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La 'euskaldunización' de Navarra: la misión imposible de Bildu
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POLÍTICA LINGÜÍSTICA

La 'euskaldunización' de Navarra: la misión imposible de Bildu

Bildu ha logrado que el canal infantil en euskera de ETB se vea en la Comunidad Foral. Su audiencia en Euskadi es del 0,2%. El 78% de los navarros desconocen la lengua. La oposición habla de "adoctrinamiento"

Foto: Manifestación contra el anterior Gobierno navarro y su política lingüística. (EFE)
Manifestación contra el anterior Gobierno navarro y su política lingüística. (EFE)

Que el canal infantil de la televisión vasca se vea en toda Navarra es un gesto cargado de simbolismo, pero con escaso impacto. La condición impuesta por Bildu para apoyar los Presupuestos Generales del Estado para 2022 puede encerrar muchas lecturas políticas, pero sus consecuencias son relativas en un tiempo en el que las tablets y las aplicaciones móviles son los principales canales a través de los cuales los niños consumen televisión, de hecho, la audiencia media mensual de ETB 3 en el País Vasco es de un 0,2%. Pero los datos no quitan para que el acuerdo haya provocado una nueva bronca y cruce de reproches en una comunidad en la que la política lingüística levanta ampollas entre las fuerzas políticas. Las divisiones son patentes en el seno del propio Gobierno de coalición (PSN, Geroa Bai y Podemos), y las controversias entre este y EH Bildu, por un lado, y Navarra Suma, por otro, también.

Foto: El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi. (EFE/Javier Zorrilla)

"Colonización", "imposición" o "adoctrinamiento" fueron algunos de los términos con los que la oposición conservadora tildó el acuerdo suscrito esta semana con los independentistas de Arnaldo Otegi, que además de en Euskadi cuenta con una profunda implicación navarra, al ser la segunda fuerza municipal. Navarra Suma (UPN, PP y Cs) acusa a la presidenta, la socialista María Chivite, de dejarse arrastrar por Bildu en materia lingüística, cuya abstención necesitó para ser investida. Desde el Ejecutivo que lidera el PSN niegan que su política lingüística haya variado y, de hecho, consideran que el anterior Gobierno de la nacionalista Uxue Barkos cayó precisamente por "pasarse" con el euskera. En la comunidad foral, el 14,1% de la población habla vasco, un 8% tiene algún conocimiento, y un 77,9% desconoce el idioma, según la última encuesta sociolingüística del Gobierno navarro.

El 14,1% de la población navarra habla vasco, un 8% tiene algún conocimiento y un 77,9%, lo desconoce

"Lo que está haciendo es ceder y claudicar ante todas las exigencias del nacionalismo, de EH Bildu y de Geroa Bai", denuncia en declaraciones a El Confidencial, la presidenta del PP navarro, Ana Beltrán. La popular defiende que si en los últimos años "el porcentaje de voto nacionalista se ha mantenido estable, ha aumentado sin embargo su influencia gracias a Chivite, a un partido socialista que ha dejado de ser lo que siempre había sido". Navarra Suma, la coalición a la que pertenece el PP, ganó las pasadas elecciones autonómicas con 124.336 votos, un 36,5%, seguida del PSN, con un 20,6%, Geroa Bai, 17,36%, y EH Bildu, 14,6%. Los conservadores son también la fuerza municipal más apoyada, con 104.460 votos y 298 concejales, pero en este caso la izquierda 'abertzale' se sitúa en segundo lugar, con 67.515 sufragios y 320 ediles. De hecho, EH Bildu gobierna en más ayuntamientos de Navarra (34), eso sí, muchos de ellos pequeñas localidades, que en Vizcaya (29) o Álava (10).

Beltrán defiende que el movimiento de EH Bildu tiene un claro interés "adoctrinador" y su fin último es la anexión de Navarra al País Vasco, por eso, sostiene que frente a la "imposición", lo que hay que garantizar es la "libertad". "Cada padre tiene que poder elegir la lengua en la que van a estudiar sus hijos", zanja.

Navarra Suma es la primera fuerza municipal, con 104.460 votos, y en segundo lugar se sitúa la izquierda 'abertzale', con 67.515 sufragios

Críticas que desde el departamento de Educación del Gobierno navarro rebaten. El consejero, Carlos Gimeno, explica que más allá de los planteamientos de EH Bildu —la coalición ha propuesto que todos los niños tengan contacto con el euskera— o de Navarra Suma, los modelos de enseñanza —la comunidad oferta cuatro itinerarios en función del peso de uno u otro idioma— "no se van a revisar ni modificar bajo ningún concepto". "Los grupos parlamentarios son libres de pedir lo que deseen pero en ningún caso el Gobierno de Navarra va a obligar ni a imponer estudiar o aprender una determinada lengua o en una determinada lengua a ningún alumno ni alumna", añade en conversación con El Confidencial.

"No hay que ceder ante los nacionalistas", insiste Iñaki Iriarte, profesor de la UPV y parlamentario de UPN y añade: "Sí hay que reconocer que hay una minoría de vascoparlantes, entre los que me incluyo, que tiene que ser respetada y tratada como en cualquier país democrático es tratada una minoría. Deben usar su lengua, enseñarla, cultivarla, incluso puede haber cierta discriminación positiva, pero el criterio que debe regir es el de la proporcionalidad". Él también considera que los socialistas, bajo la presión de Geroa Bai y EH Bildu, han virado sus políticas. Y pone como ejemplo la zonificación, las tres áreas en las que se divide Navarra en función del volumen de personas que hablan euskera. Para Iriarte es fundamental que el modelo siga vigente y en función de este se adecúen los recursos ligados al idioma.

Foto: El líder del PP, Pablo Casado. (EFE)

El sistema, recuerda Gimeno, no se va a tocar. Tanto él como la presidenta Chivite han descartado en varias comparecencias parlamentarias modificar la ley educativa que regula actualmente los modelos lingüísticos en la Comunidad foral, pero el ruido y las suspicacias no cesan. Tampoco las que el Gobierno debe hacer frente por otros flancos. Geroa Bai, socio del Ejecutivo de coalición, ha reprochado en más de una ocasión a la parte socialista actuar con "miedo". Fue la acusación que se pudo oír el pasado octubre en el Parlamento regional por el hecho de que no se hubiera tenido en cuenta el euskera como mérito en la OPE de Enfermería. Son roces habituales entre las dos formaciones, pero desde el PSN son conscientes de que la política lingüística del anterior Ejecutivo, liderado por Uxue Barkos, desató un malestar en la calle que no quieren reeditar. Incluso consideran que determinadas propuestas pasaron factura en las urnas al partido nacionalista.

El euskera en Navarra

La zonificación a la que hacía referencia Iriarte divide la región en tres áreas. La franja norte, la que linda con Guipúzcoa y Francia es la considerada vascófona. El centro, donde se sitúa Pamplona, se denomina mixta, y en el sur la presencia del euskera es ínfima. En los últimos años, según los datos del Consejo Escolar de Navarra, la proporción de alumnos que en las escuelas optan por uno u otro modelo se ha mantenido estable. El grueso de estudiantes, un 61,3%, se decanta por el modelo G, es decir, por una enseñanza total en castellano. El modelo D, con todas las asignaturas en euskera menos lengua española, suma el 24,7% de las solicitudes. Por el modelo A, todo en castellano menos euskera, se decantan el 13,8% de los niños, mientras que por el B, que divide las materias entre los dos idiomas, solo opta el 0,2%.

Foto: Entrada al municipio navarro de Ayegui con su denominación en castellano y euskera. (EC)

En la zona norte, se ofertan los modelos A, B y D, los alumnos del área mixta pueden escoger cualquiera de las propuestas, y en el sur, se puede elegir entre el A, D y G. "Pero no todo es blanco y negro", defiende Inés Olza, lingüista e investigadora del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra. Pone como ejemplo Alsasua, municipio de la zona norte, de los considerados feudo del nacionalismo vasco, pero con una importante industria y, por tanto, lugar al que se han mudado muchos alaveses y riojanos que sólo saben castellano. Y las cifras avalan sus palabras.

"Si atendemos al número absoluto de vascohablantes, la mayor parte residen fuera de la zona vascófona: 29.459 en la zona vascófona (38,9%), 42.551 en la zona mixta (56,1%) y 3.800 en la zona no vascófona (el 5%)", apunta el último estudio sociolingüístico del Gobierno foral, fechado en 2018. El informe destaca que desde 1991 no ha habido una evolución similar en la tres áreas. Si en la zona norte el porcentaje de gente que domina el euskera se ha mantenido estable, rondando el 60%, en el centro de Navarra ha crecido de un 5,2 a un 12,4% (favorecido por los flujos de movimiento hacia la capital, entre otros motivos), y en el sur ha pasado de un 0,6 a un 2.6%.

El 61,3% de los alumnos estudia todo en castellano, mientras que el 24,7% tiene todas las asignaturas en euskera menos lengua española

Olza concede que "todo ejercicio de política de planificación lingüística genera fricción" en la medida en que hay gente que se puede sentir discriminada, "en tierra de nadie", al no haber podido optar de pequeños por estudiar euskera y que ahora sea un requisito que se exija o se prime para cubrir, por ejemplo, determinados puestos en la administración. Defensora de la riqueza patrimonial que supone el hecho de tener dos lenguas —"Es un auténtico tesoro"— , y partidaria de que los poderes públicos promuevan "una planificación positiva" para favorecer la implantación del euskera, remarca que es imprescindible "encontrar un equilibrio". "Hay que tener en cuenta el contrapunto, tampoco lo que se puede hacer es que desaparezca la lengua con la que convive", puntualiza, en referencia al castellano.

Para la especialista además resulta imprescindible alejar el debate sobre la planificación lingüística de la lucha partidista. "Dominar lenguas crea vínculos y favorece la cohesión social. Qué pena que sea una herramienta política para dividir". Y va más allá: "Poder ver un canal infantil en euskera no es motivo de debate en la calle. No debería ser un problema. El problema es que se entienda como un plan de colonización. El debate es agotador".

Foto: El Dos de Mayo. (Foto cedida)

"La situación normal es la convivencia de lenguas, pasa en todos los sitios. La cuestión es gestionar esa diversidad lingüística, que se garanticen los derechos de las personas y que rija la igualdad de oportunidades", defiende Iñigo Urrutia, profesor de Derecho Administrativo en la UPV y especialista en derechos lingüísticos y remarca: "La oficialidad exige ciertos derechos de uso y obligaciones para los poderes políticos".

Urrutia recuerda que existen diferentes formas de gestionar la política lingüística desde la perspectiva de los derechos de las minorías. Por un lado, los sistemas que separan a los estudiantes en función de la lengua y otra visión con un carácter "más integrador, en el que todo el alumnado aprende las dos lenguas y tiene el derecho de usar una u otra. La cohesión social es mayor y no hay una barrera lingüística". El profesor, partidario de esta segunda opción, censura además los planteamientos que ligan "el euskera con el nacionalismo vasco. Y el rechazo a ese nacionalismo se convierte en un rechazo al euskera. Es un error. El euskera y el castellano son lenguas propias de Navarra y debería abordarse con más naturalidad", zanja.

Que el canal infantil de la televisión vasca se vea en toda Navarra es un gesto cargado de simbolismo, pero con escaso impacto. La condición impuesta por Bildu para apoyar los Presupuestos Generales del Estado para 2022 puede encerrar muchas lecturas políticas, pero sus consecuencias son relativas en un tiempo en el que las tablets y las aplicaciones móviles son los principales canales a través de los cuales los niños consumen televisión, de hecho, la audiencia media mensual de ETB 3 en el País Vasco es de un 0,2%. Pero los datos no quitan para que el acuerdo haya provocado una nueva bronca y cruce de reproches en una comunidad en la que la política lingüística levanta ampollas entre las fuerzas políticas. Las divisiones son patentes en el seno del propio Gobierno de coalición (PSN, Geroa Bai y Podemos), y las controversias entre este y EH Bildu, por un lado, y Navarra Suma, por otro, también.

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