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La nueva variante amenaza las protestas en la calle contra Sánchez y la estrategia del PP
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ANTE EL AUMENTO DE CASOS

La nueva variante amenaza las protestas en la calle contra Sánchez y la estrategia del PP

Agricultores y ganaderos anunciarán la próxima semana el calendario de movilizaciones, pero asumen que "será difícil" organizar protestas multitudinarias si se disparan los contagios

Foto: El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (i), y el presidente nacional del Partido Popular, Pablo Casado (c), participan en la manifestación convocada por agentes de todos los cuerpos policiales en Madrid. (EFE/J.J. Guillén)
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (i), y el presidente nacional del Partido Popular, Pablo Casado (c), participan en la manifestación convocada por agentes de todos los cuerpos policiales en Madrid. (EFE/J.J. Guillén)

El repunte de los casos de coronavirus y el miedo a la nueva variante ómicron, que ya ha llegado a España, trastocan los planes del Gobierno y de la oposición en la recta final del año. Moncloa ya trabaja para un escenario en el que la preocupación por la pandemia vuelva a ser parte de la agenda principal del día a día. Hay incertidumbre, pero también cautela, porque el verdadero alcance no se podrá medir hasta que en un par de semanas las autoridades sanitarias determinen la virulencia de la nueva mutación y la efectividad de las vacunas. Sobre la mesa está otra vez la carta de la cogobernanza para que sean las comunidades las que impulsen futuras restricciones o la obligación del pasaporte covid para la hostelería y lugares de ocio. En los últimos días, ya se ha visto la disparidad de criterios entre los tribunales superiores de Justicia de cada región.

En una segunda lectura, el regreso de la salud pública como eje central del debate no incomoda al Gobierno. Ante la previsión de un invierno 'caliente' en la calle, el llamamiento a la “responsabilidad” servirá para neutralizar la estrategia de PP, Cs y Vox de colocarse detrás de la pancarta. Las asociaciones de transportistas, ganaderos y agricultores mantienen su hoja de movilizaciones, aunque también reconocen que se irán adaptando a las posibles restricciones y a la evolución de la última ola. El jueves, la dirección de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) se reúne para cerrar el calendario de protestas para diciembre. “Los tractores tomarán las ciudades”, aseguran desde la asociación, donde recuerdan que las concentraciones de los ganaderos que se han convocado estos días no han superado las 200 personas. Entre los representantes de los autónomos también hay voluntad de que los chalecos amarillos españoles puedan continuar con sus reivindicaciones. “Confiamos en que las restricciones no sean tan duras”, insisten. La situación de estos trabajadores es “crítica” y se resisten a no alzar la voz.

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Pese a la voluntad de mantener las reivindicaciones, se reconoce en todos los sectores que marchas como las que protagonizaron los policías y guardias civiles el pasado sábado en Madrid “serán difíciles de organizar”. Desde el gabinete de Pedro Sánchez, se empieza a atisbar una 'tregua' ante el clima de crispación social. La crisis de los precios parece que ha venido para quedarse tras el último dato que sitúa la inflación en un 5,6% y solo el miedo a los contagios puede mantener a los afectados en sus casas. El cálculo es que, pese a que no se restrinja la movilidad, sí se hará un llamamiento al civismo para evitar grandes aglomeraciones mientras se incrementa la vacunación. Las manifestaciones fueron precisamente el eje de la polémica en la primera fase de la pandemia. El 8-M acabó con el exdelegado del Gobierno en Madrid José Manuel Franco en los tribunales. El derecho de manifestación está hoy garantizado, pero el uso político para desgastar al contrario también. La izquierda no dudará en tachar de 'irresponsables' a los populares si acuden a las protestas.

En este punto, se complica la estrategia de la oposición. El PP ha anunciado que estará acompañando en sus reivindicaciones a todos los sectores que se sienten agraviados por el Gobierno, pero si los casos de coronavirus siguen al alza —solo el fin de semana se han registrado 22.911 contagios—, habrá que medir. La imagen de Pablo Casado apoyando a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad afianza a su electorado y moviliza el partido. Unas navidades con sectores estratégicos para la economía en pie de guerra es el marco perfecto para que el discurso de los populares sobre la mala gestión económica cuaje.

Desde el equipo del líder del PP, recuerdan que llevan casi dos años ofreciendo al Ejecutivo aprobar una Ley de Pandemias que permita a los presidentes autonómicos homologar las medidas para evitar el caos normativo. Son conscientes de que, como ya ocurrió cuando se votó abstención en el segundo estado de alarma, el partido tendrá que 'apoyar' a los presidentes, y aquí entra el papel del PP como partido de gobierno y no de oposición. No se entendería que los barones estuvieran aprobando toques de queda y la dirección del partido manifestándose.

También Génova es consciente de que a los presidentes se les castiga después de la pandemia, no durante, y que en los próximos días Sánchez buscará otra vez esa imagen presidencialista de los discursos de los sábados durante el confinamiento. Por ahora, los datos de las autonomías permiten un llamamiento a la tranquilidad, ya que la presión hospitalaria sigue bajo control. “Este es el dato por el que nos debemos medir”, señala un dirigente autonómico que pide mantener la calma.

El repunte de los casos de coronavirus y el miedo a la nueva variante ómicron, que ya ha llegado a España, trastocan los planes del Gobierno y de la oposición en la recta final del año. Moncloa ya trabaja para un escenario en el que la preocupación por la pandemia vuelva a ser parte de la agenda principal del día a día. Hay incertidumbre, pero también cautela, porque el verdadero alcance no se podrá medir hasta que en un par de semanas las autoridades sanitarias determinen la virulencia de la nueva mutación y la efectividad de las vacunas. Sobre la mesa está otra vez la carta de la cogobernanza para que sean las comunidades las que impulsen futuras restricciones o la obligación del pasaporte covid para la hostelería y lugares de ocio. En los últimos días, ya se ha visto la disparidad de criterios entre los tribunales superiores de Justicia de cada región.

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