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El PP exhibe su músculo en Galicia y logra la foto de la unidad en torno a Pablo Casado
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"HAY QUE LLEVARLO A MONCLOA"

El PP exhibe su músculo en Galicia y logra la foto de la unidad en torno a Pablo Casado

Feijóo y el resto de barones se conjuran para "llevar a la Moncloa" a Casado en un congreso regional más parecido a un acto de precampaña. El PP escenifica la alternativa a Sánchez

Foto: Pablo Casado, Alberto Núñez Feijóo y Mariano Rajoy. (EFE)
Pablo Casado, Alberto Núñez Feijóo y Mariano Rajoy. (EFE)

La ansiada imagen de unidad que tanto ha buscado durante meses Pablo Casado, desde la oposición a Pedro Sánchez y en mitad de una pandemia que ha generado diferencias entre comunidades autónomas, también entre las gobernadas por el PP, llegó este fin de semana al 17º congreso autonómico del PP de Galicia donde, además de reelegir por quinta vez a Alberto Núñez Feijóo como presidente de los populares gallegos y ovacionar su cuarta mayoría absoluta, todos los barones autonómicos cerraron filas con su presidente y dejaron claro un objetivo compartido: "Trabajar para llevarle a la Moncloa".

Los grandes cuadros del actual PP se dieron cita en Santiago de Compostela en una estampa más parecida a un arranque de precampaña que a la de un congreso autonómico y, sobre todo, respondiendo a la reciente remodelación del Gobierno de Pedro Sánchez, que incorporó al Consejo de Ministros a varios rostros novedosos del municipalismo, en clave de recambio para las próximas elecciones autonómicas. El PP, justo una semana después, procuró una exhibición de músculo orgánico que no deja lugar a dudas: trasladar el equipo que rodea a Casado en comunidades, ayuntamientos y también en el Congreso (donde hay alcaldes y exministros), y consolidar su mensaje de única alternativa a Sánchez.

Casado clausuró el congreso regional entre constantes guiños al presidente de la Xunta y en presencia de Mariano Rajoy. No escatimó en mensajes internos: "Soy muy consciente de cómo se ha hecho este partido grande, de abajo arriba, con humildad, ambición y reformismo". "Nuestros pilares son España y la libertad. Es nuestra hoja de ruta, la de siempre, pero como nunca. Lo que se ha visto hoy aquí es un PP gallego en plena forma, y un PP de toda España unido con el objetivo de siempre: volver a poner a España en el sitio que merece", zanjó el presidente popular.

Foto: El 17º Congreso del PPdeG. (EFE)

Poco antes se refirió a Sánchez (apenas sin nombrarle), "el que ocupa ahora el Palacio de la Moncloa", a quien dedicó pocas palabras, "no hay que perder el tiempo en eso", dijo, "porque ya no le respetan ni los suyos, no puede ni pisar la calle". Y, por eso, continuó Casado mirando a sus filas: "Lo importante es lo que está fuera de la Moncloa y lo que puede recuperar la gobernabilidad, el prestigio internacional, la unión de una España diversa, el progreso económico y la institucionalidad". En vista de los sondeos y las perspectivas que tienen los populares, su líder vaticinó: "Como lo tenemos listo y lo sabemos hacer, yo estoy seguro de que muy pronto nos van a dar la oportunidad de poner todo en práctica".

El primer gran mensaje político de Casado fue el de la reunificación del centro derecha que persigue desde que llegó a la presidencia de su formación: "Cuando nos unimos frente al PSOE, ganamos", dijo ante el asentimiento de algunos dirigentes en la primera fila del público. Una era Isabel Díaz Ayuso. Casado insistió en que la convención de octubre será un antes y un después para el futuro de su formación, y dejó claro que el PP no estará "en falsas soflamas, ni en la hoguera de las vanidades en la que algunos van metiendo ministros para alumbrar su ego", en clara referencia al presidente del Ejecutivo.

Después de semanas en las que el Consejo de Ministros al completo ha estado cargando contra la oposición (en palabras de Sánchez “la más furibunda de la UE”), Casado intentó quitarse de encima la presión con sus habituales propuestas que en este caso aglutinó a forma de titular con expresa claridad. Sobre la renovación de órganos constitucionales, incluido el poder judicial, insistió: "El PP renovará los órganos en cuanto el Gobierno deje de politizar y atacar las instituciones, y deje de ir en contra de los procesos establecidos en la Constitución y la Unión Europea. Mañana mismo".

Foto: Pablo Casado, líder del PP. (EFE)

Y justificó aún más la posición de su partido arremetiendo contra las presiones y los titulares: "No es justo cuando lees que los partidos bloquean. Algunos agreden la fortaleza institucional de España porque cargan contra el Banco de España, el jefe del Estado… Y hay otros que jamás utilizamos las instituciones en la disputa política", insistió.

La segunda mano tendida vino al hablar de los fondos europeos en el marco de la crisis económica, con más de cinco millones de parados y dos en las colas del hambre. Igual que Feijóo había dicho antes, el líder del PP insistió mucho en la necesidad de controlar el destino de las ayudas de Bruselas (140.000 millones de euros) que "no son del Gobierno, sino de los ciudadanos". Y, por eso, afirmó: “Estamos dispuestos a sentarnos mañana mismo para pactar una autoridad independiente que sirva para saber dónde va el dinero y a qué se destina”. Recuperó una propuesta que ya tiene muchos meses de vida y que el Gobierno no parece haber sopesado nunca.

También insistió en abordar entre los dos grandes partidos un gran pacto educativo que, eso sí, dé carpetazo a la recién aprobada 'ley Celaá' ("ahora que la ministra no está ya", dijo el líder de la oposición) exigiendo al Gobierno que trabaje por tener "una juventud competitiva".

placeholder Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso. (EFE)
Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso. (EFE)

Feijóo: "No nos dejemos condicionar"

El gran protagonista de la jornada, el presidente de la Xunta, centró su discurso en dejar claro que el PP tiene su propia hoja de ruta y que no debe dejarse condicionar por ningún actor político de ningún tipo. "Allí donde tenemos confianza para gobernar hay que señalar nuestro camino, que somos distintos, que nos mueve la fe para construir y sumar fuerzas. Que no nos condicione la forma en la que el Gobierno ha gestionado la pandemia. Que no nos condicione el independentismo", insistió, terminando con una de las frases más aplaudidas de la jornada: "Ha merecido la pena dedicarse a la política porque Galicia está libre del independentismo".

Como ya había hecho el día anterior, cuando intervinieron los líderes autonómicos y el secretario general, Teodoro García Egea, Feijóo volvió a sacar pecho por el resto de presidentes autonómicos (ninguno con mayoría absoluta), defendiendo que "lo realmente difícil es sacar las leyes y los presupuestos sin mayoría". "Tener que pactar todos los días y levantarte sin saber que vas a poder tomar las decisiones que crees que son las mejores".

Tampoco escatimó a la hora de recordar la importancia de "pasar por la oposición" para convertirte en líder. Era un capote, fuera de toda duda, para Casado, al que de alguna forma brindó su apoyo tras acumular dos derrotas. Y también un mensaje para los dirigentes municipales de Galicia, dejando claro que el objetivo prioritario de 2023 debe ser recuperar muchas de las alcaldías perdidas. Y para ello exigió "la misma confianza y proximidad" de siempre, insistiendo en que "los sondeos y los tuits no sirven para nada frente a un abrazo".

placeholder Todos los líderes autonómicos y presidentes del PP en CCAA. (EFE)
Todos los líderes autonómicos y presidentes del PP en CCAA. (EFE)

Unidad entre barones y con Ayuso

La verdadera imagen de unidad vino por dos vías. La primera, de todos los barones y muy especialmente Feijóo, cerrando filas en torno a Pablo Casado "como alternativa sólida" y "trabajando para que llegue a la Moncloa", tal y como dijo el presidente gallego el viernes por la tarde. Despejó así cualquier duda viviente en el eterno debate del liderazgo. Y, segundo, olvidando todas las tiranteces que en meses pasados se hicieron públicas. La victoria de Ayuso el 4 de mayo también fue un antes y un después. Y el propio presidente de la Xunta no escatimó en halagos ninguno de los dos días.

Felicitó a la madrileña por su tesón, poniendo en valor "la valentía" mantenida en las conferencias de presidentes durante la crisis sanitaria, "acudiendo incluso en plena cuarentena y enferma, a defender los intereses de los ciudadanos". Las diferencias vividas, en muchas ocasiones públicamente entre algunos dirigentes, parecen ser historia. Ayuso le devolvió los gestos, al asegurar que el gallego "es un referente para todo el partido" y dejando claro que "envidia" sus mayorías absolutas.

Feijóo felicitó uno por uno a sus colegas populares. A Fernando López-Miras le reconoció "tranquilidad y sosiego en momentos turbulentos, lo que le hizo salir a flote". Sin duda, en referencia a la moción de censura en Murcia que Ciudadanos y PSOE pactaron para sacarlo del Palacio de San Esteban, sede del gobierno regional. También se refirió al castellano y leonés, Alfonso Fernández Mañueco, y al presidente de la Junta, Juanma Moreno, "el único español nacido en Cataluña, hijo de andaluces, que consiguió ser presidente de la Junta desde el PP de Andalucía. Y eso sí que es difícil".

La ansiada imagen de unidad que tanto ha buscado durante meses Pablo Casado, desde la oposición a Pedro Sánchez y en mitad de una pandemia que ha generado diferencias entre comunidades autónomas, también entre las gobernadas por el PP, llegó este fin de semana al 17º congreso autonómico del PP de Galicia donde, además de reelegir por quinta vez a Alberto Núñez Feijóo como presidente de los populares gallegos y ovacionar su cuarta mayoría absoluta, todos los barones autonómicos cerraron filas con su presidente y dejaron claro un objetivo compartido: "Trabajar para llevarle a la Moncloa".

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