hace daño la oposición del PP", aseveran desde la sala de máquinas de Génova donde no rectificarían un milímetro la intervención y el tono pese a las críticas recibidas.

Foto: El presidente de la Xunta en funciones, Alberto Núñez Feijóo (dcha), es recibido por el líder del PP, Pablo Casado. (EFE)

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, hizo un llamamiento a "al sosiego y la serenidad" ante Casado horas después de su duro discurso en el Congreso. "El PP hace la oposición que se merece Sánchez", defiende un alto cargo popular que apostilla que "si siembras populismo recoges populismo" en relación con la forma de hacer política del Gobierno. Lo cierto es que en el partido hay sentimientos encontrados con respecto a cómo hacer la oposición. "Hay que seguir siempre el mismo camino. No se puede apostar por la gran coalición con el PSOE una semana y a la siguiente tirarse al cuello".

Los estrategas de Casado no tienen ninguna duda y argumentan que "el presidente sigue con el mismo discurso que hace un mes y dos, pero ha llegado la hora de exigir responsabilidades". Descargan sobre Calviño —a salida de sus casillas de la titular de Economía les sorprendió— porque "todas las previsiones económicas del Gobierno se han desmoronado". En el PP no van a dejar de aporrear la "torre de marfil" en la que ven encastillado a Sánchez. En el Congreso se escuchaban aplausos en el despacho de Vox mientras intervenía Casado.

"Santo Job solo hay uno". Esta declaración de Mariano Rajoy en 2009 podría atribuirse al actual líder del PP, Pablo Casado. El expresidente la pronunció en referencia a la lucha interna que por aquel entonces se vivía en el PP de Madrid. Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón protagonizaban uno de sus choques por el poder. Todo muy actual, aunque haya pasado más de una década. Siguiendo con el vocabulario "mariano" en el entorno de Casado se aplican eso de que "la paciencia es una virtud", pero reconocen que esta semana la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, "se ha pasado de frenada". La polémica por la prohibición de las cenas de Navidad se ha interpretado como una "confrontación gratuita" con la Dirección Nacional.

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