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Más de 2.000 muertes en la quinta ola, un triste dato que esconde una buena noticia
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Más de 2.000 muertes en la quinta ola, un triste dato que esconde una buena noticia

En la comparación con olas anteriores se comprueba que las vacunas han evitado muchos fallecimientos por covid-19 este verano

Foto: Cola para vacunarse en la FIRA de Barcelona el 4 de agosto de 2021. (Reuters)
Cola para vacunarse en la FIRA de Barcelona el 4 de agosto de 2021. (Reuters)

Medir la evolución de la pandemia del SARS-CoV-2 solo con los datos de fallecimientos puede llevar a engaño. ¿Han muerto más personas por covid-19 este verano que en el de 2020? Sí. ¿Es eso una mala noticia? Es evidente que también: cualquier fallecimiento por covid-19 es lamentable. Pero lo que ha pasado en los dos últimos meses es la prueba de que las vacunas están funcionando muy bien. Sin ellas, y con un nivel tan alto de transmisión del virus, el número de personas muertas habría sido mucho mayor, como demuestran los datos de olas anteriores.

El fin de la mayoría de restricciones asociadas al estado de alarma, el fin del curso escolar, el aumento de la movilidad y la esperable relajación de la población tras casi año y medio de pandemia provocaron un crecimiento de los contagios casi hasta niveles de la tercera ola sufrida a principios de año. Pero el número de fallecimientos se ha quedado bastante lejos.

La tendencia comenzó a cambiar a finales de junio, con un promedio de unos 3.300 casos diarios, el suelo desde comienzos de agosto de 2020. Unos días después, el 2 de julio, hubo solo dos muertes, la cifra más baja en un año. Pero, a partir de ahí empezaron a subir también los fallecimientos. Con los últimos datos disponibles, aún por consolidar, el día con más muertes de esta quinta ola ha sido el 15 de agosto, con 82. En total, entre el 1 de julio y el 23 de agosto han fallecido 2.204 personas por covid-19 en España, aunque la cifra subirá cuando se corrija la infranotificación de los días más recientes.

El número de muertes notificadas es mayor: 2.644, tras las 190 añadidas por el Ministerio de Sanidad en su último informe diario. Ese nùmero nunca se corresponde con las muertes por covid-19 producidas el día anterior. Un ejempo de las 319 muertes añadidas este martes a la serie histórica que publica el Instituto de Salud Carlos III con datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE), solo dos estaban fechadas el día anterior. El grueso eran de la semana pasada y alguna incluso de abril.

La comparación con la tercera ola

El primer gráfico muestra la evolución de los casos y las muertes desde el comienzo de la tercera ola, en la primera quincena de diciembre de 2020. La línea azul pinta los nuevos contagios diarios por cada 100.000 habitantes y la línea roja, los nuevos fallecimientos diarios por cada millón de habitantes. En ambos casos, las cifras son una media móvil de siete días para suavizar los picos.

Foto: Punto de vacunación masivo instalado en el WiZink Center de Madrid. (EFE)

En la tercera ola, el promedio de nuevos casos superó los 70 por cada 100.000 personas. En la última semana de enero, la incidencia acumulada traspasó la barrera de los 1.000 casos por 100.000 en los últimos 14 días. El pico de nuevas muertes llegó a las 11 por millón, después de varios días rozando los 600 fallecimientos.

En la cuarta ola, la relación entre casos y muertes ya comenzó a cambiar, y en la quinta el panorama ha sido muy diferente. Ha habido muchísimos casos (el valor más alto es un 75% del registrado en la tercera ola), pero muchas menos muertes: 1,6 por millón el día que más, a la espera de que se consoliden los datos de los últimos días.

Por comunidades, donde más muertes ha habido en la quinta ola en relación con su población ha sido en La Rioja. Allí han muerto 35 personas por covid-19 desde el 1 de julio, casi 110 por cada millón de habitantes. Es tres veces más que en la Comunidad Valenciana, Navarra y Madrid. El promedio nacional en estos casi dos meses ha sido de 47 muertes por millón. Por comparar, entre el 20 de diciembre y el 10 de febrero, un plazo de 53 días, como entre el 1 de julio y el de 23 agosto, hubo 17.938 muertes por covid-19 en todo el país, 379 por cada millón de habitantes.

De los 35 fallecimientos en La Rioja, 21 han sido en residencias. En total, de las más de 2.000 muertes desde el 1 de julio, casi 400 se han producido en centros residenciales, según el último informe publicado por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) con datos hasta el 15 de agosto. En poco más de un mes se ha pasado de solo una muerte semanal a 151.

Todos esos fallecimientos siguen siendo muchos, aunque en ningún caso se pueden achacar a que las vacunas no funcionen. Al contrario, su eficacia está más que demostrada y sin ellas habría habido muchos más fallecimientos. No son una herramienta que consigan erradicar el virus de un plumazo, aún menos si hay una parte importante de la población sin vacunar. Si hay muchos contagios, y durante esta quinta ola los ha habido, va a haber muchas hospitalizaciones y bastantes muertes, aunque afortunadamente sean menos que en anteriores olas.

Medir la evolución de la pandemia del SARS-CoV-2 solo con los datos de fallecimientos puede llevar a engaño. ¿Han muerto más personas por covid-19 este verano que en el de 2020? Sí. ¿Es eso una mala noticia? Es evidente que también: cualquier fallecimiento por covid-19 es lamentable. Pero lo que ha pasado en los dos últimos meses es la prueba de que las vacunas están funcionando muy bien. Sin ellas, y con un nivel tan alto de transmisión del virus, el número de personas muertas habría sido mucho mayor, como demuestran los datos de olas anteriores.

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