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El independentismo da la espalda a Sánchez en su gran día y avisa: los indultos no bastan
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ACTO EN EL CONGRESO A FAVOR DE LA AMNISTÍA

El independentismo da la espalda a Sánchez en su gran día y avisa: los indultos no bastan

Los partidos independentistas, a la misma hora que Sánchez hablaba en Barcelona, han presentado en Madrid una campaña de firmas a favor de la amnistía y del derecho de autodeterminación

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su salida del Teatre del Liceu de Barcelona. (EFE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su salida del Teatre del Liceu de Barcelona. (EFE)

Pedro Sánchez avanza hacia la solución del conflicto catalán por una carretera y el independentismo transita por otra. Falta comprobar aún si van en dirección contraria o a través de vías paralelas. Falta ver si esas vías van dejando cada vez más distancia en medio, o si por el contrario desembocarán en el mismo camino. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que este martes se aprobarán los indultos. Los partidos independentistas han respondido que no es suficiente.

Al independentismo catalán no le ha hecho falta un teatro o un coliseo para lanzar su mensaje, que la solución al conflicto de Cataluña será viable cuando el Gobierno se avenga a promulgar una ley de amnistía y cuando ampare la celebración de un referéndum de autodeterminación. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha minusvalorado los indultos a cientos de kilómetros del lugar en el que Sánchez ha presentado su proyecto de concordia, en el Liceu de Barcelona. La secretaria general de ERC, Marta Vilalta, ha acudido a Madrid para registrar en el Congreso 200.000 firmas a favor de la amnistía. JxCAT ha pedido amnistía y autodeterminación. La CUP, también. Para ser el día grande de Sánchez, no está mal esta demostración de unidad soberanista.

Foto: El tribunal del 'procés', presidido por el magistrado Manuel Marchena. (EFE)

Porque los partidos independentistas, desde muchos sitios, han lanzado un único mensaje. Pedro Sánchez, desde un único lugar, ha enarbolado varios. Su discurso ante 200 personas, incluidos dos activistas de Arran, la organización juvenil vinculada a la CUP, que le han interrumpido con los gritos de "viva la tierra" y "amnistía", ha estado repleto de invitaciones a la concordia y al respeto, así como de propósitos de enmienda. Lo que han hecho los independentistas no ha servido para la conciliación, pero tampoco ha servido lo que ha hecho el Gobierno anterior.

El 1-O, por tanto, fue inútil, y también lo fue la respuesta dada desde Madrid, ya que la situación sigue atascada. Sánchez, en resumen, ha exhibido su apuesta por un nuevo escenario de diálogo y respeto. Los indultos, que aprobará el martes el Consejo de Ministros, son el primer paso: "Mañana podemos cambiar la vida de nueve personas [los presos] y esperamos poder cambiar las de miles de personas", ha dicho.

Sánchez a Barcelona, el independentismo a Madrid

La simbolización de la distancia política ha ocurrido durante la mañana de este lunes. El presidente ha viajado a Barcelona para escenificar su proyecto de integración. El independentismo ha viajado a Madrid para escenificar su proyecto de tensión.

Las organizaciones Òmnium Cultural y Amnistía i Llibertat han registrado en el Congreso de los Diputados más de 200.000 firmas para exigir al Gobierno una ley que borre los delitos, que es en lo que consiste la amnistía y lo que la diferencia ampliamente de los indultos, que se refieren a las penas de esos delitos. Tras las rúbricas, hay más peticiones detrás: acabar con el encausamiento judicial de 3.000 personas que, según los sectores independentistas, serán juzgadas por defender sus ideas. Y una más: la amnistía y esa 'liberación' de causas judiciales deben ser los vehículos hacia la solución del conflicto político.

Foto: Abascal (i), junto a Espinosa de los Monteros (d), en el Congreso. (EFE)

Al lado de las asociaciones que han recopilado las firmas, han estado los representantes de los partidos catalanes en el Congreso. ERC ha contado con Marta Vilalta y con Gabriel Rufián; JxCAT, con Míriam Nogueras; PDeCAT, con Ferran Bel, y la CUP, con Mireia Vehí y Albert Botrán, sus dos parlamentarios nacionales. La secretaria general de Esquerra ha sido la invitada estelar y ha aprovechado la ocasión para decir, al mismo tiempo que Sánchez hablaba en Barcelona, que "la solución para acabar con la represión" que vive Cataluña es la amnistía. "No hay otra solución posible; es la única manera de acabar con la injusticia de los presos, los exiliados y los encausados por el 1-O".

Además, ha subrayado que el "conflicto político que hay de fondo se tiene que resolver por la vía política, es decir, con la amnistía y haciendo efectivo el derecho de autodeterminación". Sobre los indultos, ha asegurado que "ayudarán a mejorar el sufrimiento de los presos", pero acto seguido ha recalcado que no son el final de ningún camino, pues a su juicio "la represión" seguirá. Míriam Nogueras, de JxCAT, ha incidido en el mismo mensaje: los indultos no solucionan nada; la amnistía y la autodeterminación son las únicas vías posibles. Desde Amposta (provincia de Barcelona), Aragonès ha calificado como "primer paso" la concesión de los indultos, pero a continuación ha dibujado con claridad su posición: el primer paso es "insuficiente".

Todas estas declaraciones, más las que hicieron el domingo Oriol Junqueras, para quien los indultos enseñan "las debilidades" del Estado, y Carles Puigdemont, que en Waterloo compareció para remarcar que las medidas de gracia no resolverán el "problema político" catalán, perfilan un panorama desalentador para el presidente del Gobierno, pues da la sensación de que sus llamamientos a la concordia y a la conciliación resuenan en el vacío.

Con todo, en ERC, el partido clave en este nuevo tiempo para Sánchez, siguen aferrados al diálogo. Se acerca la fecha en que Aragonès irá a Moncloa y la fecha en que se constituya la mesa de diálogo para la resolución del conflicto de Cataluña. Los republicanos se atan a las patas de la mesa porque saben que no hay otra opción, pero al mismo tiempo, por fuera, pregonan sus discrepancias, que son de fondo.

El diálogo no está en riesgo

Tanto los socialistas como los republicanos desarrollarán la mesas de diálogo, cuya composición irá variando en función de los asuntos que se aborden. Sobre en qué ambiente celebrarla es algo que llevan tiempo estudiando representantes de las dos partes. Es clave en este sentido la buena relación que tienen Adriana Lastra y Gabriel Rufián, así como Carmen Calvo y Pere Aragonès o los jefes de gabinete de los presidentes.

El Gobierno y el PSOE, por un lado, y ERC trocearán los ámbitos de negociación. Es muy probable, puntualizan fuentes al tanto de las conversaciones, que Rufián no esté en la mesa entre gobiernos, de modo que su cometido principal sea el diálogo con Lastra para ir sacando adelante leyes sociales. El portavoz de ERC, de hecho, ha dado muestras de que es la función prioritaria de las que le corresponden en esta nueva etapa. Ya la semana pasada mantuvo contactos con el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, sobre la nueva ley de vivienda. El próximo miércoles preguntará al presidente en la sesión de control del Congreso por el escudo social.

Que Esquerra juegue un papel determinante en la negociación de leyes estatales es relativamente novedoso. No hace muchas legislaturas este grupo estaba fuera de los foros de discusión parlamentaria más relevantes. Ahora no es así, y obedece a un empeño de Rufián. Considera la dirección de ERC que además de la lucha por la independencia, debe contribuir al refuerzo de un tejido social vanguardista y con anclaje en la agenda de izquierdas. Además, y como es obvio, los 13 diputados de Esquerra resultan fundamentales en la actual aritmética parlamentaria.

Así que confluyen dos planos en el nuevo ciclo de relaciones con Cataluña. Uno circula por el exterior y es visible, y es en el que hoy han coincidido Pedro Sánchez diciendo una cosa y los partidos independentistas defendiendo otra distinta. El otro circula por el interior y es invisible, y en él coinciden dirigentes de los dos partidos protagonistas, PSOE y ERC, para asegurarse de que al menos el diálogo desemboque en un resultado concreto y pactado.

Pedro Sánchez avanza hacia la solución del conflicto catalán por una carretera y el independentismo transita por otra. Falta comprobar aún si van en dirección contraria o a través de vías paralelas. Falta ver si esas vías van dejando cada vez más distancia en medio, o si por el contrario desembocarán en el mismo camino. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que este martes se aprobarán los indultos. Los partidos independentistas han respondido que no es suficiente.

Pedro Sánchez Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Indulto Oriol Junqueras Carles Puigdemont
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