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PP y CEOE mantienen una 'guerra fría' y seguirán estrategias por separado
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DISTANCIA SIN RUPTURA DE PUENTES

PP y CEOE mantienen una 'guerra fría' y seguirán estrategias por separado

La polémica por los indultos ha enrarecido la relación de Génova con la patronal. Las fricciones se han ido acumulando esta legislatura a raíz de los acuerdos sociales con el Gobierno

Foto: Casado y Garamendi coincidieron en la entrega de los Premios Cavia. (EFE)
Casado y Garamendi coincidieron en la entrega de los Premios Cavia. (EFE)

El Partido Popular y la Patronal CEOE afrontan una nueva etapa en su relación. Las discrepancias de los últimos días a raíz de los indultos a los independentistas —con Pablo Casado liderando el rechazo frontal a la medida de gracia— ha destapado unas fricciones que llevaban tiempo produciéndose. La disonancia se agrandó la semana pasada con las palabras de Antonio Garamendi y el apoyo explícito del empresariado catalán a la posición del Gobierno, porque en Génova lo vieron como una "encerrona" que no esperaban y de la que aún no se han recuperado.

Por otra parte, las lágrimas del presidente de la CEOE en su asamblea general anual son el mejor reflejo de la presión que ha vivido el vasco. La patronal cerró filas en torno a su figura acallando las voces internas que exigían una posición firme en contra de los indultos. La reacción de Casado no ha sentado bien en el seno de la organización empresarial. Sobre todo, porque consideran que los populares "han entrado al juego del Gobierno", dando por hecho el apoyo de Garamendi que se apresuró a matizar, aunque sin demasiado éxito.

Eso sí, la CEOE tampoco ha rechazado abiertamente la medida de gracia a los presos del 'procés', a pesar de las presiones internas y externas para que lo hiciera. La decisión a la que ha llegado la cúpula es la de apartarse de esta cuestión política y mantener su discurso de neutralidad: apoyo a la legalidad vigente, la Constitución y el Estado de derecho ante una medida que en todo caso es facultad del poder ejecutivo. El resto son opiniones personales de los distintos ejecutivos de la patronal que no representan la posición oficial.

Foto: Pablo Casado y Teodoro García Egea, en el Congreso. (EFE)

La polémica por la excarcelación de los independentistas no ha cortado de raíz la relación entre PP y la CEOE, pero ha contribuido a enfriarla todavía más. En cualquier caso, no es una tendencia nueva, ya que desde hace tiempo las posturas se han ido alejando. Y ahora, después del episodio de los indultos, está claro que ambos seguirán manteniendo estrategias separadas con el riesgo de que surjan nuevos choques.

En el PP también aseguran que los puentes "no están rotos" y reconocen que las declaraciones de Garamendi, que siguen calificando de "desafortunadas", se amplificaron "en exceso". Afirman que las relaciones están "reconducidas" y que en los próximos días limarán asperezas. De hecho, está previsto que Casado y el presidente de la patronal coincidan en los cursos de verano que cada año organiza ATA (en esta ocasión sobre el futuro de los autónomos tras la crisis del coronavirus). El líder del PP intervendrá en una mesa el jueves, un día después de la participación de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. José Luis Martínez-Almeida e Isabel Díaz Ayuso también pasarán por el mismo foro. Ya hubo un primer contacto directo esta semana durante la entrega de los Premios Cavia en el que Casado y Garamendi compartieron un rato de charla y seguramente se refirieron al malentendido sobre Cataluña.

"La relación sigue siendo fluida. Y no hay nada grave a pesar de lo que ocurrió los pasados días", insisten en el núcleo duro de Génova, convencidos de que deben "pasar página". Otros dirigentes del PP, también cercanos a la cúpula siguen mostrando un profundo malestar por la posición que ha tomado la patronal y que para ellos, como publicó este diario, supone una brecha sin precedentes. "Entendemos los matices y lo que Garamendi quiso decir. Pero el charco en el que se metió era innecesario", repiten sin esconder que la situación en la que quedó el partido fue muy desagradable.

Las diferencias sobre los indultos hicieron rebosar un vaso que llevaba tiempo lleno

"Platea subvencionada"

La sensación de las dos partes es que, en el fondo, las diferencias sobre los indultos han hecho rebosar un vaso que se ha ido llenando durante los meses de la pandemia. Los acuerdos tan habituales que el Gobierno ha cerrado con patronal y sindicatos, y la sintonía que ha exhibido Yolanda Díaz con la patronal (hasta el punto de que los agentes sociales sacaron los colores a un Congreso dividido e incapaz del consenso) ya habían causado molestias dentro del PP, que no veía con buenos ojos el acercamiento de la CEOE con la coalición de PSOE y Unidas Podemos.

También hubo un roce notable en la convalidación del decreto sobre los fondos europeos de recuperación que el Gobierno sacó adelante gracias a una inesperada abstención de Vox y el voto favorable de Bildu. El PP, igual que Ciudadanos, votó en contra a pesar del brete en el que ponía a autonomías y ayuntamientos gobernados por su partido, exigiendo un replanteamiento total del decreto para cambiar de idea.

Es habitual que los populares compartan su posicionamiento e incluso el sentido del voto con actores relevantes como es la patronal y, a menudo, comentan sus impresiones antes de debates importantes en el Congreso. En este caso, la patronal tampoco esperaba que finalmente el PP rechazara el decreto de los fondos, incluso dejando en el aire la convalidación. Para las empresas era crucial aprobar los fondos y Casado desechó la posibilidad de abstenerse. El Gobierno sudó la gota gorda y la sorpresa fue mayúscula cuando los 52 diputados de Vox salvaron la votación. Aquella escena también fue una declaración de intenciones por parte del PP. Otra vez, estrategias separadas.

La CEOE ha transmitido a Casado que colaborarán, pero que actuarán con independencia

Los indultos, sin embargo, son un asunto crucial para Casado porque en el PP están convencidos de que acarreará un desgaste definitivo para Sánchez. Además del recurso ante el Supremo (aún lo están preparando) y la defensa de su posición en la cumbre de los populares europeos en Bruselas este jueves, el jefe de la oposición ha enarbolado un duro discurso en el que considera que Moncloa está opacando el parlamentarismo y el debate político bajo el paraguas de la sociedad civil, la clase empresarial y hasta la Iglesia, que también se ha posicionado a favor del perdón a los independentistas.

De ahí, la ofensiva del primer partido de la oposición, que ha demostrado una dureza en sus palabras nunca antes vista. "Al final voy a acabar negociando una ley con el padre Ángel o el club de tenis", ironizaba Casado en una reciente entrevista en Onda Cero para exponer gráficamente su indignación. Las dedicatorias a los empresarios también fueron muy elocuentes. Primero, ante su grupo parlamentario del Congreso y el Senado, que cerraron filas aplaudiendo a su presidente. Y después, cuando en la misma entrevista les calificó entre otras cosas, como "platea subvencionada en busca de fondos europeos".

Independencia de la patronal

Para la CEOE, la negociación con el Gobierno no es una cuestión de acercamiento al poder, sino de defensa de los intereses de las empresas. "Se equivoca el PP si cree que no representamos a nadie, nosotros tenemos más de 4.000 asociaciones", explica una fuente de la patronal. El diálogo social con los distintos ministerios y con la CEOE se mantendrá durante el tiempo que dure la legislatura, ya que se están tratando temas clave para los empresarios: regulación laboral, fiscalidad, formación, fondos europeos, pensiones, etc.

La organización ha transmitido a Casado que colaborarán en todos los temas en los que coincidan, pero que actuarán con independencia en todo momento. Esto significa que la patronal no hará el papel de oposición que al líder de la oposición le gustaría. En la próxima semana, previsiblemente el lunes, la CEOE escenificará otro acuerdo con el Gobierno, en este caso en materia de pensiones para derogar la reforma de Mariano Rajoy del año 2013.

El Partido Popular y la Patronal CEOE afrontan una nueva etapa en su relación. Las discrepancias de los últimos días a raíz de los indultos a los independentistas —con Pablo Casado liderando el rechazo frontal a la medida de gracia— ha destapado unas fricciones que llevaban tiempo produciéndose. La disonancia se agrandó la semana pasada con las palabras de Antonio Garamendi y el apoyo explícito del empresariado catalán a la posición del Gobierno, porque en Génova lo vieron como una "encerrona" que no esperaban y de la que aún no se han recuperado.

Pablo Casado CEOE Antonio Garamendi Yolanda Díaz
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