El mapa de los pueblos donde el frío ha llegado antes de tiempo
Aunque queda casi un mes para que comience el invierno, parece que este año la estación se ha adelantado. Pero ¿realmente estamos viviendo episodios de frío fuera de lo común?
No todo son malas noticias para el búho de las nieves. El pasado fin de semana, cientos de aficionados a la ornitología se desplazaron a Cabo Peñas, en Asturias, para intentar ver en directo a esta especie originaria de Canadá y habitual en Escandinavia o Rusia. “Mantengamos distancia y respeto absoluto hacia estas aves”, pedían en redes sociales los propios aficionados para no asustar al último ejemplar avistado.
Aunque están siendo días estresantes para el búho nival, hay algo que juega a su favor: justo en esa zona las temperaturas están siendo bastante más bajas de lo común, aunque quizá no lo suficiente para un ave acostumbrada a otras latitudes. Todavía no se sabe cómo han llegado estas rapaces a España, pero una de las teorías es que pudieron posarse en un barco durante una tormenta.
En lo que va de noviembre, las temperaturas mínimas en la zona de Cabo Peñas están hasta ocho grados por debajo de la media, la diferencia más amplia localizada entre los datos de las 221 estaciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para las que se ha registrado información hasta el pasado viernes.
Pero la caída de las temperaturas no se está notando solo en Asturias, sino en prácticamente todo el territorio. Las primeras imágenes de la nieve ya han llegado y, a pesar de que queda casi un mes para que comience el invierno, parece que este año la estación se ha adelantado. Pero ¿realmente estamos viviendo episodios de frío fuera de lo común?
"Es anómalo", aclara Mar Gómez, doctora en físicas y responsable de meteorología en eltiempo.es. "Por ejemplo, la temperatura normal para estas fechas en una ciudad como Soria estaría en máximas de unos 10 grados. Sin embargo, la media de estos días se va a quedar claramente por debajo, ya que se esperan máximas de unos 4-6", añade.
Gómez explica que estos cambios se notan menos en las temperaturas mínimas, ya que el tiempo inestable evita que caigan de forma abrupta. "Pero, por ejemplo, en lugares como Córdoba lo normal sería tener unos 6-7 grados centígrados de temperatura mínima y, sin embargo, se espera que a lo largo de esta semana ronden un grado la mayor parte de los días", analiza. Para ella, estamos ante una anomalía fría de varios grados, lo que nos sitúa en un tiempo más propio de diciembre, "pero no excepcional", matiza. Aunque los datos ya lo apuntan, para saber con certeza si noviembre está siendo más frío de lo normal tocará esperar a que estén más consolidados.
A principios de noviembre se registró la mayor caída de temperaturas mínimas generalizada en lo que va de año. Durante tres días seguidos, las mínimas cayeron hasta dos grados de media. El dato a nivel nacional escapa al detalle de los lugares donde la bajada fue realmente estrepitosa, pero permite ver cómo el mercurio cayó incluso más rápido que a principios de enero, cuando el temporal Filomena marcó hitos en la historia del frío en España.
La memoria meteorológica, sin embargo, es poco fiable. Después del frío comienzo de mes, las temperaturas se han movido en valores normales para la estación, aunque la mayor parte de los días las mínimas están por debajo de la media en casi todo el país. "A veces se puede tener la sensación de que hace mucho frío o de que nunca se había tenido tanto frío en determinadas fechas, pero los datos demuestran que puede no ser algo tan raro", dice la meteoróloga.
"A eso se suma que durante varios años el tiempo ha sido más cálido de lo normal", advierte. Por eso, cuando llega un mes frío, la sensación térmica puede ser más marcada aunque en realidad no lo sea tanto. Eso no quita que en otras ocasiones la sensación sí esté "justificada", en palabras de Gómez, porque estemos realmente en situaciones de frío.
Inviernos cada vez más cortos
Los episodios de frío registrados estos días no se pueden asociar a una tendencia. A partir de los datos analizados, no se puede establecer que el invierno se esté adelantando. "Una bajada drástica [de la temperatura] responde a una configuración atmosférica determinada y pasajera. No significa que el clima esté cambiando rápidamente, ya que el clima es el valor medio de la situación atmosférica en un lugar determinado a lo largo del tiempo", advierte Gómez.
Para Dominic Royé, doctor en física y geografía y experto en análisis del clima, no es posible determinar si el invierno se está adelantando analizando solo datos de temperaturas. Una forma más precisa de medir si el frío ha llegado de verdad antes de lo esperado consistiría en fijarse, por ejemplo, en cuándo han sido las primeras heladas. Y aquí sí hay una tendencia: cada vez llegan más tarde.
De hecho, la literatura científica más reciente apunta que, a nivel global, la estación invernal atrasa su llegada y adelanta su final. Los resultados de una investigación publicada recientemente exponen que, si se mantiene el escenario actual de emisiones, los veranos durarán casi la mitad del año mientras que el invierno se reducirá a dos meses para el año 2100. Según los investigadores, este cambio se traduciría en "alteraciones en las temporadas agrícolas, en la actividad de las especies, olas de calor más frecuentes, tormentas e incendios forestales".
No todo son malas noticias para el búho de las nieves. El pasado fin de semana, cientos de aficionados a la ornitología se desplazaron a Cabo Peñas, en Asturias, para intentar ver en directo a esta especie originaria de Canadá y habitual en Escandinavia o Rusia. “Mantengamos distancia y respeto absoluto hacia estas aves”, pedían en redes sociales los propios aficionados para no asustar al último ejemplar avistado.