Interior excarceló al asesino de Lardero antes de agotar su condena contra el criterio del centro penitenciario

El detenido por asesinar a un niño de 9 años en Lardero (La Rioja) fue excarcelado antes de agotar la condena que estaba cumpliendo por decisión de Instituciones Penitenciarias. Este departamento, que depende del Ministerio del Interior, le otorgó el tercer grado - el régimen de semilibertad- en febrero de 2020 contra el criterio mayoritario de la Junta de Tratamiento de la cárcel, compuesta por los profesionales que le tratan en prisión.

Fuentes de Instituciones Penitenciarias explican que ingresó en prisión en 1998. De 2013 a 2020 se le autorizaron por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 39 permisos, sin registro de incidencia alguna durante los mismos. El interno cumplió en 2017 las tres cuartas partes de su condena. El tercer grado se le concedió el 6 de febrero de 2020, tres años después.

Estuvo en esta situación solo dos meses (durante los que cumplió con las medidas establecidas) ya que el 8 de abril de 2020 el juez le concedió la libertad condicional, situación en la que permanecía hasta la actualidad, según las mismas fuentes. La Fiscalía no se opuso a esta medida.

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E.P.

Las fuentes consultadas admiten que en la concesión del tercer grado hubo “discrepancias” entre la Junta de Tratamiento del centro penitenciario, pero el criterio mayoritario era no darle el tercer grado. El proceso fue resuelto por la Secretaria General “siguiendo los cauces normativos establecidos”, justifican las mismas fuentes.

La Junta de Tratamiento está compuesta por los profesionales que le tratan en prisión. Es un órgano colegiado compuesto por el director, el psicólogo, el trabajador social, el médico, el jurista… Cada seis meses tienen que revisar el grado en el que cumplen los presos. El primer grado es el aislamiento, el segundo es el común y el tercero es la semilibertad que permite salir de la cárcel antes de agotar la condena.

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Agencias

En caso de que un preso no esté de acuerdo con su grado, lo puede recurrir. Los servicios centrales tienen que revisar lo que decidan las Juntas de Tratamiento y no siempre coinciden. En los casos en los que se da un tercer grado, también se comunica a la Fiscalía. No consta que en este caso se opusiera, siempre según las mismas fuentes.

En los servicios centrales se tuvo en cuenta que el interno ha superado más de tres cuartas partes de la pena, su evolución penitenciaria y tratamental y el disfrute de los permisos sin que se hubiesen producido incidencias.