Las incógnitas de las mil y una versiones de Miguel Carcaño en el caso Marta del Castillo

El caso de Marta del Castillo podría dar un giro, 12 años después. Miguel Carcaño, asesino confeso de la joven sevillana, sigue cumpliendo condena en la cárcel, mientras que 'el Cuco', el amigo que fue sospechoso de cómplice en el crimen, permanece en libertad sin pruebas contra él. Un hecho que podría cambiar ahora que Francisco Javier García y su madre deben declarar ante el juez como acusados de falso testimonio durante el proceso de investigación del caso; una cita a la que también deberá acudir, por orden judicial, Carcaño, por lo que está obligado a incurrir en la verdad, de una vez por todas.

'¿Dónde está Marta?', el documental que lanzó la plataforma Netflix sobre el caso de Marta del Castillo ha reabierto una herida que nunca se cerró. La joven tenía 17 años cuando desapareció del barrio de Tartessos tras salir de su casa. Pese a tener al asesino entre rejas, los padres de Marta del Castillo siguen sin respirar tranquilos porque el caso aún no está resuelto: todavía no hay rastro del cuerpo de Marta del Castillo.

La docuserie recientemente estrenada tampoco ha esclarecido algunas de las claves de esta investigación que nunca parece acabar, pero las últimas declaraciones de Antonio del Castillo sí que han engrosado la incertidumbre. El padre de la menor ha revelado en una entrevista a La Voz de Galicia que, después de tantos años, no cree que Carcaño sea el verdadero asesino de su hija.

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S.E.

¿Qué le pasó a Marta?: la versión de Carcaño

Marta salió de casa de sus padres el 24 de enero de 2009 para "ir a ver a unos amigos". Menos de un mes después, las autoridades hallaron restos de sangre de la víctima en la chaqueta de su exnovio y detuvieron a Miguel Carcaño (20 años de edad) junto a un amigo suyo, Samuel Benítez y a un menor, Francisco Javier García, alias 'El Cuco'. Unas horas después, Carcaño confesó haber matado a Marta y así dio comienzo a la primera de las ocho versiones que ha dado a lo largo de todo el proceso de investigación.

Según él, la menor acudió a su casa esa noche ambos discutieron. En un momento dado, siempre según su versión, el sospechoso se calentó y golpeó a la joven con un cenicero en la cabeza. Después, trató de ocultar el cuerpo con ayuda de su amigo, el otro detenido, y ambos arrojaron el cuerpo a la altura del puente que comunica Sevilla con Camas en el río Guadalquivir. Sin embargo, en otra de sus versiones se contradijo e indicó a los agentes que no, que el cuerpo lo había escondido en el vertedero de Alcalá de Guadaíra. Como descubrieron los investigadores más tarde, el cuerpo de la joven no estaba en ninguna de esas ubicaciones.

Una vez en prisión preventiva, Carcaño comenzó con el reparto de culpas y alegó desde la cárcel que si el cuerpo de Marta no estaba en el vertedero era porque sus amigos lo había cambiado de sitio. Así lo confesó en unas conversaciones intervenidas que mantuvo con su abogada y recogidas por RTVE. Después, otra de sus declaraciones hizo que se plantearan nuevas hipótesis sobre el móvil del crimen al confesar Carcaño que aquella noche violó a Marta y alegó que lo confesó entonces porque, según las transcripciones, "había un momento en que no podía con esta carga". Una versión que, de nuevo, volvió a rehusar al enterarse de que la acusación particular pidió juzgarlo por asesinato y agresión sexual. Ahí, recuperó su primera versión y negó haberla forzado sexualmente, manteniendo solo el homicidio con un cenicero.

Así murió Marta, a ojos del juez

En el juicio ante la Audiencia de Sevilla, en 2012, Carcaño negó haber violado a la víctima pero sí confesó ser el autor de su muerte, aunque de forma accidental. A su vez, aseguró que fueron Samuel Benítez y el Cuco quienes ocultaron el cuerpo. "Si supiera de verdad dónde está el cuerpo lo diría", concluyó el acusado en la última sesión, antes de pedir perdón a la familia Del Castillo. Finalmente, Carcaño fue condenado a 20 años de cárcel solo por asesinato al no quedar probado que la víctima fuera agredida sexualmente. Según la sentencia, aquel día, sobre las 20:40 horas de la tarde, Marta se encontraba en el piso de su exnovio y, en un momento dado, ambos discutieron por la relación que mantuvieron.

► ¿Miguel Carcaño decía la verdad?

Entonces, él cogió un cenicero de cristal y la golpeó con él en la zona izquierda de la sien, lo que provocó que la menor cayera al suelo, justo debajo del escritorio de su dormitorio y murió en el momento. Para cerciorarse de su muerte, el acusado usó un tensiómetro. Después, acudió el Cuco a su casa y ambos trasladaron a la menor hasta el coche del segundo en silla de ruedas sobre las 22:15 horas. Según el tribunal, tras limpiar su casa y deshacerse del cuerpo de su expareja, este fue a casa de su entonces novia para "aparentar normalidad" y luego, sobre las 1:00 horas de la madrugada, regresó a su casa.

¿Último giro en el caso?

No fue hasta 2013 cuando el condenado volvió a dar un bandazo en sus declaraciones y señaló a su hermano como culpable, aunque estas acusaciones cayeron en saco roto después de que el juez de instrucción 4 de Sevilla archivara la causa contra él. En esta versión, Carcaño relató que aquel 24 de enero, cuando Marta y él llegaron a su casa, Franciso Javier se encontraba allí y los dos jóvenes se pusieron a discutir por la irresponsabilidad del más joven al haber gastado, supuestamente, gran parte del dinero que les quedaba. La trifulca se volvió violenta y cuando Delgado comenzó a golpearle, según sus declaraciones, y Marta se interpuso entre ambos para poner fin a la pelea, su hermano acabó con su vida.

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Más tarde, parte de estos testimonios resultaron ser ciertos en lo relativo a su mala situación económica. El resto de la historia aún no ha sido corroborado. A día de hoy, Miguel Carcaño, único asesino confeso de Marta del Castillo, sigue cumpliendo condena en el Centro Penitenciario Sevilla II, en Morón de la Frontera.