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Los papeles secretos del contrabando: medio siglo de picaresca y chivatazos
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Los papeles secretos del contrabando: medio siglo de picaresca y chivatazos

Lucas, agente de aduanas, ha reunido decenas de actas, informes y denuncias anónimas. Ahora que roza su jubilación, este fragmento de la historia del contrabando español ve la luz

Foto: Una de las denuncias anónimas enviadas a la Delegación de Hacienda en Badajoz, fechada en 1974. (EC)
Una de las denuncias anónimas enviadas a la Delegación de Hacienda en Badajoz, fechada en 1974. (EC)

A Lucas, nombre ficticio, no le bastaba con atesorar recuerdos en su memoria que narrar algún día a su nieto. Con cerca de cuatro décadas como agente de aduanas a las espaldas, sigue sintiendo hoy la misma "pasión" de sus primeros días. La que se aprecia cuando ojea su colección de decenas de manuscritos, notas mecanografiadas, informes, actas y cartas —un retazo de la historia del contrabando español— que salvó de la quema a la que estaban destinadas.

"Cuida todos tus recuerdos, porque no puedes revivirlos", escribió Bob Dylan. Pero Lucas, al menos, sí puede tocarlos, como si cada vez que lo hace rejuveneciese por momentos y volviera a ser aquel joven que se integró en 1983 en el recién bautizado Cuerpo de Vigilancia Aduanera.

"Hace unos ocho años, mis compañeros empezaron a vaciar y limpiar los armarios de la oficina y pretendían tirar todos estos documentos", recuerda. "Yo eché un vistazo a lo que había y vi algunos papeles muy interesantes", comenta. "Parte de ellos estaban escritos por quienes habían trabajado mucho antes que nosotros en estos temas y que detallan las primeras actuaciones que se hicieron, muestran cómo se trabajaba décadas atrás... Son un recorrido histórico", expone, entrevistado por El Confidencial. "Me dediqué a ir seleccionando documento por documento", declara, hasta acumular más de dos kilos de papel.

Foto: (Foto: Reuters)

Su colección particular —las cartas más antiguas están fechadas en los años cincuenta y la más reciente, en 1998— recorre la evolución del contrabando español durante la segunda mitad del siglo XX. En ella, se incluyen misivas acusatorias que, anónimamente o no, fueron enviadas a las autoridades y en las que se delataba a traficantes de tabaco, drogas, café u otras mercancías. También, actas de aprehensión de los productos requisados, informes que narran los modos de actuar de los contrabandistas y la interesante correspondencia entre los responsables policiales y sus confidentes.

Y, más allá de la anécdota, constatan lo que para muchos fue el día a día en la gris y rural España autárquica, cuyas fronteras cerradas no hicieron sino acrecentar la picardía ibérica; en la mayoría de las ocasiones, por pura supervivencia. En especial, este fenómeno se produjo en la linde entre Extremadura y Portugal, una zona conocida como la Raya.

[Clique en cada uno de los documentos para ampliar y leer al completo]

El café y el tabaco eran con lo que más se traficaba en la Raya, explica Lucas. El primero, escaso y muy gravado, era casi un lujo, y el segundo, al igual que otros artículos, como los sellos, formaba parte de la lista de productos estancados, sobre cuya distribución el Estado tenía el monopolio y era necesaria la autorización gubernamental para comercializarlos. "Las aduanas tenían entonces mucha importancia estratégica para controlar la entrada y salida de los productos del país", explica. Pero la difusa frontera entre Extremadura y Portugal permitió que la zona fuese una de las más activas para el transporte ilegal de mercancías, ya fuese a pie —por parte de los llamados 'mochileros'—, a caballo u ocultándolas en coches y autobuses, tal y como se aprecia en múltiples documentos de su archivo.


Madriz (sic), 14 de septiembre de 1970

Muy señor mío:

Soy un viajero asiduo de la línea Badajoz-Madriz (sic) y viceversa y he podido comprobar que en los coches de [empresa de autobuses anonimizada] que hacen el mencionado recorrido transportan café en cantidaz (sic) y lo dejan en Miajadas, Trujillo, Navalmoral [de la Mata] y Talavera de la Reina.

Los números de los coches a vigilar son 270, 272, 292 y 285 y el de Trujillo, que ignoro el número.

Normas para cogerles: hay que esperar a que se fíen sin ver a nadie antes. Presentarse y echar el alto a los coches. El café lo meten en el hueco de la puerta del conductor e incluso en el hueco del motor, que es central. Tendrían que ir varios, ya que, de lo contrario, desaparecerá. Son muy hábiles.

No olviden que hay que aprovechar el último minuto de ambas salidas.

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31 de julio de 1967

Señores de Acienda (sic):

Les comunico que en el coche que biene (sic) de Alburquerque a Badajoz, matrícula [omitida], en el centro del coche ai (sic) una tapadera con cuatro tornillos y debajo ai (sic) una tranpa (sic) llena de café. Este coche llega a las nuebe (sic) de la mañana del lunes.

Es seguro.

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Acta de detención/decomiso.

Delegación de Hacienda. Servicio de Vigilancia Fiscal. Cáceres

Conductor: [Anonimizado], nacido en Carmonita (Badajoz), domicilio [anonimizado]

Propietario del vehículo: [Anonimizado]

Vehículo: Marca [anonimizada] (furgón), matrícula [anonimizada]

Día de la aprehensión: 29 de junio

Cantidad: 360 kilos de café, envasados en cajas de cartón, con exteriores color blanco, precintadas con papel ancho, con capacidad para unos 40 kilos cada una, de muy aceptable presencia.

Las cajas parecen ser de fabricación extranjera; tal vez, portuguesas, de donde es presumible que la introducción del café se realice en estos mismos envases (posiblemente a través de la misma aduana) simulando cualesquiera otro producto o mercancía.

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Algunas de estas denuncias anónimas, en las que sus autores detallan gran cantidad de datos sobre los sospechosos de contrabando —y a los que suelen referirse por sus apodos—, permitieron a los agentes de aduanas detener a quienes infringían la ley. Los kilos de mercancía requisados figuran, escritos a mano, en las propias cartas. "El valor monetario de una parte de lo que se intervenía, correspondía a los aprehensores, a modo de recompensa; era una forma de incentivar a los funcionarios", explica Lucas. "Cuando yo entré, esta práctica ya estaba en desuso", declara.


Badajoz, 27 de diciembre de 1974

​Sr. Representante de Tabacalera S.A.

Muy Sr. Mío:

Como expendedor dependiente de esa Representación número [omitido], me dirijo a Vd. para hacerle saber el perjuicio económico que están ocasionando a mi expendeduría varios bares dependientes de mi expendeduría que ni tienen permiso para vender y se surten de otras expendedurías del centro de la capital, estando en mi acera a unos 50 metros o 100.

Dichos bares son: [omitido].

Ruego a Vd. tome las medidas convenientes para no seguir perjudicando a mis intereses.

[A mano, escrito por un agente]: 16 de enero de 1975

Bar 1: 70 paquetes [de tabaco] de distintas marcas

Bar 2: 37 paquetes de distintas marcas

Bar 3: 54 paquetes de distintas marcas

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Muy señor mío:

Le escribo estas cuatro letras para que vallan (sic) por la mañana a la Torre Miguel Sesmero (Badajoz), que sale el coche de [empresa de autobuses anonimizada] de allí por la mañana, que ba (sic) cargado de café en la maleta del coche atrás.

Ballan (sic) sin falta por la mañana. Ocho de la mañana. Va cargado de café a Almendralejo. Lleva mucho café y lo pueden coger. Coche número 70.

[Anotación manuscrita por un agente]: Día 3 de octubre de 1973. Aprehendidos 15 kilos de café sin reo.

En otras ocasiones, las denuncias ciudadanas no surtían efecto, tal y como acreditan algunos de los documentos del archivo personal de Lucas, en los que las anotaciones manuscritas por parte de los agentes aduaneros dan fe del "resultado negativo" de las operaciones.


Badajoz

Señor delegado de Acienda (sic)

Ilustrísimo señor:

La presente es para manifestarle que, habiendo en este pueblo de La Garrovilla (Badajoz) un señor comerciante llamado [nombre omitido] y tiene el comercio en la calle [omitida]; este señor va todos los sábados a Badajoz y regresa los lunes por la mañana. Sale de Badajoz sobre las siete y media de la mañana, en su coche, un [omitido] gris claro de matrícula [omitida]. Dicho señor se trae sus buenos kilos de café portugués para vender luego a 160 pesetas el kilo.

[Anotación manuscrita por un agente]: Efectuado reconocimiento al vehículo el día 3 de mayo de 1974 con resultado negativo.

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Parte de las denuncias —anónimas o no— estaban motivadas por la simple competencia comercial, tanto entre distribuidores de productos de contrabando, como por parte de vendedores con licencia, titulares de expendedurías de tabaco, que se quejaban del perjuicio que les suponía el intercambio ilegal. En otras ocasiones, en esta correspondencia entre los agentes y sus confidentes, estos últimos llegan incluso a regañar a los primeros por sus despistes, por dejar pasar la oportunidad de requisar ciertas mercancías. Y confiesan su temor a ser descubiertos como 'chivatos'. El estilo de vida rural, propio de todos los pequeños pueblos de la zona rayana, dificultaba que los denunciantes pudieran mantener su anonimato.


Oi (sic) lunes recibí su carta y le diré que [anonimizado] sigue trabajando. Lo lleva él a las casas por la noche, pero poca cantidad y [anonimizado] se lo lleva a [anonimizado], a [anonimizado] y a [anonimizado].

Allí, en un hueco que estaba medio caído tenía kilos, 28, y no lo bieron (sic) ustedes. Por aquí, la benta (sic) está fatal. A mí no me lo quieren traer [café de contrabando] y estoy arta (sic).

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1 de febrero de 1968

Le pongo estas cuatro letras para decirle a Vd. que ayer se dejaron engañar en la guerta [huerta] en la que estubieron (sic) Vds. Había 400 kilos, estaban un poquito más allá de la guerta (sic), entre unos llervagos [yerbajos] secos.

Estaban repartidos hechos paquetes de 10, 20 kg., todos casi juntos. Qué buen golpe se le fue a Vds. de tan cerquita que lo tenían donde estuvieron rejistrando (sic).

Se lo digo porque él mismo me lo a (sic) dicho. Él y su mujer estuvieron aquí en mi casa anoche. Estaban los dos repartiendo café en el coche como dos desesperados y me lo contaron todo. (...) Esos kilos los habían traído de Portugal. Pues yo le digo que a Portugal ba (sic) cada 8 o 15 días a pagar el café.

Tengan cuidado con lo que le dicen asiba [a ver si va] a pensar que soy llo (sic) la que le digo las cosas.

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(...) Le digo que su carta benía (sic) casi abierta y me da miedo que me quiten el poco negocio que tengo si se enteran.

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28 de mayo de 1969.

Puebla de Sancho Pérez (Badajoz)

Sr. Fiscal:

Muy Sr. Mío:

En otra ocasión, me dirijo a Vd. para exponer que me encuentro muy perjudicada por haber muchos puestos de reventa en este pueblo; alguno sin autorización. Y los autorizados tampoco se surten lo debido, por lo que desearía hicieran una inspección, haber [a ver] si pudieran conseguir algo en este asunto que tanto me tiene perjudicada.

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(...) Por fabor (sic), no bengan (sic) a mi casa porque la gente se entera de todo y me van a quitar el poco negocio que tengo.

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Delegación de Hacienda. Servicio Especial de Vigilancia Fiscal. Jefatura Provincial de Badajoz

Comparecencia

En el día de la fecha 18 de junio de 1970, ante esta Delegación de Hacienda, y para presentar denuncia sobre la existencia de géneros de contrabando en la localidad de Jerez de los Caballeros de esta provincia, comparece la vecina de Oliva (de la Frontera, municipio de Badajoz) [anonimizado], domiciliada en calle [anonimizado], siendo los extremos de la denuncia, que efectúa con todos los requisitos exigidos por la Ley, dando su nombre y con derecho a premio, los siguientes:

(...) La vecina de Jerez de los Caballeros [anonimizado], que vive en la carretera de Badajoz-Fregenal, se dedica a la reventa de café y lo guarda bajo la pila de lavar y en otros lugares de su casa.

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"Antes, tenían más peso las Jefaturas Provinciales; ahora, las operaciones suelen estar más centralizadas y regidas desde Madrid", compara Lucas. Como atestiguan algunos de los documentos de su archivo, ciertas actuaciones para combatir el contrabando eran ejecutadas de forma coordinada y era habitual el intercambio de información entre varias Jefaturas, generalmente limítrofes. En el caso de Cáceres, con la de Salamanca.

Delegación de Hacienda. Servicio Especial de Vigilancia Fiscal. Jefatura Provincial de Salamanca

Te adjunto fotografías y afiliación de tres de los contrabandistas que habitualmente actúan en tu zona. Todos ellos, son de esta provincia [Salamanca]. Trafican especialmente tabaco. El cabeza de ellos es [apodo anonimizado].

Fotografía 1: [Nombre y apodo anonimizados] antes era barman, ahora, compraventa de coches.

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Extremadura, 'zona caliente'

Extremadura, durante el siglo XX, siempre fue una 'zona caliente' en el mapa del contrabando. Su distribución geográfica —fronteriza con Portugal, delimitada al sur por el río Guadiana— ofrecía facilidades para esta práctica.

En Cáceres, a 22 de enero de 1974

Un tal [anonimizado] (de Campomajor y vive en Casteloblanco, o al revés), que trabajó en tiempos, bastante, en el contrabando de café, ahora se dedica al de tabaco en unión de un tal [anonimizado].

El dueño entra en España, posiblemente, por la frontera de Villanueva del Fresno el día que vienen a cargar. La carga la efectúan a unos 6 kilómetros de Olivenza a Badajoz, por las proximidades del río Guadiana, para lo cual entran el tabaco en una barca la noche anterior y lo esconden entre la abundante maleza hasta el día siguiente, que la cargan en los coches.

El dueño, [anonimizado], entra en España con otro portugués, de 45 a 50 años de edad, bajo, regordete, llamado [anonimizado], en un [anonimizado] color rojo. (…) En el bar [anonimizado] lo espera un tal [anonimizado], de Madrid, de unos 30 años, fuerte, de cara muy colorada, que habitualmente lleva un jersey de color gris.

El portugués del coche rojo se entrevista con ellos, seguramente para cobrar la mercancía pasada de contrabando y los dos coches siguen su marcha con dirección a Madrid.

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Según escribe Eusebio Medina, doctor en Sociología y profesor de la Universidad de Extremadura, durante la posguerra, el contrabando de la frontera luso-hispánica era considerado "como una actividad ilegal por las autoridades, quienes sentían la obligación de erradicarlo, mientras que para la mayoría de los 'rayanos' era una más de las ocupaciones socioeconómicas tradicionales en la zona, sin las connotaciones peyorativas o de marginación social que los representantes del poder procuraron siempre atribuirle". "La frontera ofrecía muchas más oportunidades y posibilidades para el desarrollo del contrabando que los territorios del interior. Las diferencias significativas de precio y de calidad en numerosos productos favorecían el comercio ilegal", relata en uno de sus artículos.

En su libro 'Contrabando en la Raya de Portugal', editado por la Diputación de Cáceres, Medina describe la introducción de mercancías ilegales como un "complejo" fenómeno que tenía "en la discreción y la confidencialidad sus mejores armas": "Era practicado por las clases acomodadas —contrabando de las élites—, que se diferenciaba sustancialmente del practicado por la gente común —contrabando tradicional—, aunque a veces, entre ambos, se trabaron compromisos y alianzas".

Las diferencias de género, expone, también eran significativas. "Las mujeres desempeñaban generalmente funciones relacionadas con la venta y la distribución de las mercancías, mientras que los hombres se ocupaban, más bien, de la compra en los lugares de origen y del transporte hasta los puntos de venta; no obstante, hubo muchas mujeres que fueron a buscar cargas a Portugal", indica en uno de sus artículos.

Juego ilegal, droga y estaño

Sin embargo, no todas las denuncias que recibían los agentes de Aduanas alertaban sobre café y tabaco de contrabando. O no solo. Algunas cartas advierten sobre cultivos de droga, actividades amorales —una de ellas, fechada en 1998, describe una esperpéntica escena vinculada al juego clandestino— o denunciaban la venta ilegal de estaño.

Tal y como indica 'El patrimonio minero de Extremadura', editado por el Instituto Minero y Geológico de España, la extracción del wolframio y el estaño "vivió una situación excepcional durante la Segunda Guerra Mundial, que se repitió posteriormente durante las guerras de Corea y Vietnam", por lo que "la gran demanda del metal desató una actividad febril en Extremadura, Galicia y las provincias de Salamanca y Zamora y una buena parte de los minerales se vendían en contrabando para evitar los precios tasados".

Para entregar al inspector. 7 de septiembre de 1998.

Al Ministerio de Heconomía (sic) y Acienda (sic). Servicios de Vijilancia (sic) Aduanera.

En Zarza La Mayor (Cáceres) se encuentra abierto un bar llamado [anonimizado] junto a un taller mecánico y se dedica a la droga y benta (sic) de tabaco rubio. Y tiene instaladas máquinas de juego que no están legales.

Es arrendatario [anonimizado] y dueño del local, [anonimizado]. Cada domingo, tienen montado un bingo, da cartones el sábado y juegan el domingo a las doce de la noche.

Da bergüenza (sic) lo que tiene montado este [anonimizado] todos los fines de semana. En ese plan lleba aciendo (sic) un bingo con bevida (sic). Cada noche ay (sic) escándalos asta (sic) las siete de la mañana.

Tos [todos] borrachos. Mi hijo dice que todo lo que bende (sic) es bevida (sic) mala. Está boceando (sic) un bingo que no es legal con menores de 10 años. Es una bergüenza (sic). Tienen a los menores de edad perdidos en borracheras cada fin de semana.

Es una bergüenza (sic) el escándalo que se ajunta [junta] cada fin de semana con todos los porreros (sic) de Zarza la Mayor.

En este bar se están proyectando pilículas (sic) de porno a menores de 10 años asta (sic) las tantas de la madrugada. Noches de enpezar (sic) a las once y terminar con el vingo (sic) y las películas porno a niños y niñas. Salen los niños y las niñas perturbados y bevidos (sic) y de borviendo [devolviendo, vomitando] con la clase de chuletas de carne que está asando con cartones aumadas (sic).

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Delegación de Hacienda. Servicio de Vigilancia Fiscal. Cáceres.

9 de julio de 1982.

Origen: anónimo (teléfono)

Grado de credibilidad: dudoso

Se ha recibido en esta Jefatura Provincial (conferencia telefónica en la que el destinatario era "el jefe de la persecución del contrabando) la siguiente información o denuncia relativa al cultivo de cáñamo indiano [cannabis]:

"Denunciamos que en los campos de la Vera (Cáceres) se ha sembrado una parcela con 'hierba', con unas dos mil plantas, que son de una 'chica' de Madrid, amiga de [omitido]. Estos son una partida de C. [cabrones] y H. P. [hijos de puta] que engañan a 'to Dios' y hay que 'darles el palo'".

(...) Resultado: Infructuoso (hasta la fecha). Siguen las actuaciones.

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Torrecilla de los Ángeles (Cáceres), a 16 de septiembre de 1969

Muy señor mío, señor yspestor (sic) de Acienda (sic):

Después de saludarle paso a decirle lo siguiente: que aquí se encuentra un contravando (sic) o yo, para mí, por lo menos lo trato como contravando (sic). Aprosimadamente (sic) son 200 kilos de mineral de estaño de las minas de aquí. Balor (sic) aprosimadamente (sic) de 24.000 pesetas. Ese jénero (sic) se encuentra camuflado en el bar [anonimizado].

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Orencio y la longeva memoria

"A veces, te tocaba entrar en un domicilio en el que había más miseria que café", declara a El Confidencial Orencio Carrascal, agente jubilado, nonagenario, con 42 años de servicio en el currículo en el Servicio de Vigilancia Fiscal, el cuerpo que cambiaría su nombre en 1982 por el de Servicio de Vigilancia Aduanera. En la frontera con Portugal, explica, "mucha gente se dedicaba al contrabando, porque había mucho paro, mucha penuria, mucha carencia y mucha hambre, especialmente en Extremadura".

En territorio luso, a pocos kilómetros de la Raya, "había factorías torrefactoras que hacían parte del café 'al gusto español', más dulce, ya que sabían que parte de su producción iba a acabar, en muchos casos ilegalmente, en nuestro país", recuerda.

Madrid, 18 de octubre de 1963

El Ilustrísimo Sr. Inspector General de este Servicio (...) ha dispuesto se felicite a los Jefes Provinciales de Cáceres y Badajoz y demás inspectores que intervinieron en el siguiente servicio:

A las 4:30 horas de la madrugada del día 10, y en las proximidades de Cáceres, funcionarios del Servicio de Cáceres y Badajoz intentaron detener al turismo marca [omitida], matrícula [omitida], del que se tenía noticia se dedicaba al transporte de café de contrabando.

Lejos de atender las señales que se le hicieron, se dio a la fuga, por lo que se vieron precisados los funcionarios a efectuar un disparo sobre una de las ruedas, consiguiendo alcanzarle, a pesar de lo cual, continuó su marcha durante 3 kilómetros a la máxima velocidad que le permiía su estado.

Los ocupantes, amparados en la noche, consiguieron huir, no sin antes prender fuego al vehículo que transportaba 600 kilos de café, de los que pudieron ser salvados cerca de 400 por los perseguidores, que llegaron inmediatamente al lugar del incendio.

El café recuperado y el vehículo han sido puestos a disposición del Tribunal Provincial de Contrabando y Defraudación de Cáceres. Lo que me es grato comunicarlepara su satisfacción y la del personal de esa Jefatur que intervino en dicho servicio.

Dios guarde a Vd. muchos años.

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"Gracias a las confidencias y soplos, que llegaban por teléfono o por carta a la Delegación de Hacienda y eran esenciales en nuestro trabajo, conseguíamos la información para actuar", declara a El Confidencial, tras rememorar algunas operaciones que se saldaron con la aprehensión de más de una tonelada de café. "Serían unas 10, pero esas no se olvidan en la vida", narra el agente jubilado, quien, en los años cincuenta, cambió la placa de policía en Madrid por un destino en Cáceres como parte de lo que hoy es el cuerpo armado de la Agencia Tributaria, dependiente del Ministerio de Hacienda. "Pero lo habitual era el menudeo, los 'mochileros' que, cuando les localizábamos, soltaban la carga, de unos 20 kilos, y salían corriendo", relata. "Otros iban a caballo, con unos 80 kilos encima, e incluso lo llevaban hasta Madrid", añade.

Badajoz, a 23 de spetiembre de 1967

Habiendo recibido en mi propio domicilio una denuncia secreta, en la que el denunciante pretende que no sea conocida su identidad, pero sin renunciar al posible premio que en su día pudiera corresponderle, en la que dice que el vecino de Mérida [omitido], con domicilio en la carretera [omitido], ha recibido en la madrugada de hoy un cargamento de café, el cual lo oculta en su mayor parte en la ribera del río, a la altura de los viveros, y que al anochecer coge una barca que tiene frente a su casa y va a recoger la cantidad de kilos que tiene concertados en venta, es por lo que pongo en su conocimiento, por si tiene a bien disponer el servicio como lo considere más conveniente para la aprehensión del café y captura del referido [anonimizado].

Dios le guarde a Vd. muchos años.

El agente [anonimizado]

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"Para malvivir, se dedicaban a eso", indica. "Algunas veces, daba pena detenerlos; eran pobre gente que no tenía que comer y dar de comer a su familia. Pero así es la vida, así estaba legislada la persecución del contrabando y había que hacer de tripas corazón", expone. Los agentes de la ley tampoco se libraban de las penurias: "Hubo épocas de mucha actividad, donde no había ni noches ni festivos y había que moverse adonde te mandaran. Otras veces, pasabas horas y horas, días y días, esperando en el coche, haciendo vigilancia", narra. "Podían llamar a la Delegación y avisar: 'Vayan ustedes a casa de Fulano de tal, que acaban de meter tantos kilos...', y tenías que activar todos los trámites inmediatamente. En ocasiones, las denuncias no eran ciertas o estaban equivocadas...".

Jefatura Provincial de Badajoz.

1 de junio de 1969

Por conferencia telefónica desde Villanueva de la Serena, una persona en calidad de denunciante secreto me ha comunicado que durante esta madrugada en la casa señalada con el número [omitido] de la calle [omitida], cuyo propietario es el vecino del mismo, de profesión [omitida], han introducido una partida de café portugués, que lo esconden en el patio, por lo que lo pongo en su conocimiento por si tiene a bien disponer que a la menor brevedad posible se lleve a efecto el servicio con el personal que considere más idóneo.

La persona denunciante desea que no sea revelada su identidad, pero sin renunciar al posible premio que la Ley le concede.

Dios le guarde a Vd. muchos años.

El Subjefe Provincial

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Preguntado si, tras un cuarto de siglo jubilado, echa de menos su trabajo, Orencio es tajante: "No, ni mucho menos. Fue una liberación jubilarme. Era muy triste para mí, y me daba mucho que pensar. Era pobre gente ganándose la vida. Y pasaban tanta hambre como yo".

El paso de los años

"Muchas cosas han cambiado desde entonces", resume Lucas mientras hojea los papeles de su archivo. "Pero hay otras que se siguen haciendo igual ahora", repasa. "Actualmente, nos siguen llegando denuncias similares por venta ilegal de tabaco, por ejemplo. Y los datos sobre la mayor o menor compra de tabaco legal sigue dándonos pistas sobre el posible consumo de cigarrillos ilícitos", indica.

En esencia, la vigilancia aduanera lleva siguiendo el mismo patrón varios cientos de años. Un documento de 1784, en pleno reinado de Carlos III, ya refleja la preocupación del contrabando para los primeros borbones: "El rey quiere que se exterminen las quadrillas (sic) de malhechores y contrabandistas que de algún tiempo a esta parte infestan el reyno (sic) con grave perjuicio del Estado y de sus amados vasallos; y a este fin, ha mandado extender la adjunta instrucción para perseguir a viva fuerza tales delincuentes y que se proceda con igual vigor y actividad en todas partes hasta lograr su total extinción".

Foto: Retrato de Carlos III de Anton Raphael Mengs. Opinión

No obstante, la integración tanto de España como de Portugal en la Unión Europea —ambas adquirieron el estatus de Estados miembro el 1 de enero de 1986—, supuso el desmantelamiento de las aduanas y con él, finalizó el gravamen a los productos de la nación vecina. Fue el principio del fin del contrabando de café y tabaco en la frontera luso-hispánica. Lo que hasta entonces había supuesto una amenaza para las finanzas de un país con más de un contrabandista célebre en su Historia —Miñanco, Dorado, Oubiña, Charlín y sus inicios en el llamado 'tabaco de batea'—, así como fuente de inspiración para escritores y músicos en uno y otro lado de la frontera —María La Portuguesa, entre otras tantas canciones—, terminó por diluirse. Y dejó hueco al tráfico de estupefacientes, cuyo combate es hoy una de las principales tareas de los organismos especializados de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. "Ahora los narcos hacen una fortuna; ya no es sobrevivir, como hacían los estraperlistas", apunta Orencio.

El contrabando —hoy desaparecido para el café y, aunque profesionalizado, algo más residual que años atrás en el caso del tabaco— se ha ido adaptando a los tiempos. Un 'dossier' de la Organización Mundial de Aduanas (WCO, por sus siglas en inglés), fechado en enero de 2021, enviado a las cuerpos de vigilancia de sus 183 países miembros y al que El Confidencial ha tenido acceso, revela la preocupación de dicho organismo internacional por los novedosos métodos del comercio ilícito. Además de los productos habituales —cigarrillos, cannabis, piezas de vehículos, restos arqueológicos y patrimonio histórico, animales exóticos, estimulantes varios...—, el documento alerta de los nuevos 'mercados' a los que ya ha llegado el contrabando: compraventa ilegal de medicamentos, vacunas contra el coronavirus o lavado de dinero negro mediante 'criptomonedas'.

A Lucas, nombre ficticio, no le bastaba con atesorar recuerdos en su memoria que narrar algún día a su nieto. Con cerca de cuatro décadas como agente de aduanas a las espaldas, sigue sintiendo hoy la misma "pasión" de sus primeros días. La que se aprecia cuando ojea su colección de decenas de manuscritos, notas mecanografiadas, informes, actas y cartas —un retazo de la historia del contrabando español— que salvó de la quema a la que estaban destinadas.

Delincuencia Portugal Extremadura Café Cannabis Francisco Franco
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