Los socios cercan a Sánchez con una subida de impuestos a rentas altas y patrimonios
Unidas Podemos consigue reunir a ERC, PNV, Bildu, PDeCAT y Compromís para adelantar el debate político a las conclusiones del comité de expertos de Hacienda. Promueven una "reforma fiscal progresista"
Los socios de Pedro Sánchez consideran que los presupuestos generales de 2022 están cojos. Les falta algo. Promueven una reforma fiscal "progresista" y van a intentar que sea lo más ambiciosa posible antes de que acabe la legislatura. Con ese objetivo, Unidas Podemos había convocado este viernes (el acto ha sido aplazado a última hora) en el Congreso de los Diputados a los aliados preferentes del PSOE en un debate sobre la presión tributaria bajo el título 'Equilibrar la balanza, presente y futuro de la fiscalidad en España'. Están en este barco las formaciones de izquierdas, como ERC y EH Bildu. Pero también el PNV y el PDeCAT. Los socialistas rechazan acudir.
Se abre la disputa sobre los impuestos. UP, según explican fuentes del área del Gobierno dirigida por Yolanda Díaz, quiere poner encima de la mesa el debate de la reforma fiscal y adelantar los argumentos políticos a las conclusiones que va a emitir el comité de expertos. Es a lo que se remite el PSOE. Hacienda ha cerrado la puerta a modificaciones profundas o a la creación de nuevas figuras hasta conocer las conclusiones de esta comisión. La publicación de su informe está prevista para febrero. Apenas se ha introducido en los PGE del próximo año el tipo mínimo del 15% en sociedades. En estos tres meses, por tanto, los socios de Sánchez quieren tener avanzados sus trabajos con aquellas propuestas tributarias que contarían con un respaldo mayoritario en el Congreso para poder ser aprobadas, conscientes de que en lo que queda de legislatura va a resultar complicado poder alumbrar unos terceros presupuestos.
Una de las medidas impositivas que los socios del PSOE quieren revisar es la fiscalidad de las rentas más altas y los grandes patrimonios. Tanto Unidas Podemos como ERC, EH Bildu y Compromís son favorables a elevar los impuestos a las grandes fortunas o, incluso, a crear una tasa específica a los que llaman 'ricos'. Así lo pactaron, junto a Más País, en una enmienda en los PGE actualmente en vigor que no pudo ser aprobada. En esas cuentas públicas, ya se elevó en tres puntos el IRPF para las rentas de capital a partir de 200.000 euros y en dos puntos para las rentas del trabajo a partir de 300.000 euros. Los socios del Gobierno consideran que esos umbrales se quedaron cortos.
El PNV no es ajeno a esta propuesta de subir el IRPF a las rentas más altas. Los 'jeltzales' consideran que se podrían incorporar nuevos tramos a los tipos más altos de la base general y la revisión de la base del ahorro. No ponen cifras, pero están a favor de que quienes más tienen paguen más. El portavoz del grupo vasco en el Congreso, Aitor Esteban, ha llegado a declarar que a su formación no le produce rechazo una reforma así. "Este tipo de medidas no nos asustan en absoluto, aunque necesitamos verlas en concreto, negro sobre blanco... Y podríamos llegar a un acuerdo seguramente", afirmó en los inicios del mandato de Sánchez.
En el acuerdo de gobierno, se recoge incrementar dos puntos los tipos del IRPF sobre la base general para los contribuyentes con rentas superiores a 130.000 euros y cuatro puntos para la parte que exceda de 300.000 euros. El tipo estatal sobre las rentas de capital se incrementaría en cuatro puntos porcentuales para dichas rentas superiores a 140.000 euros. Además, PSOE y UP dejaban abierta la puerta a un impuesto específico a los ricos: "Se estudiará la fiscalidad de las grandes fortunas al objeto de que contribuyan a un sistema fiscal más justo y progresivo".
Otro aspecto de la reforma tributaria que los socios del PSOE quieren abordar, y que al menos Unidas Podemos y ERC defenderán en esta reunión, es el relativo a acabar con las bonificaciones en el impuesto sobre el patrimonio. En este sentido, el foco está puesto en la Comunidad de Madrid. En el debate de este viernes, se tiene previsto abordar una situación que tildan de 'dumping' fiscal. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ya ha advertido de que acudirá al Tribunal Constitucional si el Ejecutivo central acaba aprobando medidas de este tipo, propuestas que hasta el PNV ha puesto encima de la mesa a través del lendakari Iñigo Urkullu. El PSOE, mientras, guarda silencio.
Los socios de los socialistas, esencialmente UP y ERC, también están intentando introducir enmiendas en los presupuestos de 2022 para bajar el IVA de las peluquerías y los servicios veterinarios del 21% al tipo reducido del 10%, así como en los productos de higiene femenina, la llamada 'tasa rosa', del 10% al tipo superreducido del 4%.
En el debate que se iba a celebrar este viernes estaban convocados Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales y negociador morado en los presupuestos; Joan Margall, de ERC; Idoia Sagastizabal, del PNV; Oskar Matute, de EH Bildu; Francesc Gamero, de Compromís, y Ferran Bel, del PDeCAT. Antes, en la apertura, el eurodiputado Ernest Urtasun y Jose María Mollinedo, secretario general del sindicato de técnicos de Hacienda, iban a conversar sobre "la fiscalidad como elemento de transformación económica y social".
Los socios de Pedro Sánchez consideran que los presupuestos generales de 2022 están cojos. Les falta algo. Promueven una reforma fiscal "progresista" y van a intentar que sea lo más ambiciosa posible antes de que acabe la legislatura. Con ese objetivo, Unidas Podemos había convocado este viernes (el acto ha sido aplazado a última hora) en el Congreso de los Diputados a los aliados preferentes del PSOE en un debate sobre la presión tributaria bajo el título 'Equilibrar la balanza, presente y futuro de la fiscalidad en España'. Están en este barco las formaciones de izquierdas, como ERC y EH Bildu. Pero también el PNV y el PDeCAT. Los socialistas rechazan acudir.
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