Nosotros, los Kutayni (I)

Desmontando al clan sirio vinculado a la yihad que movía los hilos del Islam en España

Una década de investigaciones policiales, escuchas telefónicas y vigilancias trazan el poder e influencia de una familia asentada en Madrid que contaba con el histórico líder de la comunidad musulmana

Ilustración sobre el clan los Kutayni
Reportaje Alejandro Requeijo
Formato EC Diseño

La escena del reencuentro se produjo en una sala de la Terminal 1 de Barajas. Un grupo de 14 personas esperaba ansiosa la llegada del vuelo de Turkish Airlines procedente de Estambul. En su interior viajaba un joven que dejaba atrás diez años de internamiento en cárceles sirias por terrorismo. Al bajar del avión, Humman pudo abrazar por fin a sus hermanos, a su padre, Fares, y a su tío Riay Tatary, el histórico representante ante el Estado de la comunidad musulmana en España. Era un 7 de febrero de 2018 y el clan Kutayni celebraba que volvían a estar unidos.

La biografía de Humman resume la historia de su estirpe. Este periódico publicará los próximos días una serie de reportajes sobre los Kutayni, quienes llevan varias generaciones con un pie en Madrid y otro en Siria, de donde proceden. Su cara visible muestra una familia arraigada con varios de sus miembros nacidos en España, estudios en buenas universidades, cargos relevantes en instituciones religiosas y una situación acomodada gracias a un conglomerado de empresas. La cara oculta esconde 20 años dedicados a consolidar una estructura organizada, sólida y poderosa desde la que urdir planes de expansión y colaboración con Al Qaeda.

Los servicios secretos sirios informaron a España de que Manaf Mohamed Tajuddin Kutayni es el líder de una facción yihadista filial de Al Qaeda

Así lo creen las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que llevan años siguiendo la pista de esta familia. Una cantidad ingente de escuchas policiales, vigilancias e informes a los que ha tenido acceso El Confidencial trazan sus vínculos con el terrorismo yihadista, en concreto la financiación de grupos afines a la red fundada por Bin Laden en la que el clan también tiene presencia. A esto se suma una oposición secular a la familia Assad, de la rama chií, que gobierna Siria con puño de hierro desde hace medio siglo.

Humman Kutayni fue detenido por un atentado cometido en Damasco el 27 de septiembre de 2008. A las 8.45 horas, detonaron un coche cargado con 200 kilos de explosivos en el distrito de Sidi Qada, cerca de una mezquita chií. El resultado del peor ataque en la capital siria en tres décadas fueron 17 muertos, todos ellos civiles, y otros 14 heridos. Las autoridades achacaron la acción a radicales islamistas. En su declaración a las autoridades del régimen de Bashar al Assad, otro de los detenidos confesó el nombre de uno de sus colaboradores: Manaf Kutayni.

Clan Kutayni

Clan Kutayni

Según informan los servicios secretos sirios a los investigadores españoles, Manaf Mohamed Tajuddin Kutayni es el líder de una facción yihadista filial de Al Qaeda establecida en Maarat An-Numan, en la provincia de Idlib. Su ubicación entre Damasco y Alepo convirtió la ciudad en un punto estratégico de la guerra civil Siria y albergó cruentos enfrentamientos entre las tropas de Al Assad y los rebeldes integrados por una amalgama de grupúsculos, yihadistas incluidos.

Los informes sobre Manaf le ubican en puestos de mando del Jabhat Fateh al-Sham. Este grupo era considerado el más violento dentro del bando rebelde y ganaría fama internacional bajo la denominación de Frente Al Nusra por ser la marca que eligió Al Qaeda para estar presente en el avispero sirio. La negativa de otro líder radical llamado Abu Bakr Al Baghdadi a plegarse a la disciplina de Al Nusra le llevó a romper con Al Qaeda y liderar por su cuenta un nuevo grupo llamado Estado Islámico. Con los años, este movimiento y la autoproclamación del califato resultaría clave para la liberación de Humman Kutayni.

El Frente Al Nusra pasó a denominarse Hayat Tharir Al Sham fruto de la unión de varias facciones y las investigaciones sitúan a Manaf Kutayni bajo su disciplina en Idlib. Hasta ese lugar llegaban los envíos de dinero sus familiares en España. Este presunto terrorista tiene varios hijos muertos en combate, siempre según las mismas informaciones. Se llaman Taj y Safi, fallecidos en 2012 y 2017, respectivamente. Cuando las tropas de Al Assad mataron al primero, sus primos en España pusieron mensajes de condolencia en sus redes sociales. Se cree que el otro murió en un atentado suicida en Homs.

Organización de grupos terroristas

Organización de grupos terroristas

Manaf es hermano de Fares, el orgulloso padre que abrazaba a su hijo en el aeropuerto de Barajas tras una década sin verse. Es el patriarca del clan y un referente de la comunidad islámica española. Su ámbito de influencia es uno de los centros religiosos más importantes del país, la Mezquita Central de Madrid, de la que llegó a ser nombrado tesorero. Los recursos económicos que se pueden recaudar son importantes y el riesgo de desvío es alto, según los expertos en la lucha antiterrorista. En el entorno de esa mezquita, los Kutayni crearon una ONG bajo el pretexto de ayudar al pueblo sirio y enviar ayuda humanitaria.

Ilustración sobre el clan los Kutayni

La crearon el 14 de mayo de 2011, dos meses después del estallido de la guerra, y Fares puso al frente a dos de sus hijos Ammar y Bilal. El primero viajó en febrero de 2018 junto a su hermana Rim y madre Sabah hasta Estambul a recoger a su hermano recién salido de la cárcel. El viaje fue gestionado por España, según dicen los informes consultados por este periódico. Otro vínculo de la familia con el yihadismo es que el teléfono de Ammar Kutayni apareció en la agenda del teléfono de Deniz Ibrayam Redzheb, condenado por el Tribunal Supremo por su implicación en una red que captaba para Al Qaeda en la llamada Brigada Al Andalus.

Sin embargo, según la investigación, el hermano más implicado en la liberación de Humman fue Hummar, nacido en Madrid en 1982. La tesis policial es que la familia pagó dinero al Gobierno sirio para lograr la liberación en virtud de una alianza coyuntural surgida de la oposición común al Estado Islámico. Los contactos del tío Manaf habrían resultado claves para cerrar el acuerdo, pero fue Hummar el que viajó a Turquía para entregarle al menos un pago a un individuo identificado como Mohamed Bachir, también vinculado al clan familiar.

De Moncloa a la Zarzuela, los contactos de Tatary eran ilimitados. Sirio como sus familiares, en su entorno le llamaban Abu Islam (Padre del Islam)

Todas estas pesquisas desembocaron en junio de 2019 en la operación Warmor de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional en la que fueron detenidas diez personas y 14 investigadas, entre ellos varios miembros del clan Kutayni. La Audiencia Nacional decretó el ingreso en prisión para siete detenidos. Se les acusó de pertenencia a organización criminal, colaboración y financiación del terrorismo, blanqueo de capitales, fraude fiscal, falsedad documental y favorecimiento de la inmigración ilegal. Se ponía fin así a años de actividades presuntamente al margen de la Ley.

El presidente de la Comunidad Islámica de España, Riay Tatary -presente en aquella sala del aeropuerto de Barajas- emitió un comunicado tras los arrestos. Afirmaba que le habían producido un profundo dolor ya que algunos de los implicados estaban estrechamente vinculados a él. También reivindicaba el derecho a la presunción de inocencia. No especificaba qué tipo de vínculos eran los que les unían al clan, pero su mujer era la hermana de Sabah Asse, esposa de Fares Kutayni. El patriarca del clan era su cuñado.

Ilustración sobre el clan los Kutayni

Tatary ha sido siempre la cara visible y el interlocutor con políticos, alcaldes, presidentes del Gobierno o con la Zarzuela en nombre de la comunidad musulmana en España desde que se constituyó como tal hace 40 años. Sirio como sus familiares, en su entorno le llamaban Abu Islam (Padre del Islam). Sus contactos eran ilimitados como presidente de la Comunidad Islámica de España, órgano de representación de los musulmanes ante el Estado que le abría todas las puertas. Esta institución tiene además un peso fundamental a la hora de controlar los mensajes que se difunden en las mezquitas en un país con dos millones de musulmanes.

La muerte de Tatary provocó mensajes de condolencias tanto del Gobierno como de la Casa Real. Era una figura célebre en la comunidad religiosa desde la década de los ochenta. Con la ley de Libertad Religiosa se fundó la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE) y la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI). Ambas se unieron para constituir la CIE algo así como el equivalente islámico de la Conferencia Episcopal católica. Desde entonces, UCIDE y FEERI conviven enfrentadas en el seno de esa institución. Pero en todas las disputas se imponía siempre la corriente mayoritaria de Tatary.

Pese a que en público siempre mostró un contundente rechazo al terrorismo y buenas relaciones con los líderes judíos y cristianos, la figura de Tatary siempre estuvo rodeada de misterio. Así lo admiten las fuentes policiales consultadas. Después de tantos años al frente, difícilmente las actividades de su familia escaparían a su conocimiento, advierten fuentes de la comunidad musulmana. Tatary falleció a causa del Covid en el Hospital de La Paz de Madrid a los 72 años. Los servicios de Información españoles asistieron con inquietud a su relevo conscientes de que el sucesor saldría de su más estrecho círculo de colaboradores.

Ilustración sobre el clan los Kutayni

En julio de 2020 fue elegido Ayman Adlbi con un 84 por ciento de los votos en una asamblea celebrada en la Mezquita de Tetuán. Solo unos días antes también había sido designado por unanimidad sucesor de Tatary al frente de la mayoritaria UCIDE, cuya sede se ubica también en la mezquita madrileña. Sin embargo, la larga sombra de los Kutayni en la comunidad religiosa oficial no culminó ahí. Menos de un año después, la Policía Nacional volvía a poner el foco en la CIE con el arresto del nuevo presidente en una fase de la operación Warmor.

Ayman Adlbi también emitió un comunicado para explicarse. Aclaró que la Policía apenas le mantuvo detenido unas horas y mostró su malestar por tanta parafernalia. La cuestión, dijo, “se podría haber resuelto con una entrevista” en la mezquita o en la comisaría. En la misma operación fue arrestada otra persona vinculada a la UCIDE. Como al resto de la trama, se le acusaba de enviar cantidades de dinero a Siria para financiar facciones terroristas. Desde la Comisión Islámica Española (CIE) salieron en defensa de este segundo implicado.

Le describen como “una persona muy querida por todos los que conocen la verdad” y a continuación esbozaban una errática explicación que genera más incógnitas de las que trataba de despejar: “Confíamos plenamente en su inocencia y actuación de buena fe en cualquiera colecta en que hubiera intervenido, sin ninguna responsabilidad sobre destinos o desvíos finales, de haberlos habido en el interior del país de destino”.