El caso Moreno: dinero de 'Aquí no hay quien viva' robado y un suculento anticipo en Italia

La investigación sobre la trama de estafas y blanqueo de capitales que presuntamente lideraba José Luis Moreno también le implica en operaciones irregulares relacionadas con su faceta de productor de series y programas de televisión. Las diligencias apuntarían a que el ventrílocuo se habría apropiado de dinero que estaba destinado a grabar nuevos capítulos de la saga 'Aquí no hay quien viva' y 'La que se avecina', uno de sus formatos más exitosos, según han revelado a El Confidencial fuentes próximas al caso.

El procedimiento arrancó en septiembre de 2018 tras una denuncia de Abanca por una estafa de 1.396.000 euros, pero las pesquisas han sido especialmente intensas en el último año. Desde el pasado verano, los teléfonos de Moreno y sus principales colaboradores estaban intervenidos. Las escuchan han permitido a los expertos en delitos económicos de la Guardia Civil y la Policía Nacional profundizar en el funcionamiento de la red y seguir en directo la evolución de algunos de sus engaños.

Entre ellos, se encuentra el presunto desvío de financiación concedida al empresario audiovisual para sufragar el coste de nuevos episodios de 'Aquí no hay quién viva', con la que llegó a obtener cuotas de pantalla de hasta el 40%. Con la excusa de lanzar otra temporada, Moreno consiguió fondos que posteriormente habría trasvasado a mercantiles controladas por testaferros. Los prestamistas no pudieron recuperar los fondos.

Además, el pasado otoño se intervino una conversación de Moreno en la que este negociaba un contrato para producir supuestamente una nueva serie para un canal de televisión italiano. El creador de personajes tan célebres en los 80 como Rockefeller, Macario y Monchito aseguró a su entorno que sería una macroproducción. Aspiraba a conseguir una financiación superior a los 300 millones de euros. Sin embargo, el proyecto no llegó a concretarse. Moreno pedía que le entregaran un anticipo estratosférico. Los investigadores sospechan que lo único que quería quedarse con esos fondos.

En los últimos meses estaba inmerso en otro proyecto, 'Resplandor y tinieblas' ('Glow and Darkness', en inglés), en el que empezó a trabajar en enero de 2020. Entonces anunció que disponía de un presupuesto de 270 millones de euros, unos seis millones por capítulo, más de lo que costó cada episodio de la primera temporada de 'Juego de tronos', por ejemplo. Para producirla, montó una compañía llamada Dreamlight International Productions SL. La primera entrega de 'Resplandor y tinieblas' debía haber visto la luz el pasado marzo y aún no está programada. Según Moreno, la pandemia había torcido sus planes.

TE PUEDE INTERESAR

José Luis Moreno, detenido: el imperio televisivo que se ha diluido tras sus polémicas

S.T.

Lo cierto es que sus problemas vienen de atrás. Dos sus empresas, Kulteperalia y Alba Adriática, arrastran desde hace una década una deuda con la Agencia Tributaria superior a los tres millones de euros. Su última gran producción, que se llamó 'Reinas', también tiene un reverso oscuro. Fue emitida por TVE en 2017 y sus seis capítulos cosecharon unos pésimos datos de audiencia. El ente público asumió un elevado porcentaje del coste, pero tuvo otras fuentes de financiación. Como destapó 'La Verdad', uno de los inversores de la serie fue el controvertido empresario Raúl Moro, presidente del Real Murcia entre 2016 y 2018. Ambos forjaron una extraña amistad. El ventrílocuo se dejó ver incluso en el palco del estadio pimentonero en un encuentro de Segunda B.

En la actualidad, Moro se encuentra en busca y captura por su implicación en una trama que defraudó 154 millones de euros a Hacienda con la venta ilegal de combustible. Se sospecha que está en México. Parte del dinero obtenido por su organización circuló por las cuentas del Real Murcia, pero otros fondos acabaron en la serie producida por Moreno.

Las pesquisas sitúan al director de programas como 'Noche de fiesta' y 'Escenas de matrimonio' en la cúspide de la operación Titella (marioneta, en catalán), el nombre con el que la Guardia Civil y la Policía Nacional han bautizado el dispositivo que este martes desmanteló un clan criminal formado por 53 personas que se había especializado en las estafas financieras y el blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico. Entre los detenidos hay varios directores de oficinas bancarias que colaboraban con la red mediante la concesión de créditos a cambio de suculentas comisiones. El dinero era desviado posteriormente a sociedades instrumentales tuteladas por la organización.

Se calcula que el grupo se habría quedado con al menos 50 millones de euros de inversores públicos y privados, aunque la documentación intervenida en los registros permitirá hacer una estimación más exacta. Los agentes entraron este martes en 60 viviendas y oficinas. Moreno no tenía un papel secundario. Su nombre era utilizado continuamente por la organización para captar víctimas. Lo empleaban para dar sensación de solvencia. La investigación indica que su presencia suponía justo lo contrario.