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Dos paparazis, a juicio por fotografiar desnuda a Mariló Montero en su habitación de hotel
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por un delito de revelación de secretos

Dos paparazis, a juicio por fotografiar desnuda a Mariló Montero en su habitación de hotel

La Audiencia Provincial de Barcelona indica el camino del banquillo a los reporteros Diego Arrabal y Gustavo López por tomar imágenes de Mariló Montero cuando estaba en un hotel de Bora Bora en marzo de 2015

Foto: Mariló Montero, en 'El Hormiguero'. (Cordon Press)
Mariló Montero, en 'El Hormiguero'. (Cordon Press)
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La Audiencia Provincial de Barcelona ha dejado a un paso del banquillo a dos paparazis por fotografiar a Mariló Montero en 'topless' cuando se encontraba en la habitación de su hotel. El órgano judicial considera que los hechos son constitutivos de un presunto delito de revelación de secretos porque los fotógrafos conculcaron el derecho a la intimidad de la periodista y, además, tomaron imágenes sin “justificación, porque la información contenida en ellas es absolutamente irrelevante para la comunidad y solo sirve para conocer aspectos privados de la vida humana”, fija la resolución, a la que ha tenido acceso El Confidencial.

Los hechos se produjeron en marzo de 2015, cuando Montero viajó en compañía de una amiga de la infancia a Bora Bora, en la Polinesia Francesa, para pasar unos días de Semana Santa. Allí se hospedó en un bungaló sobre el agua de un resort apartado. Durante su estancia, no apreció nada extraño. Sin embargo, unos días después de regresar a España, unos colegas le avisaron de que había sido fotografiada sin bikini por colaboradores de la agencia Diegus SL, propiedad de los paparazis Diego Arrabal y Gustavo González, cuando estaba tomando el sol en “la terraza privada” de su propia habitación. Las fotos habían sido tomadas con un teleobjetivo desde otra habitación del mismo hotel.

Foto: Mariló Montero en un fotomontaje de Vanitatis.

Los abogados de Montero, del despacho Ius+Aequitas, lograron en un primer momento que no se publicaran las instantáneas. Pero posteriormente iniciaron un procedimiento por la vía penal contra la agencia y sus administradores que pasó por juzgados de Madrid y Málaga hasta recalar finalmente en el Juzgado de Instrucción número 30 de Barcelona. Tras meses de diligencias, el juez acordó el archivo de la causa, con la opinión favorable de la Fiscalía, al no apreciar indicios de delito en la actuación de la mercantil ni los reporteros. Pero la Audiencia Provincial acaba de dar la razón a la periodista en un duro auto dictado el pasado 23 de junio en el que aprecia indicios de un delito de revelación de secretos castigado con hasta cinco años de cárcel y señala el camino del juicio oral contra los investigados.

Por un lado, los magistrados de la Sección Vigésimo Primera consideran acreditado que “los fotógrafos se dedicaron a captar clandestinamente la imagen de la apelante con la finalidad de que las fotografías fueran compradas y difundidas por la prensa llamada rosa”. “Entregadas las fotografías, los investigadores las remitieron a las revistas del sector, pero no las publicaron por conocer que habían sido obtenidas sin autorización" de Montero y porque, "a su instancia, se habían iniciado medidas cautelares civiles prohibiendo la publicación”, expone la resolución.

Foto: Elsa Pataky, en una sesión de fotos. (Getty)

La Audiencia considera accesorio que las instantáneas fueran capturadas por colaboradores de Diegus SL y no directamente por Diego Arrabal y Gustavo González. Según el tribunal, eso deberá dirimirse en la vista oral y, en todo caso, cabe la posibilidad de que se considere a ambos “inductores” o “cooperadores necesarios” de los hechos.

Asimismo, el tribunal rechaza que sea suficiente para el archivo del procedimiento la circunstancia de que las fotografías no llegaran a publicarse porque la consumación del delito —es decir, la vulneración de la intimidad de Montero— se habría producido “con la mera captación u obtención de las imágenes sin el consentimiento de la víctima y con el ánimo de descubrir sus secretos”. En todo caso, puntualiza el dictamen, “si además las imágenes se hubieran difundido, sería de aplicación el subtipo agravado” del delito de descubrimiento y revelación de secretos.

"Pido poder vivir libremente"

“Tengo la sensación de que fui violada, de una manera casi física”, asegura la periodista en conversación telefónica con este diario. “¿Por qué tengo que enseñar yo mi cuerpo, si yo no quiero que lo veas? Soy una ciudadana con derechos. Lo único que pido es poder vivir libremente. Ellos, Diego Arrabal y Gustavo González, me han obligado a hacer esto. Y espero que no vuelva a ocurrir algo así. Ni a mí ni a nadie”, relata Montero. “Esto es una violación. Me fotografiaron desnuda. Y no puedo dejar de pensar en que esas fotos mías estuvieron circulando de redacción en redacción, aunque no llegaran a publicarse. Ni siquiera después del auto de la Audiencia Provincial estoy contenta. Me sigo sintiendo mal y esto me hace volver a revivirlo. Pero quiero que se haga justicia”.

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Los magistrados también niegan en su resolución que, como defienden los acusados, la presentadora se encontrara en un lugar público cuando fue retratada. “La terraza domiciliaria es un lugar integrado en el ámbito de la privacidad y la grabación está vedada a personas ajenas al derecho a la intimidad y a la propia imagen”, sostienen. “No obstante”, añaden, “aunque se admitiera a efectos dialécticos que la terraza del bungaló hotelero fuera pública, que no es el caso, (…) corresponde a cada persona acotar el ámbito de la intimidad que reserva al conocimiento ajeno”. Además, los jueces consideran que “la captación con intención de difundir tales imágenes carece de justificación porque la información contenida en ellas es absolutamente irrelevante para la comunidad y solo sirve para satisfacer la curiosidad por conocer aspectos privados de la vida humana” y “suscitar la mera curiosidad ajena”.

“En definitiva”, observa el órgano judicial, “dada la existencia de indicios racionales de criminalidad respecto a la participación de los investigados en el delito de descubrimiento y revelación de secretos, que no meras sospechas, los elementos objetivos y subjetivos del injusto típico y su eventual autoría deberán acreditarse plenamente, en su caso, tras la celebración del juicio oral”, por lo que estima íntegramente el recurso planteado por la defensa de Montero, que dirige el letrado Eliseo M. Martínez. La Audiencia da la opción al Juzgado 30 de Barcelona de practicar nuevas diligencias o enviar directamente la causa a juicio. Lo más probable es que se decante por la segunda opción, porque ya no quedan muchas más pruebas que efectuar y este último auto deja poco espacio para someter el episodio a nuevas interpretaciones.

La Audiencia Provincial de Barcelona ha dejado a un paso del banquillo a dos paparazis por fotografiar a Mariló Montero en 'topless' cuando se encontraba en la habitación de su hotel. El órgano judicial considera que los hechos son constitutivos de un presunto delito de revelación de secretos porque los fotógrafos conculcaron el derecho a la intimidad de la periodista y, además, tomaron imágenes sin “justificación, porque la información contenida en ellas es absolutamente irrelevante para la comunidad y solo sirve para conocer aspectos privados de la vida humana”, fija la resolución, a la que ha tenido acceso El Confidencial.

Mariló Montero Derecho a la intimidad
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