El kamikaze de la M-50, culpable de homicidio doloso por la muerte de un joven
En una sentencia pionera en la Comunidad de Madrid, el jurado popular ha declarado probado que el kamikaze de la M-50 no actuó imprudentemente sino con dolo
El jurado ha considerado que Kevin, el Kamikaze, cuando se lanzó en dirección contraria por la M-50 el 15 de septiembre de 2019 y acabó con la vida de Víctor López, sabía lo que hacía. No quiso matar a Víctor concretamente, pero al conducir en sentido contrario se podía imaginar que podía acabar con la vida de cualquier conductor con el que se cruzase.
El hecho de que fuera bebido y diese 0,86 de alcohol en aire al soplar, para el jurado no es determinante, ya que aseguran que el alcohol le afectó solo levemente. Para justificarlo explican dos hechos concretos. Cuando iba a unos 200 kilómetros por hora, el vehículo le culeó de un lado a otro, y un borracho no tiene pericia para controlar el vehículo como lo hizo Kevin, y, por otro lado, cuando aparcó marcha atrás y puso los cuatro intermitentes, lo hizo para advertir al resto de usuarios de la vía que estaba allí, y que no se chocasen con él. Ningún borracho al volante toma tales precauciones.
La acusación particular, encabezada por la penalista y experta en siniestro viales Bárbara Royo, ha solicitado, tras la lectura del veredicto, 14 años de prisión. En su opinión, los 85.000 euros que Kevin ha depositado en el juzgado no resarcen de ninguna forma a la familia. “No hay dinero que pueda reparar el daño cometido. Los padres de Víctor están hundidos desde su muerte y en tratamiento.
Cuando un borracho mata en la carretera a un conductor que va respetando las normas, no solo le roba la vida a él, sino a toda su familia”, ha explicado Royo. Por su parte, la Fiscalía ha solicitado nueve años de cárcel, ya que sí ha aplicado dos atenuantes, la reparación del daño y la de alcoholemia al volante, que curiosamente puede acabar beneficiando al kamikaze. La defensa ha solicitado la pena mínima: tres años y medio de prisión.
El veredicto va a suponer un cambio radical en la habitual tendencia de considerar los accidentes en los que el conductor va borracho o drogado
Este veredicto va a suponer un cambio radical en la habitual tendencia de considerar todos los accidentes en los que el conductor va borracho o drogado, como homicidios imprudentes, cuyas penas son menores. “Con esta sentencia, pionera en la Comunidad de Madrid, se está lanzando un mensaje. No se pueden considerar homicidios imprudentes los siniestros viales en los que quien provoca la muerte vaya drogado o borracho. Ya está bien de violencia vial”, ha explicado Bárbara Royo en las escaleras de la Audiencia Provincial.
José, tía de Víctor, que ha luchado desde el primer momento, con este resultado hoy está “feliz porque a Víctor se le ha hecho justicia. Ojalá pudiesen caerle más años, pero nuestra letrada, que es una campeona, ha conseguido el máximo. Hoy por fin he podido sonreír algo”.
En 15 días, la Audiencia Provincial de Madrid volverá a acoger un juicio contra un conductor kamikaze, iba en sentido contrario por la carretera de Extremadura cuando acabó con la vida de un joven en Móstoles el 6 de diciembre de 2019. Como en el caso de Kevin, este conductor también iba borracho.
El jurado ha considerado que Kevin, el Kamikaze, cuando se lanzó en dirección contraria por la M-50 el 15 de septiembre de 2019 y acabó con la vida de Víctor López, sabía lo que hacía. No quiso matar a Víctor concretamente, pero al conducir en sentido contrario se podía imaginar que podía acabar con la vida de cualquier conductor con el que se cruzase.