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Alerta en Moncloa por el desgaste de la luz y la incapacidad para comunicar sus medidas
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Ni mercados ni partidos dan un respiro

Alerta en Moncloa por el desgaste de la luz y la incapacidad para comunicar sus medidas

Récord tras récord, el Gobierno no da con la tecla para hacer frente a la situación crítica de miles de familias vulnerables y el PSOE ve cómo lo asedian las críticas a derecha e izquierda

Foto: La ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera. (EFE)
La ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera. (EFE)

El nerviosismo se apodera de Moncloa. La escalada del precio de la luz va en aumento. El Gobierno no consigue frenar el incremento con las medidas ya impulsadas y, aunque defiende su actuación, comienza a acusar un desgaste que no cesa. Están con el agua al cuello y no dan con la tecla para dar un golpe de timón. Desde el Ejecutivo entienden que, más allá de las decisiones que puedan adoptar, tienen que hacer una campaña de pedagogía y poner sus esfuerzos en explicar la complejidad del asunto y las labores que están realizando. Mientras, Unidas Podemos obvia los canales de coordinación internos y ya pide a los españoles que salgan a la calle para clamar contra la situación. La derecha aprieta y los sindicatos amagan con movilizarse.

Se trata de un ámbito que afecta especialmente a los más vulnerables y a las pequeñas empresas y choca de lleno con el mensaje que busca trasladar Moncloa en este nuevo curso político: recuperación justa sin que nadie quede atrás. El precio del megavatio hora no da tampoco el respiro esperado este miércoles, momento en que alcanzará un nuevo récord de 132,47 euros, el tercero consecutivo. Agosto ha pulverizado todas las marcas, septiembre comienza con la misma tendencia y las previsiones apuntan a que los precios sigan disparados hasta bien entrado 2022.

Este martes, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, trataba de poner el foco en esa agenda social del gabinete, pero rápidamente vio cómo la mayoría de preguntas giraba en torno a la coyuntura energética y a la aparente incapacidad de Pedro Sánchez de darle la vuelta a la crisis. Sin abordar a fondo la cuestión, la manchega trató de capearlas. Con la incomodidad cada vez más palpable, se decantó por cerrar el turno de la prensa cuando aún quedaban varias manos levantadas y cuando las intervenciones giraban en torno al mismo tema.

Foto:  La ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez. (EFE)

Fuentes gubernamentales apuntan que son conscientes de la delicada situación y que por eso están tratando de ir un paso más allá en cuanto a explicaciones se refiere. "Hay que hacer un esfuerzo para explicarlo bien", señalan estas fuentes. Creen que es un asunto que tiene muchos matices y aristas detrás y que, precisamente por esto, deben dedicar tiempo a detallar sus acciones, a desglosar la forma en que funciona el sistema, así como las medidas que pueden y que no pueden tomar.

La persona que debe encarnar esas explicaciones, consideran estas fuentes, es Teresa Ribera, la titular de Transición Ecológica, que ya compareció este lunes en el Congreso con intervenciones que no convencieron a la oposición y que tampoco les permitieron trasladar una imagen clara a la sociedad de por dónde pasa la solución y por qué no son capaces de paliar el problema de forma significativa. Ribera pidió empatía a las eléctricas, rechazó dar la batalla en Bruselas para intervenir los precios, lo que le valió el desplante de UP, y sacó pecho por haber bajado el IVA del 21 al 10% y haber suspendido el impuesto del 7% a la generación eléctrica.

Asedio a izquierda y derecha

La propia Rodríguez insistió en varias ocasiones en que es un tema que ocupa y preocupa y que desde el Gobierno se afronta con "absoluta sensibilidad". "Estamos dispuestos a analizar todos los escenarios", llegó a decir la socialista, que la segunda vez que le preguntaban por sus socios de coalición terminó replicando que "lo difícil es gobernar y lo sencillo, quizá, sea la reivindicación".

Las críticas asedian por derecha e izquierda. En el PP, la portavoz, Cuca Gamarra, calificó el Ejecutivo de "impotente", "que se rinde". "Obliga a los españoles a pagar en agosto la luz más cara de la historia", aseguró la diputada en una publicación en su perfil de Twitter, pidiendo a Sánchez que, si no es capaz de ofrecer "soluciones", acuda a las urnas. Los populares ya han prometido una ley para sacar los costes energéticos del recibo y el secretario general, Teodoro García Egea, les afeó que hayan "tirado la toalla". Desde Vox, por su parte, están aprovechando la coyuntura para vincular a la izquierda con las élites y elevarse como defensores de las clases bajas frente a un PSOE y UP que no son capaces de frenar algo tan impopular como una factura elevada de la electricidad.

En la izquierda, el ambiente también se está convirtiendo en irrespirable para Ribera y el resto del Consejo de Ministros. Podemos salió este martes reclamando movilizaciones a la ciudadanía después de que la ministra rechazara intervenir los precios. "Es intolerable. (...) Un Gobierno progresista no puede agachar la cabeza", rezaba una publicación de Podemos Andalucía horas antes. Más País-Compromís y Nueva Canarias habían solicitado una comisión de estudio en el Congreso que acabó apoyando la encargada del departamento competente con los morados presionando para que se sumaran.

Facua ya ha acusado a Ribera de estar poniendo "excusas", mientras que Comisiones Obreras avanzó que estudia movilizarse para aumentar la tensión sobre el Ejecutivo central, tal y como transmitió Unai Sordo en una entrevista radiofónica.

El nerviosismo se apodera de Moncloa. La escalada del precio de la luz va en aumento. El Gobierno no consigue frenar el incremento con las medidas ya impulsadas y, aunque defiende su actuación, comienza a acusar un desgaste que no cesa. Están con el agua al cuello y no dan con la tecla para dar un golpe de timón. Desde el Ejecutivo entienden que, más allá de las decisiones que puedan adoptar, tienen que hacer una campaña de pedagogía y poner sus esfuerzos en explicar la complejidad del asunto y las labores que están realizando. Mientras, Unidas Podemos obvia los canales de coordinación internos y ya pide a los españoles que salgan a la calle para clamar contra la situación. La derecha aprieta y los sindicatos amagan con movilizarse.

Luz
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