Un preso amigo del acusado del crimen de Manuela Chavero: "Me lo contó riéndose"

En las cárceles los presos tienen mucho tiempo libre para pensar, y también para hablar. En espacios tan pequeños, se potencian las amistades, se establecen vínculos de confianza, aunque en realidad el roce sea obligado y no elegido.

En ese ámbito, hasta los más taciturnos, se convierten, con el paso de los años, en internos lenguaraces y, en ocasiones, frente a sus amigos del alma les gusta alardear de sus crímenes y de los detalles que han conseguido ocultar a los investigadores, como si de algo así uno se pudiera jactar. Esto es lo que aparentemente le ha pasado a Eugenio Delgado, el joven acusado de acabar con la vida de Manuela Chavero el 5 de julio de 2016 en Monesterio, Badajoz.

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Eugenio conoció a Antonio en el módulo 5 de la cárcel de Badajoz en la que ambos residen desde hace ya meses. Uno un presunto asesino, el otro un ladrón; pero, en la comparación, a Antonio, lo de robo parece un pecado menor, “una tontería”, como afirma el mismo. Al sospechoso de asesinar a Manuela Chavero lo conocen todos, su caso ha salido en televisión. Durante el tiempo que lleva encerrado, ha hablado con unos y con otros, pero con quien parece que ha construido lo que él creía que era una amistad ha sido con Antonio.

"La conversación salió de él. Por lo cual cuando yo escuché cómo lo hizo, me puse malo y me fui de su lado, porque tengo cinco hermanas"

Según cuenta este último, en una conversación sin preguntarle, sino que, 'motu proprio', Eugenio le detalló qué hizo con Manuela y cómo cometió el crimen. Este delincuente con conciencia decidió escribir una carta al juzgado de instrucción de Zafra donde se investiga la muerte de Manuela Chavero, para informar a su señoría de los nuevos descubrimientos. El Confidencial ha tenido acceso a esa misiva que dice así:

“Hola, muy buenas. Me llamo Antonio y me dirijo al juzgado de Zafra para resolver el caso de Manuela Chavero y que por fin se haga justicia sobre su asesinato y cómo fueron los hechos. Yo sé toda la verdad porque el asesino y responsable de los hechos me lo contó verbalmente, sin preguntarle. La conversación salió de él. Por lo cual cuando yo escuché cómo lo hizo, me puse malo y me fui de su lado, porque tengo cinco hermanas”.

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Esta es la primera vez que parece que sugiere que pudiera haber una violación, ya que se refiere a sus hermanas, aunque hasta que hable delante del juez no se sabrá con exactitud. Además, hasta ahora Eugenio ha insistido en que se trató de un accidente. Manuela se resbaló, se golpeó sola la cabeza y murió. Pero cuesta creer que eso fuese lo que le contó al preso Antonio, ya que él, al escuchar los detalles de lo que le hizo, asegura: “Me puse malo”, lo que sugiere una muerte más cruel.

“Yo quiero que se haga justicia”, continúa la misiva, “y lo hago porque me sale del corazón. Me ofrezco voluntario a declarar delante de un juez y delante del autor de los hechos de la muerte de la pobre Manuela. Yo declaro delante del autor de Manuela, del asesino llamado Eugenio Delgado. Yo sé toda la verdad porque estoy en la prisión de Badajoz. En su mismo módulo, que es el número 5. Quisiera que la abogada de la familia Chavero viniera a visitarme y si es posible la madre de Manuela también para contarle los hechos. Soy el primero que quiero que se haga justicia. El asesino Eugenio Delgado me contó cómo acabó con la vida de Manuela y riéndose, como si aquello que hizo fuera un orgullo.

"El asesino Eugenio Delgado me contó cómo acabó con la vida de Manuela y riéndose, como si aquello que hizo fuera un orgullo"

Yo repito que me ofrezco voluntario a declarar todo lo que sé. La autopsia coincidirá con mi declaración. Quiero declarar delante de él y decírselo en su cara, que yo no tengo ningún miedo. Yo estoy aquí en el centro penitenciario de Badajoz pagando por un robo, una tontería, de cuando las cabezas no andaban bien. Quiero y pido por favor que esta carta llegue al juzgado de lo penal nº 1 de Zafra y así declarar. Lo único que pido es ser un testigo protegido. Y que por fin se haga justicia con la muerte de Manuela. Dios la tenga en su Gloria. Lo único que pido es que me lleven a la declaración sin esposas, ya que no soy un preso conflictivo. También por si salgo en televisión aportando mi declaración que no me vean gente así que me conoce, como familia y amigos. Aquí les dejo el teléfono de mi hermana mayor.

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Por favor pónganse en contacto conmigo para terminar de una vez por todas. Cuál fue el paradero de Manuela y de qué manera fue asesinada y como hizo lo que hizo con su cuerpo una vez muerta. Gracias. Antonio”.

El magistrado encargado de la instrucción se ha tomado muy en serio la misiva y le ha citado a declarar este jueves por la mañana. Los datos que aporte, si se constatan ciertos, y revela una agresión sexual, podrían comenzar a apuntalar una prisión permanente revisable. No hay que olvidar la obsesión de Eugenio con el sexo y el hecho de que Manuela apareciera desnuda. Estos dos extremos sugieren el móvil del asalto sexual, pero por sí solos no parecen tener la fuerza necesaria para sostener una acusación por agresión sexual. Se tardó tanto en localizar su cuerpo que el paso del tiempo impidió que se encontraran evidencias que confirmaran esta tesis.

Sin embargo, la declaración de Antonio, el preso con conciencia, quizá pueda atornillar las acusaciones contra Eugenio Delgado. Todo va a depender de qué cuente, cómo lo relate y de si las aportaciones que realice coinciden, como él dice, con los detalles de la autopsia y otras evidencias que se acumulan en el sumario. La familia de Manuela espera expectante esta nueva declaración porque ellos sí están convencidos de la agresión sexual y quieren la prisión permanente revisable para Eugenio.