El juez señala que "Neurona sólo hizo 5 vídeos de actos de campaña para Podemos"

El juez Juan José Escalonilla acaba de dictar un auto en la causa sobre los pagos de Podemos a la consultora Neurona. El titular del Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid ha ordenado una auditoría para analizar los trabajos publicitarios y audiovisuales presuntamente efectuados por la agencia de comunicación para la campaña electoral de la formación en las generales de abril de 2019, tras llegar a la conclusión de que los servicios no se prestaron y que en realidad fueron ejecutados por personas ajenas a la consultora, en concreto, trabajadores de Podemos o empresas contratadas al margen de Neurona para desarrollarlos.

La resolución, dictada el pasado 12 de noviembre, subraya el testimonio de uno de los empleados de la campaña, Mikel Oibar Cano, que dijo que "Neurona no trabajó en la cobertura de los actos electorales, ni en el 'streaming', sin perjuicio de que a algún acto sí fuera algún trabajador de Neurona". "En los mismos términos", expone el juez, "se pronunció Guillermo Magariños, coordinador de todo el equipo de campaña electoral, quien manifestó que los trabajadores contratados por Neurona fueron a algún acto para grabarlo, tratándose dichos trabajadores de Franco Bertozzi y Alejandro Neyra".

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El juez recuerda que, "de los metadatos obrantes en los archivos aportados por el partido político Podemos, cabe destacar que solo cinco vídeos aparecen como realizados por dichos trabajadores contratados por Neurona, en concreto tres por Alejandro Neyra y dos por Franco Bertozzi. Adicionalmente a lo anterior, consta la presencia de Alejandro Neyra Pinzón en dos actos electorales más".

El instructor concluye que "cabe tener por indiciariamente acreditado que por parte de Neurona no se prestó dicho servicio, llevado finalmente a efecto por empleados de dicho partido político o terceras empresas contratadas para tal fin". "Únicamente realizaron la cobertura de actos de dicha campaña electoral cuando por falta de medios personales del partido político Podemos resultó necesario que alguno de los trabajadores contratados por Neurona se desplazara a dichos actos", concluye la resolución.

Junto a esos cinco vídeos de actos de campaña, un tercer empleado de Neurona habría efectuado 48 diseños "consistentes en imágenes físicas y digitales" para la formación, pero el magistrado cuestiona que esos otros servicios justifiquen los más de 430.000 euros que Podemos abonó a Neurona. Otros 48 vídeos que Podemos atribuye a Neurona habrían sido efectuados, por ejemplo, utilizando medios y personas ajenas a la agencia de comunicación.

La Policía Nacional ya ha concluido en informes anteriores que parte del material aportado por la formación para acreditar el motivo de los pagos a Neurona no guarda relación con el objeto de los contratos y que estos se habrían firmado, además, después de la campaña electoral bajo sospecha. A esto se suma que uno de los dirigentes del partido, Juan Carlos Monedero, recibió un pago de Neurona de 26.200 euros utilizando una factura que la UDEF también considera ficticia.

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La contratación de Neurona es el punto central de la investigación que tiene entre manos el titular del Juzgado de Instrucción número 42, que mantiene a Podemos y parte de su cúpula imputados por posible malversación de caudales públicos, entre otros delitos. El partido abonó 363.000 euros a la consultora de cara a las elecciones generales del 28 de abril de 2019, pero tras los comicios efectuó nuevos pagos por las campañas autonómicas, municipales y la del 10-N. En total, Neurona cobró al menos 431.243 euros y, según el juez, Podemos se ha visto incapaz de justificar los servicios que recibió a cambio.

No solo Escalonilla cuestiona la contratación de la consultora. El pasado febrero, la Fiscalía también criticó la falta de colaboración de Podemos al no facilitar información clave sobre los contratos con Neurona. "Los hechos puestos de manifiesto en la denuncia en relación a Neurona así como en la documentación remitida por el Tribunal de Cuentas no han sido desvirtuados a día de hoy y tras la práctica de diligencias", advertía. "Y todo ello, casi siete meses después de iniciar las investigaciones sin que haya sido posible determinar qué trabajadores tuvo Neurona". Ahora, 16 meses después de iniciarse la investigación, Escalonilla considera que las dudas se mantienen.