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Moncloa deja en manos de la Casa del Rey la solución a la crisis por el regreso del emérito
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JUAN CARLOS I PONE CONDICIONES

Moncloa deja en manos de la Casa del Rey la solución a la crisis por el regreso del emérito

Se entiende que la vuelta de Juan Carlos I es una cuestión que debe resolver el jefe de Estado. El Gobierno descarta cualquier iniciativa propia en este asunto

Foto: El rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Pool/Emilio Naranjo)
El rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Pool/Emilio Naranjo)
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La relación del Ejecutivo con la Casa del Rey se circunscribe al actual jefe del Estado, Felipe VI, y en sus manos ha dejado la gestión de la crisis por el regreso a España de Juan Carlos I. La reacción de Moncloa ante el interés mostrado por el Rey emérito para volver al país bajo unas determinadas condiciones, como ha informado en El Confidencial el periodista José Antonio Zarzalejos, se ha limitado a ponerse de perfil y destacar: "Nuestra relación como Gobierno es con el actual jefe de la Casa Real". Se entiende que la vuelta de Juan Carlos I es una cuestión que debe resolver el jefe del Estado sin que Pedro Sánchez vaya a desplegar ningún plan.

El cambio de los interlocutores del Ejecutivo con la Casa del Rey tras la remodelación del Consejo de Ministros el pasado mes de julio, el afán por rehuir debates que desgasten al Gobierno y desvíen la atención sobre su hoja de ruta para la recuperación económica, así como la presión del socio minoritario, Unidas Podemos, son elementos que convergen para no desempeñar un papel proactivo en este asunto. También por el empeño de centrarse en la figura de Felipe VI y romper amarras con su padre. El mensaje para reforzar esta posición pasa por poner en valor "el ejercicio de transparencia y ejemplaridad que está dando a la institución" el actual jefe del Estado.

Foto: Fotografía de archivo de Juan Carlos I. (Reuters/Mariana Bazo)

Personas del entorno de Juan Carlos I, como señalaba la mencionada información publicada por este diario, aducen que la exoneración de la Fiscalía obliga a la Casa del Rey y a la Moncloa a franquearle el regreso “cuando él quiera”, porque habrían decaído las circunstancias por las que se expatrió a Abu Dabi el 3 de agosto de 2020. Una posición que en Moncloa han decidido ignorar por completo. No solo se esquiva el debate público, sino que se descarta cualquier iniciativa propia para contribuir a una solución.

A medida que las posiciones del Rey emérito respecto a su vuelta se han ido endureciendo, al reclamar un regreso a Zarzuela y hacerlo con asignación económica, el Gobierno ha ido perdiendo sensibilidad e interés para afrontar esta crisis. Hasta acabar por desentenderse dejando toda iniciativa en el jefe del Estado. La sensibilidad de los nuevos interlocutores del Gobierno con la Casa del Rey tampoco es la de sus predecesores. Todo ello cuando la crisis se va haciendo más compleja.

Foto: El rey Juan Carlos, en una imagen de archivo. (Getty/Carlos Álvarez) Opinión

El Gobierno de Pedro Sánchez, sin embargo, gana tiempo. A corto plazo, la prórroga de la investigación a Juan Carlos I durante otros seis meses permitirá al jefe del Ejecutivo seguir desplegando su relato sobre la recuperación económica. Sin grandes interferencias, más allá de las ocasionadas por el incremento de los contagios. Una vuelta del emérito en Navidad torpedearía también el balance de final de año que hará Sánchez el próximo 29 diciembre, además de situar a los socialistas en una difícil relación con su socio de Gobierno y sus socios parlamentarios, a quienes sigue necesitando tras los presupuestos para poner en marcha el paquete de reformas comprometidas con Bruselas para recibir los fondos de recuperación. A medio plazo, el desplazamiento del Rey emérito se seguirá acentuando, con el cenit del juramento de acatamiento a la Constitución y fidelidad al Rey de la Princesa de Asturias, coincidiendo con el cumplimiento de su mayoría de edad. Un punto y aparte.

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, evitaba este martes, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, responder a las reiteradas preguntas de los periodistas sobre el Rey emérito y su situación actual. En privado, fuentes del Gobierno optan por mantener el hermetismo sobre una cuestión que quieren dejar únicamente en manos de Felipe VI. Esa es la decisión, que se complementa con el mensaje de que el único objetivo del Ejecutivo se centra en estos momentos en gestionar la economía tras la pandemia.

Foto: El rey Juan Carlos en una imagen de archivo. (Getty/Carlos Álvarez)

Tanto es así que el Ejecutivo incluso ha aparcado sus intenciones de poner en marcha una "hoja de ruta de modernización" de la Corona, como anunció el presidente Pedro Sánchez hace ahora un año. Aparcado queda también el debate de reformar la Constitución para eliminar la inviolabilidad del rey. En el discurso de Nochebuena del pasado año, el propio Felipe VI reivindicó los "principios éticos por encima de cualquier consideración familiar". Unas palabras a las que posteriormente se acogió el presidente para concluir que "Felipe VI marcó cuál es el rumbo al que quiere dirigir la Corona". "Felipe VI muestra con hechos su vocación de caminar hacia una monarquía parlamentaria constitucional, con los valores de la España del siglo XXI, como está haciendo desde el principio de su reinado. Ese ánimo de renovación va a continuar y el Gobierno va a ayudar", insistía en aquel momento Sánchez.

El pasado lunes, en los actos de celebración del 43 aniversario de la Constitución, el presidente del Gobierno abandonó cualquier intención de abrir el debate sobre la reforma constitucional para apostar por cumplir todos los artículos de la carta magna "de pe a pa". Unas palabras que reiteraba ayer la ministra portavoz para recordar que España es una monarquía parlamentaria. Lejos quedan las pretensiones de eliminar la inviolabilidad del rey del texto constitucional, aunque solo haya pasado mes y medio desde que Sánchez aseguró en una entrevista que no creía necesaria esa condición para el jefe del Estado. Cambio de prioridades.

La relación del Ejecutivo con la Casa del Rey se circunscribe al actual jefe del Estado, Felipe VI, y en sus manos ha dejado la gestión de la crisis por el regreso a España de Juan Carlos I. La reacción de Moncloa ante el interés mostrado por el Rey emérito para volver al país bajo unas determinadas condiciones, como ha informado en El Confidencial el periodista José Antonio Zarzalejos, se ha limitado a ponerse de perfil y destacar: "Nuestra relación como Gobierno es con el actual jefe de la Casa Real". Se entiende que la vuelta de Juan Carlos I es una cuestión que debe resolver el jefe del Estado sin que Pedro Sánchez vaya a desplegar ningún plan.

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