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Pablo Iglesias cava su trinchera mediática 'plurinacional' para dar la guerra cultural
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Pablo Iglesias cava su trinchera mediática 'plurinacional' para dar la guerra cultural

No es nuevo que Iglesias intente tejer alianzas con el soberanismo. Convencer de que una reforma del Estado pasa por tender puentes. Ese será su principal objetivo en su nuevo rol

Foto: Pablo Iglesias, durante su intervención en un curso de la UCM. (Twitter @jorgeresina)
Pablo Iglesias, durante su intervención en un curso de la UCM. (Twitter @jorgeresina)

Pablo Iglesias vuelve a los medios de comunicación. Una suerte de animal mitológico que recorre su biografía. Esa 'herramienta' que fue la condición de posibilidad para el surgimiento de Podemos y de su marca personal. Como académico, los teorizó, como activista, los utilizó, y como político, los criticó. Tras su paso por las instituciones y sus siete años como secretario general de Podemos, se diría que vuelve a los orígenes, cuando se hizo con las llaves de acceso a la opinión pública, pero lo hace desde otras trincheras para dar distintas batallas culturales. El exvicepresidente colaborará en dos diarios de marcada tendencia independentista, como el catalán 'Ara' y el vasco 'Gara', además de en el digital 'CTXT', de periodismo crítico, y en tertulias de la Cadena SER y la catalana RAC1. Vuelve desde la reflexión y la calma, que escasea en los platós de televisión.

Desde el entorno del exvicepresidente, aseguran que la elección tiene que ver con los distintos públicos, de llevar su mensaje a los destinatarios diana que busca. 'CTXT' para la izquierda nacional, 'Gara' para la vasca y 'Ara' para la catalana. No es nuevo que Iglesias intente tejer alianzas con las formaciones soberanistas. Convencer de que una reforma del Estado pasaría indefectiblemente por tender puentes. Ese será uno de sus principales objetivos en su nuevo rol mediático. Es un reto, continúan señalando desde su entorno, romper la "incomunicación histórica de la izquierda española con las soberanistas".

Foto: Pablo Iglesias. (EFE)

Si en 'La Tuerka' y posteriormente como tertuliano buscaba convertir en discurso la rabia social surgida de la anterior crisis, ahora parece centrarse en canalizar la plurinacionalidad en "dirección de Estado". Una hoja de ruta que trató de impulsar desde las instituciones y que los días previos a su entrada en el Gobierno de coalición ya puso sobre la mesa, asegurando que los partidos progresistas e independentistas, entonces el denominado bloque de la moción de censura, "están llamados a asumir la responsabilidad de la dirección del Estado".

Su mensaje fue nítido en su primera colaboración semanal en 'CTXT': "La izquierda debe explorar vías confederales para la re-organización de un Estado compartido, más acordes con la plurinacionalidad y la voluntad de los distintos pueblos del Estado" y "las izquierdas diferentes al PSOE en todo el Estado deben aumentar su colaboración y compartir espacios de reflexión estratégica". Todo ello como muro de contención ante PP y Vox, porque cada vez se "hace más factible que esa victoria de la derecha y la ultraderecha se produzca".

Foto: La nueva imagen de Pablo Iglesias. (Dani Gago)

Una posición con la que inauguraba su nuevo papel como intelectual orgánico, dando la batalla política en los medios, y que explica su elección como colaborador de los diarios 'Ara' y 'Gara'. "No se milita en los partidos, se milita en los medios" o "los partidos del siglo XXI son los medios de comunicación", ha sostenido destacando que "son en última instancia los instrumentos de politización más importantes". La batalla cultural en el independentismo para romper tabús y tejer alianzas, al menos circunstanciales, frente al enemigo común.

La 'mistura' a la que recientemente apelaba Yolanda Díaz, en referencia a su salto a la política autonómica gallega de manos de un proyecto que unió a nacionalistas y federalistas. Se vislumbra un reparto de papeles. El de la ministra de Trabajo es más institucional y, por su perfil transversal, que gana enteros en todos los sectores de la izquierda según el CIS, contrarrestaría el efecto negativo en la izquierda no soberanista del acercamiento buscado por Iglesias. "Creo que deben asumir que la alianza de gobierno con el PSOE es, en esta coyuntura, necesaria para proteger la democracia e implementar la justicia social mediante políticas públicas", añadía el que fuera secretario general de Podemos en su primera colaboración mediática.

Solo dos posibilidades de gobierno

Iglesias deja atrás la transversalidad con la que se dio a conocer como tertuliano y que guio los primeros pasos de Podemos. De la guerra de movimientos a la de posiciones. De nuevo, la elección de sus trincheras mediáticas da cuenta de ello. En el actual contexto de polarización y correlación de debilidades no hay espacio para más. Resistir y movilizar. Pragmatismo que precisa también el soberanismo. Una polarización, además, que Iglesias ya no sitúa tanto entre "fascismo y democracia", como en su campaña de las elecciones madrileñas, sino entre nacionalismo reaccionario y plurinacionalidad: “La condición de posibilidad de su ascenso ha sido el españolismo más reaccionario y esa misma sería la condición de posibilidad de su permanencia en el poder. El españolismo reaccionario buscará entonces a su enemigo ideológico natural: la plurinacionalidad”. Para Iglesias, solo existen estas dos posibilidades de gobierno tras las próximas elecciones.

Foto: Iglesias, la noche del 4 de mayo, presentando su dimisión. (EFE) Opinión

El exvicepresidente ya definió este escenario como "democracia integrativa". Un constructo que habría que "empezar de cero", al entender que el bipartidismo imperfecto, en el que PSOE y PP se podían poner de acuerdo en cuestiones trascendentales para la gobernabilidad o bien con el PNV o con la antigua Convergència, "no va a volver". Una lectura con la que entró a formar parte del Ejecutivo y sobre la que el tiempo parece darle la razón, como demuestra entre otras cuestiones el bloqueo en la renovación del CGPJ.

A partir de esa lectura se arrogó que "los que tenemos responsabilidad de dirección de Estado y de trabajar la democracia integrativa somos nosotros". Cuando la formación liderada por Arnaldo Otegi anticipó su apoyo a los Presupuestos del pasado año, Iglesias volvió a reforzar esta tesis todavía inconclusa, por la que ya trabajó desde la vicepresidencia: "La disponibilidad de EH Bildu para votar sí a los PGE es una buena noticia. Demuestra responsabilidad y compromiso para avanzar con políticas de izquierdas. El bloque de la investidura se refuerza y será de legislatura y de dirección de Estado".

Asfaltar la reconstrucción de la izquierda

En esta línea se encamina la receta que Iglesias ofreció para desbloquear la renovación del órgano de poder de los jueces en su primera tertulia como expolítico en la Cadena SER. Un cambio del sistema de mayorías para que no sean los dos grandes partidos quienes decidan la renovación, sino que se haga por mayoría de los grupos parlamentarios para incluir a las formaciones independentistas.

Foto: Pablo Iglesias. (La Sexta)

"La mayoría parlamentaria debería razonar que estamos en un contexto diferente al de principios de los ochenta, en el que había dos grandes partidos y parecía razonable establecer un sistema de tres quintos en el que un partido no pudiera nombrar a dedo a todos los vocales del poder judicial. Estando en un contexto en el que ya hay muchos partidos y un Gobierno de coalición, a lo mejor sería razonable proponer que un acuerdo de grupos parlamentarios que representen a tres quintos de los votantes pueda establecer el nombramiento de los vocales", argumentaba.

Desde la primera fila y sin resignarse a ser un jarrón chino en la izquierda española, Iglesias sigue y seguirá haciendo política. Ya no desde Moncloa, pero sí desde lo que considera como los principales "dispositivos" de construcción de ideología y cultura. Lejos queda su trampolín de 'La Tuerka', que arrancó en noviembre de 2010 desde el canal comunitario del barrio de Vallecas TeleK, con la convicción ya entonces de que "el gran dispositivo mediático de nuestro tiempo, lo más importante para establecer y determinar lo que piensa la gente, más aún que la educación, la familia o la Iglesia, es la televisión, independientemente de que se transmita por satélite, por TDT o por internet". Pero vuelve a los medios de comunicación y desde ellos no dejará de tratar de intervenir para asfaltar el camino a un denominado espacio del cambio que, precisamente tras su salida, está por reconstruir.

Pablo Iglesias vuelve a los medios de comunicación. Una suerte de animal mitológico que recorre su biografía. Esa 'herramienta' que fue la condición de posibilidad para el surgimiento de Podemos y de su marca personal. Como académico, los teorizó, como activista, los utilizó, y como político, los criticó. Tras su paso por las instituciones y sus siete años como secretario general de Podemos, se diría que vuelve a los orígenes, cuando se hizo con las llaves de acceso a la opinión pública, pero lo hace desde otras trincheras para dar distintas batallas culturales. El exvicepresidente colaborará en dos diarios de marcada tendencia independentista, como el catalán 'Ara' y el vasco 'Gara', además de en el digital 'CTXT', de periodismo crítico, y en tertulias de la Cadena SER y la catalana RAC1. Vuelve desde la reflexión y la calma, que escasea en los platós de televisión.

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