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Los Reyes Magos están en riesgo por covid: Bilbao suspende su cabalgata
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ANTE LA RECOMENDACIÓN DE LOS EXPERTOS

Los Reyes Magos están en riesgo por covid: Bilbao suspende su cabalgata

Los técnicos del Gobierno vasco consideran que los desfiles navideños entrañan un aumento del riesgo de propagación del virus. Destacan que los niños todavía no están vacunados

Foto: Los tres Reyes Magos pasearon las pasadas Navidades por las calles de Valladolid con mascarilla. (EFE)
Los tres Reyes Magos pasearon las pasadas Navidades por las calles de Valladolid con mascarilla. (EFE)

La explosión de ómicron amenaza con llevarse por delante, y por segundo año consecutivo, las cabalgatas de Reyes. Al menos las de toda la vida, las que incluyen un desfile, lanzamiento de caramelos y apelotonamientos para recogerlos. Bilbao ha decidido suspender este tipo de eventos, una vez que la comisión técnica que asesora al Gobierno de Urkullu ha hecho público un informe en el que considera que es “necesario evitar” estos actos. Los expertos justifican su decisión, entre otros motivos, por que la mayoría de los asistentes, los niños menores de 12 años, todavía no están vacunados y sus acompañantes, los menores de 60, no han recibido la dosis de refuerzo. Todo ello en un contexto de alta incidencia y con los hospitales saturados. De momento, Euskadi es la única autonomía que ha abierto un debate sobre la idoneidad de mantener uno de los momentos clave y más esperados de la Navidad, y aunque el resto de comunidades consultadas por El Confidencial descartan cancelaciones, la evolución de los próximos días será decisiva.

Con un llamamiento a la responsabilidad y a seguir manteniendo las medidas de seguridad, el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto (PNV), ha anunciado en Twitter la suspensión de las cabalgatas, si bien la ciudad contará con actos alternativos. La resolución tomada en la capital vizcaína contrasta con la opción por lo que han optado San Sebastián y Vitoria. En la ciudad donostiarra habrá desfile el próximo 24 de diciembre para que los niños puedan recibir al Olentzero. Será, como ha prometido y remarcado el Consistorio en un comunicado, bajo un “estricto protocolo de seguridad”, pero habrá. La ambivalencia entre la que se mueven las capitales vascas es un buen ejemplo del ánimo que recorre estos días los gobiernos de muchas comunidades autónomas: la certeza de que los datos de evolución de la pandemia no son buenos, que ómicron puede cambiar el escenario a una velocidad vertiginosa y la difícil situación de recuperar viejas restricciones en un momento tan delicado como son las Navidades.

Ninguna comunidad toma de momento la senda del País Vasco. Navarra, con una incidencia de 1.330 casos por cada 100.000 habitantes, lo que contempla es la publicación de una guía con recomendaciones. El documento saldrá a la luz la semana que viene, pero la Consejería de Sanidad ya ha avanzado que se aconseja que las cabalgatas “se celebren de manera estática o en lugares donde se pueda controlar el acceso, evitando aglomeraciones, garantizando siempre el cumplimiento de todas las normas de higiene y medidas de prevención, uso de la mascarilla y distancia de seguridad interpersonal”.

Y desde Canarias no ocultan que el asunto de la celebración de este tipo de actos está encima de la mesa de las autoridades sanitarias y de la Federación Canaria de Municpios, pero de momento, según apuntan fuentes de la Consejería de Sanidad, no se ha tomado ninguna decisión ni en un sentido ni en otro. El resto de regiones descartan cualquier tipo de restricción.

Los argumentos

La comisión técnica-científica de Euskadi, conocida como el Labi, argumenta que las cabalgatas, “al estilo acostumbrado antes de la pandemia”, suponen actos que entrañan un aumento del riesgo de propagación del coronavirus. “Dada su naturaleza, en estos eventos, se reducen las medidas de prevención contra el covid, tales como distancia social, retirada de mascarilla para la ingesta de alimentos y bebidas en las inmediaciones, o el aumento de desplazamientos”, recoge el informe de los especialistas, remitido a las tres capitales vascas y a Eudel, la entidad que representa a todas las localidades de la comunidad.

Los técnicos recuerdan que la situación epidemiológica en Euskadi “muestra cifras que ponen de manifiesto la gravedad del momento”, entre ellas, las 323 personas que a día de hoy se encuentran ingresadas en los hospitales, los 97 pacientes de las UCI, una incidencia acumulada que supera el umbral de los 1.000 positivos por cada 100.000 habitantes y una transmisión comunitaria que escapa del control de las autoridades y el consiguiente “infradiagnóstico” de casos. A este respecto, el texto destaca que el 4% de las personas que acuden a algún centro sanitario para someterse a pruebas preoperatorias, da positivo sin ser conscientes de que estaban infectados.

Foto: Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid (Efe)

Pero el documento también destaca que aunque la vacunación en menores de 12 años ya haya empezado y también esté en marcha la administración de la tercera dosis, “no se espera que ambas estrategias estén completadas antes de las Navidades. No debemos olvidar que aún están pendientes los menores de 60 años por recibir la dosis de recuerdo y son estas poblaciones quienes junto a sus hijos menores tomarán parte activa en los eventos festivos de la Navidad”.

Argumentos en cierta medida no exentos de polémica. “Sería bastante alucinante suspender las cabalgatas y mantener abierto el ocio nocturno”, reflexionaban este viernes fuentes de la Consejería de Sanidad de otra comunidad ante el hecho de que el riesgo de contagios es mucho más alto en interiores, máxime cuando no se puede garantizar el uso de la mascarilla en todo momento.

Madrid mantiene su plan

En Madrid, pese al auge sostenido de los contagios, los planes se mantienen de cara a las uvas y la tradicional cabalgata de Reyes y no se plantean restricciones. Al menos de momento. Fuentes municipales han confirmado a El Confidencial que hasta nueva orden, y siempre en contacto con la Consejería de Sanidad, se trabaja con la hipótesis de que haya público tanto en la Puerta del Sol para despedir el año como en la tarde del 5 de enero, aunque el aforo final aún no está decidido. En cualquier caso se deberá utilizar mascarilla si no se cumple la distancia personal de un metro y medio.

Si bien José Luis Martínez-Almeida dijo hace semanas que “no podía descartarse ningún escenario”, la intención es que el gentío vuelva al Kilómetro 0 para las uvas. A falta de confirmar todos los detalles del operativo, desde el Área de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid señalan que en este momento se discute el volumen de aforo, teniendo en cuenta tanto la situación epidemiológica como el mobiliario urbano de la plaza. La decisión, no obstante, está supeditada a la evolución del virus.

La cabalgata, por su parte, volverá a recorrer las calles del centro de la capital con el modelo clásico. Aunque desde Cultura reiteran que no se descarta ninguna opción, de momento solo se trabaja con un desfile con público y formalmente no se ha planteado alternativa alguna. El año pasado, con los contagios disparados y sin vacunas, se celebró algo mucho más modesto y recogido en el centro cultural Conde Duque.

La cabalgata de Madrid volverá al centro de la capital con el modelo clásico, aunque desde Cultura no descartan ninguna opción

La Consejería de la Comunidad de Madrid, además, se mantiene firme ante cualquier prohibición o restricción. También a la implantación del pasaporte covid para entrar a cualquier establecimiento. Isabel Díaz Ayuso, no obstante, reconoció ayer que se avecinan semanas "complicadas" por la expansión de la variante ómicron y anunció un refuerzo de la Atención Primaria ante una posible saturación.

"Llevamos así prácticamente dos años, pero vamos a tener más durante estas próximas semanas y estimamos que después de Navidades, unas semanas más tarde, ya la situación vuelva a estar contenida", declaró la presidenta regional, que insistió en los test masivos para frenar los contagios. Así, recordó que la semana que viene se comenzarán a entregar los antígenos gratuitos en las farmacias (con una semana de retraso) y que la presión hospitalaria en la región aún no es preocupante.

La explosión de ómicron amenaza con llevarse por delante, y por segundo año consecutivo, las cabalgatas de Reyes. Al menos las de toda la vida, las que incluyen un desfile, lanzamiento de caramelos y apelotonamientos para recogerlos. Bilbao ha decidido suspender este tipo de eventos, una vez que la comisión técnica que asesora al Gobierno de Urkullu ha hecho público un informe en el que considera que es “necesario evitar” estos actos. Los expertos justifican su decisión, entre otros motivos, por que la mayoría de los asistentes, los niños menores de 12 años, todavía no están vacunados y sus acompañantes, los menores de 60, no han recibido la dosis de refuerzo. Todo ello en un contexto de alta incidencia y con los hospitales saturados. De momento, Euskadi es la única autonomía que ha abierto un debate sobre la idoneidad de mantener uno de los momentos clave y más esperados de la Navidad, y aunque el resto de comunidades consultadas por El Confidencial descartan cancelaciones, la evolución de los próximos días será decisiva.

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