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La quinta ola en los hospitales: la explosión de casos se nota mucho menos que antes
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siguen subiendo los contagios

La quinta ola en los hospitales: la explosión de casos se nota mucho menos que antes

España no tenía tantos contagios desde febrero, pero la vacunación está atenuando de momento el impacto en los hospitales

Foto: Estudiantes, en Palma de Mallorca. (Reuters)
Estudiantes, en Palma de Mallorca. (Reuters)
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Si el objetivo era convivir con el virus del SARS-CoV-2, ya se puede decir que España está conviviendo mal. Por su incapacidad para reducir y controlar la transmisión en un periodo crítico para su economía, el verano. Y por la reacción de los políticos y la opinión pública: unos echan la culpa al fin del estado de alarma y sus restricciones asociadas; otros acusan de insolidaria a la población más joven, el grupo de edad donde más están creciendo los contagios; los hay que incluso echan de menos la obligatoriedad de la mascarilla al aire libre, poniendo el foco aún, tras año y medio de pandemia, en los espacios abiertos y no en los interiores. Algunas comunidades ya han dado marcha atrás en la apertura.

Foto:  Asistentes a la ultima jornada del Vida'21, el primer festival multitudinario que se celebra en España sin distancias. (EFE)

Mientras tanto, el crecimiento de los contagios continúa. Este miércoles, el Ministerio de Sanidad notificó 17.384 nuevos casos, la cifra más alta desde el 25 de abril. La incidencia acumulada se sitúa en los 252,16 casos por 100.000 habitantes en 14 días, por encima del umbral de riesgo muy alto. La incidencia a siete días está en 169,56 casos, lo que empujará aún más hacia arriba la tasa a 14 días.

La situación no tiene nada que ver con la de hace un año, cuando España comenzaba el verano con unos niveles de transmisión mínimos. Las restricciones del primer estado de alarma permitieron hundir la incidencia acumulada a 14 días por debajo de los 10 casos por 100.000 habitantes. El 6 de julio de 2020, la incidencia era de 10,01. Ahora es 25 veces mayor. La mala noticia es que este incremento del número de contagios en las últimas semanas ya repercute en los hospitales. La buena es que de momento se está notando mucho menos que en las olas previas de esta pandemia.

Esa es la gran diferencia de esta ola con las anteriores: la relación entre contagios y hospitalizaciones ha cambiado. No es que un aumento de los casos no provoque una subida de los ingresos hospitalarios, sino que esta es mucho más atenuada, lo que da un respiro a unos hospitales que llevan desde marzo de 2020 hasta arriba. El primer gráfico muestra la evolución de nuevos casos y hospitalizaciones diarias en la tercera, cuarta y quinta olas, ajustadas por población (tasa por 100.000 habitantes) y con una media móvil de siete días para suavizar los picos.

La evolución de la quinta ola es diferente a la de las previas. El crecimiento de los contagios está siendo más rápido y ha alcanzado niveles que no se veían desde febrero, cuando la tercera ola ya remitía. Los 32.607 casos notificados el pasado lunes fueron una cifra tres veces mayor que la semana anterior y la peor cifra para un fin de semana (el número de los lunes incluye no solo la información del domingo, también la del sábado y el viernes) desde el 7 de febrero, cuando las comunidades autónomas notificaron 47.095 nuevos contagios. El número de casos diagnosticados en los últimos siete días llegó este martes a los 80.458, el dato más alto desde el 12 de febrero.

Foto: Dos jóvenes que permanecen en aislamiento en el hotel Palma Bellver de Palma. (EFE)

En una situación similar, pero previa a la campaña de vacunación, debería haber un impacto mayor en los ingresos hospitalarios del que está habiendo. Las hospitalizaciones están creciendo a un ritmo más lento. Además, los hospitales partían de la mejor situación desde el verano pasado, con una ocupación muy baja. Esa es otra gran diferencia con las olas anteriores, que pillaron a los hospitales ya saturados. Actualmente, el 2,35% de las camas hospitalarias está ocupado por pacientes de covid-19, por el 6,55% de las camas de UCI.

Cambio en el perfil de los hospitalizados

El efecto de las vacunas no solo se nota en el número de hospitalizaciones, sino en el perfil de los pacientes. Como en los contagios, el peso de los jóvenes es mayor que en otros momentos de la pandemia. Hasta ahora, al menos el 60% de quienes llenaban las plantas covid tenía más de 60 años. Pero la situación hoy es muy distinta y esta población solo representa el 27%.

Al inicio de la pandemia, en marzo de 2020, el grupo de los mayores de 80 suponía el 40% de las hospitalizaciones. En julio del año pasado, con la incidencia en mínimos, la proporción de ingresados por edades estaba más repartida, pero los mayores seguían siendo los más afectados. La tendencia ha cambiado especialmente en los últimos dos meses, cuando la mayor parte de los ingresados ha pasado a ser menor de 60 años.

Si el objetivo era convivir con el virus del SARS-CoV-2, ya se puede decir que España está conviviendo mal. Por su incapacidad para reducir y controlar la transmisión en un periodo crítico para su economía, el verano. Y por la reacción de los políticos y la opinión pública: unos echan la culpa al fin del estado de alarma y sus restricciones asociadas; otros acusan de insolidaria a la población más joven, el grupo de edad donde más están creciendo los contagios; los hay que incluso echan de menos la obligatoriedad de la mascarilla al aire libre, poniendo el foco aún, tras año y medio de pandemia, en los espacios abiertos y no en los interiores. Algunas comunidades ya han dado marcha atrás en la apertura.

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