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Yolanda Díaz esquiva la presión de Podemos y evita acelerar los tiempos de su candidatura
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TENSIÓN POR EL ROL SECUNDARIO DEL PARTIDO

Yolanda Díaz esquiva la presión de Podemos y evita acelerar los tiempos de su candidatura

Los caminos de la formación y de la vicepresidenta segunda se han ido bifurcando a medida que esta ha impuesto su autonomía frente al ánimo de los morados de marcar terreno

Foto: La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (i), la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez (c), y la ministra de Educación, Pilar Alegría (d). (EFE/Javier Lizón)
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (i), la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez (c), y la ministra de Educación, Pilar Alegría (d). (EFE/Javier Lizón)

Podemos comienza a perder el equilibrio que ha mantenido hasta ahora para no confrontar con el proyecto de Yolanda Díaz sin renunciar al mismo tiempo a marcar terreno. En juego está el papel que vaya a desempeñar la formación morada en la plataforma electoral que impulse la vicepresidenta segunda y, una vez fijado el mensaje de que se pondrán a su disposición definiéndola como la mejor candidata del espacio, las presiones para que la vicepresidenta acelere los tiempos y oficialice su proyecto han ido en aumento. Cuanto antes se pongan todas las cartas sobre la mesa, menos se diluirá el protagonismo de los morados. Este es el análisis interno por el que ya se concluyó en la universidad de otoño del partido fijar un punto de inflexión en la relación con el PSOE llegado el ecuador de la legislatura.

Díaz ni acudió al cónclave de los morados ni asumió esta estrategia. Ahora, desde la formación, se llama la atención sobre la desconsideración que estaría teniendo la vicepresidenta segunda con las dirigentes moradas, mientras que Pablo Iglesias ha aprovechado una de sus intervenciones en las tertulias para instar a "cerrar pronto" el rol de los partidos en la nueva plataforma.

Foto: Las lideresas de izquierda en el acto de Valencia. (EFE/Ana Escobar)

Las palabras de Iglesias coinciden con un creciente nerviosismo en las filas moradas por el papel secundario del partido a la hora de construir el frente amplio de Díaz. Esta última sigue repitiendo tanto en público como en privado que su proyecto no va de partidos. La confrontación no se centra así en meros matices y pone en evidencia diferencias sobre la esencia misma del proyecto. Para urgir a Díaz a que acelere los tiempos, Iglesias incluso ha esgrimido en los micrófonos de RAC1 las posibilidades de un adelanto electoral para el próximo año. Una valoración que, dijo, se puede permitir en su "condición de analista que dice lo que le da la real gana".

El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, se adhirió a esta tesis aun subrayando que el objetivo sería agotar la legislatura. Un planteamiento del que la vicepresidenta segunda se alejó desde la sala de prensa de Moncloa este martes, tildándolo como una "especulación" que "no compete al Gobierno". Por contraposición, ha apostado por "gobernar, gobernar, gobernar" y dar "tranquilidad" al país.

Foto: La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE/Ana Escobar) Opinión

Fuentes del entorno de Díaz han ironizado sobre las palabras de Iglesias para trasladar que no variarán su hoja de ruta y que están dispuestas a esquivar las presiones. Incluso si vienen del exlíder de Podemos, que fue el encargado de designar a la ministra de Trabajo no solo como su sucesora en el Gobierno, sino también como candidata a las próximas elecciones. Primero, cuestionándose si Iglesias no ha dejado la política. Segundo, reclamando que "dejen de quererla tanto, que la van a matar".

La vicepresidenta segunda ni quiere que le marquen los tiempos ni tampoco que le dicten el diseño de su estrategia política. Es más, estas mismas fuentes del círculo cercano de Díaz trasladan que "esto no va de frentes ni de palabras raras", en referencia al concepto de frente amplio, salido de la factoría morada junto a la pretensión de asumir el rol de "nave nodriza" en este proceso.

Foto: Yolanda Díaz (2d), Mónica Oltra (c), Ada Colau (i), Mónica García (2i) y Fátima Hamed. (EFE/Ana Escobar)

Fuentes de Podemos reconocen que echan en falta una mayor coordinación de la vicepresidenta segunda con sus dirigentes. Subrayan asimismo que en estos procesos son previsibles las tensiones, por lo que intuían que antes o después acabarían manifestándose. En el equipo de Díaz, por su parte, anticipaban como un foco de posibles tensiones el momento en que, de forma paralela a la elaboración programática, se abriese el debate de las alianzas. Una fase a la que no siquiera se ha llegado. Díaz sigue en el preludio de su candidatura, todavía no oficializada, que consiste en un proceso de "escucha" con sectores de la sociedad civil y los territorios. Desde que a mediados del pasado mes de octubre Díaz celebró un acto sobre la ley de vivienda en el Congreso junto a Ione Belarra, no hay imágenes de ambas juntas, pese a coincidir en sesiones de control al Gobierno o plenos parlamentarios y formar parte del mismo sector del Gobierno de coalición.

Díaz escenificó sin la presencia de líderes de Podemos, el pasado fin de semana en Valencia, su intención de aunar distintas sensibilidades en un acto junto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la vicepresidenta primera de la Comunidad Valenciana, Mónica Oltra (Compromís), la líder de la oposición en la Asamblea de Madrid, Mónica García (Más Madrid), y la portavoz en Ceuta del MDyC, Fatima Hamed. Este domingo, tampoco compartirán escenario en Barcelona, en la clausura de la tercera asamblea de En Comú Podem, la organización liderada por Colau. Intervendrán Díaz, Mónica Oltra y Alberto Garzón. Belarra enviará un mensaje a través de vídeo. La ministra de Igualdad, Irene Montero, tampoco asistirá, como Belarra, por cuestiones de agenda pese a estar invitadas.

Foto: Yolanda Díaz y Ione Belarra en Moncloa. (EFE/Fernando Villar)

Los caminos de Podemos y de la ministra de Trabajo, sin más carné que el del PCE, se han ido bifurcando a medida que la vicepresidenta segunda antepone su autonomía frente al ánimo de los morados de marcar terreno. Como marcan los cánones de las coaliciones de gobierno, los socios marcan distancias entre sí a partir de un momento dado para encarar los procesos electorales. Algo que Podemos pretende adelantar, mientras que Díaz dejaba clara su negativa este martes reafirmando su intención de aprovechar la oportunidad para "acometer los grandes retos de transformación de nuestro país". Más allá de las argumentaciones, centradas en que los presupuestos son la última gran ventana negociadora para Podemos dentro del Gobierno de coalición, los morados necesitan anticiparse al proceso de construcción de la nueva plataforma liderada por Yolanda Díaz para no quedar diluidos. Las prisas son evidentes para marcar terreno. Tanto como las resistencias de Díaz.

Podemos comienza a perder el equilibrio que ha mantenido hasta ahora para no confrontar con el proyecto de Yolanda Díaz sin renunciar al mismo tiempo a marcar terreno. En juego está el papel que vaya a desempeñar la formación morada en la plataforma electoral que impulse la vicepresidenta segunda y, una vez fijado el mensaje de que se pondrán a su disposición definiéndola como la mejor candidata del espacio, las presiones para que la vicepresidenta acelere los tiempos y oficialice su proyecto han ido en aumento. Cuanto antes se pongan todas las cartas sobre la mesa, menos se diluirá el protagonismo de los morados. Este es el análisis interno por el que ya se concluyó en la universidad de otoño del partido fijar un punto de inflexión en la relación con el PSOE llegado el ecuador de la legislatura.

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