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El fiscal Bertossa recurre al derecho islámico para averiguar si don Juan Carlos delinquió
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Decidirá la suerte del monarca

El fiscal Bertossa recurre al derecho islámico para averiguar si don Juan Carlos delinquió

El fiscal suizo encarga a un célebre abogado libanés que interprete, partiendo de la 'sharía', si el rey de Arabia Saudí malversó dinero público al regalar 100 millones a don Juan Carlos

Foto: El rey emérito Juan Carlos I. (Getty)
El rey emérito Juan Carlos I. (Getty)
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¿Delinquió el rey Abdalá bin Abdulaziz al-Saúd cuando, en 2008, regaló 100 millones de dólares (83 millones de euros) a don Juan Carlos? Si el monarca saudí infringió la ley todos aquellos que después manejaron ese dinero son sus cómplices y deberán ser juzgados. Tras tres años de pesquisas, puede que sea un experto en derecho islámico el que, al dar su opinión, incite al fiscal suizo Yves Bertossa a archivar la investigación o a sentar en el banquillo a los imputados por blanqueo agravado de capitales.

El elegido por el fiscal para asesorarle es el célebre abogado libanés Chibli Mallat, de 61 años. Desarrolló gran parte de su carrera en universidades de EEUU —fue profesor de estudios jurídicos islámicos en la Escuela de Derecho de Harvard—, pero también ha intentado como letrado sentar en el banquillo a dictadores como el iraquí Saddam Hussein o el libio Muamar el Gadafi.

Las diligencias más sonadas de cuantas impulsó fueron las que abrió un juez instructor belga en 2002 contra el primer ministro de Israel, Ariel Sharon, al que 23 víctimas de la matanza de palestinos en Sabra y Chatila (Beirut, 1982) denunciaron por crímenes de guerra. El tribunal de apelación de Bruselas hizo finalmente, en junio de 2003, una interpretación muy restrictiva de la ley y rechazó la denuncia.

Juan Carlos I firmó cuatro años después un contrato de donación con Corinna Larsen

La designación de Chibli Mallat fue revelada por el diario ‘24 Heures’, del cantón de Vaud, y confirmada por otra fuente ginebrina. “Yves Bertossa lanza un peritaje de última oportunidad”, tituló el periódico. “¿Decidirán la ley islámica y los versículos del Corán el desenlace de uno de los asuntos más importantes tratados por la justicia de Ginebra?”, se preguntaba.

El fiscal ginebrino Bertossa inició en 2018 su investigación sobre el ingreso, el 8 de agosto de 2008, en la cuenta de la Fundación Lucum en el banco suizo Mirabeau, administrada por un testaferro de don Juan Carlos, de esos 100 millones. El Rey emérito firmó cuatro años después un contrato de donación con su amiga íntima, Corinna Larsen, a la que le transfirió casi 65 millones de dólares.

En un principio, Bertossa sospechó que el dinero procedía de las comisiones obtenidas por don Juan Carlos por sus gestiones para que las empresas españolas obtuvieran el contrato del tren de alta velocidad de La Meca a Medina. El acuerdo ferroviario se firmó, sin embargo, tres años después (2011) y las comisiones no se abonan con tanta antelación. No son tampoco las autoridades del país que lo adjudica las que las pagan, sino las compañías beneficiadas.

Foto: El rey Juan Carlos con el emir de Baréin. (Getty)

Ahora está claro que el dinero correspondía a un regalo que el soberano saudí hizo al Rey de España por su ayuda para organizar contrarreloj, en julio de 2008 en Madrid, una conferencia de diálogo entre religiones que ambos monarcas inauguraron. Se celebró en El Pardo con la asistencia de unos 300 clérigos de media docena de religiones. El rey Abdalá regresó a Riad el 19 de julio de 2008, pero antes de partir manifestó a don Juan Carlos que quería mostrarle su agradecimiento por sus desvelos con un regalo, según fuentes conocedoras de aquel evento.

El soberano saudí ordenó a continuación a su Ministerio de Hacienda que transfiriese los 100 millones a la cuenta de Lucum. ¿Fue legal esa operación en Arabia Saudí? ¿Malversó el rey Abdalá fondos públicos en beneficio de un jefe de Estado extranjero? ¿Cometió un delito de gestión desleal de fondos públicos, recogido en el Código Penal suizo? El fiscal Bertossa formuló estas preguntas al Instituto Suizo de Derecho Comparado.

Arabia Saudí no tiene un Código Penal. Allí rige la 'sharía' (ley islámica). Tras hacer unas averiguaciones, el instituto señaló que funcionarios saudíes habían sido condenados a hasta 10 años de cárcel y multas de 20.000 riales (5.000 euros) por malversar fondos públicos. No quedaba claro si esta jurisprudencia era aplicable al jefe del Estado saudí que además falleció en 2015.

Mallat pidió primero un tiempo para "dar su reacción" ante las preguntas sobre su designación

Bertossa buscó entonces al experto, Chibli Mallat, al que le pidió que le asesorara para determinar si el rey Abdalá había cometido o no un delito. Si su respuesta es positiva, se supone que todos los imputados han sido sus cómplices al manejar ese dinero. Don Juan Carlos no ha sido, por ahora, imputado, pero sí lo están Corina Larsen; Dante Canonica; abogado y director de la fundación panameña Lucum; Arturo Farsana, administrador de la cuenta del Rey emérito, e Yves Mirabaud, presidente de la banca privada que lleva su nombre y de la Fundación Ginebra Centro Financiero.

Chibli Mallat pidió primero un tiempo para “dar su reacción” ante las preguntas sobre su designación que le hizo llegar El Confidencial a Beirut, donde reside actualmente, y finalmente declinó responder. Para pronunciarse sobre el fondo de la cuestión Mallat “debería recurrir a tratados de jurisprudencia hanbalí [una escuela jurídica islámica]”, explica Luz Gómez García, profesora de estudios islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid y autora de un diccionario del Islam. “Los hanbalíes tienen manga ancha para lo mundano porque no aceptan conceptos jurídicos como el bien público que sí incorporan otras escuelas islámicas que podrían permitir encausar al rey Abdalá”, prosigue la profesora.

Desde una perspectiva saudí, donde el rey es todopoderoso e inviolable, asombra que la Justicia de un país europeo pregunte si es o no es legal que disponga sin cortapisas del dinero público.

¿Delinquió el rey Abdalá bin Abdulaziz al-Saúd cuando, en 2008, regaló 100 millones de dólares (83 millones de euros) a don Juan Carlos? Si el monarca saudí infringió la ley todos aquellos que después manejaron ese dinero son sus cómplices y deberán ser juzgados. Tras tres años de pesquisas, puede que sea un experto en derecho islámico el que, al dar su opinión, incite al fiscal suizo Yves Bertossa a archivar la investigación o a sentar en el banquillo a los imputados por blanqueo agravado de capitales.

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