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El Gobierno demoniza la protesta de Colón: "Es la impotencia de la ultraderecha"
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"No entienden España"

El Gobierno demoniza la protesta de Colón: "Es la impotencia de la ultraderecha"

Moncloa despliega su defensa ante la concesión de indultos afirmando que, en el fondo, la culpa del 'procés' es del PP y lo insta a "pedir disculpas". Aragonès, desafiante sobre Colón: "Aunque rabien, amnistía e independencia"

Foto: Manifestación en Colón contra los indultos a los presos del 'procés'. (Sergio Beleña)
Manifestación en Colón contra los indultos a los presos del 'procés'. (Sergio Beleña)

El Gobierno demonizó ayer a los miles de ciudadanos que se juntaron en la plaza de Colón para protestar contra la concesión de indultos a los presos independentistas catalanes. La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, censuró la convocatoria de la sociedad civil, a la que se sumaron PP, Vox y Ciudadanos, y encuadró a todos los participantes en la "ultraderecha", obviando que dos tercios de los españoles, se manifiesten o no en las calles, rechazan la medida de gracia.

Pero Moncloa sacó ayer su artillería para apuntalar la idea de que la nueva foto de Colón no es más que el síntoma de la "impotencia" de los partidos de la derecha, que no "entienden España". Directamente, Calvo responsabilizó al PP de la crisis separatista en Cataluña y lo emplazó a pedir perdón por los actos de los líderes independentistas que ahora el Ejecutivo va a indultar pese a tener el rechazo frontal del tribunal sancionador y de la Fiscalía.

"En la plaza de Colón, lanzando proclamas de cartón piedra, no significa más que la impotencia de hacer política de la derecha española, de la ultraderecha española", resumió Calvo desde Sevilla, donde participó en las primarias socialistas, en las que el alcalde sevillano, Juan Espadas, se impuso con claridad a la secretaria general, Susana Díaz. La derecha, insistió Calvo, "no acaba de entender ni la historia de España ni los acontecimientos recientes de los que ellos deberían en este momento estar pidiendo también disculpas". "El Partido Popular, en vez de estar en la plaza de Colón, lo que tenía que estar es haciendo una revisión de lo que ha hecho durante 10 años contra Cataluña", aseveró.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado. (EFE) Opinión

Con similar dureza reaccionó la ministra portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, que condensó el acto de Colón en una muestra de "impotencia" de los partidos de la oposición "ante la solución de los problemas", dando por hecho que el indulto apaciguará el independentismo en Cataluña. Como Calvo, culpó al anterior Ejecutivo de Mariano Rajoy de que en Cataluña se "quebrantara la legalidad" en 2017, pese a que el propio PSOE de Pedro Sánchez apoyó la activación del artículo 155 de la Constitución para frenar el golpe institucional. "De aquellos polvos estos lodos", señaló Montero ayer mientras participaba también en la votación socialista en Andalucía. La izquierda y amplios sectores del nacionalismo consideran que el 'pecado original' de la crisis catalana se sitúa en la recogida de firmas del PP contra el Estatut de 2006, que llevaron al Constitucional; una mirada muy parcial que exime al independentismo del destrozo causado por el 'procés'.

Precisamente, la protesta en Colón le sirvió ayer al nuevo presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, para reforzar su verbo desafiante al Estado: "Aunque el fascismo y la derecha rancia rabien, amnistía, autodeterminación e independencia. Sin ningún miedo y con toda convicción", señaló en su cuenta de Twitter. El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, gran provocador, definió la concentración en Madrid como "una especie de narcosala de la ultraderecha en la que se va a repartir metadona de la mala".

En Moncloa, están convencidos de que las exhibiciones de la derecha los inmunizan en términos electorales

Lo cierto es que desde que el grupo de Rosa Díez y Fernando Savater, Unión 78, convocara el acto de protesta en Madrid, y se fueran confirmando la asistencia de los líderes del PP, Pablo Casado, de Vox, Santiago Abascal, y de Ciudadanos, Inés Arrimadas, el Gobierno ha resucitado el fantasma de la ultraderecha de Colón. La "anti España", según acuñó el ministro y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, la semana anterior. En Moncloa, están convencidos de que las exhibiciones de fuerza de la derecha en las calles, más que erosionar al Gobierno por conceder los indultos, lo inmunizan en términos electorales. Y por ello insisten en pintar a los manifestantes como extremistas radicales, negando la posibilidad de que entre los ayer congregados hubiera una parte del electorado socialista desencantado con los pactos de Sánchez con ERC.

"España no se merece una oposición" con unas "derechas" que vuelven a "petrificarse hoy de nuevo en una foto en blanco y negro en la plaza de Colón", abundó la ministra Ione Belarra tras ser elegida nueva secretaria general de Podemos en sustitución de Pablo Iglesias.

El Gobierno demonizó ayer a los miles de ciudadanos que se juntaron en la plaza de Colón para protestar contra la concesión de indultos a los presos independentistas catalanes. La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, censuró la convocatoria de la sociedad civil, a la que se sumaron PP, Vox y Ciudadanos, y encuadró a todos los participantes en la "ultraderecha", obviando que dos tercios de los españoles, se manifiesten o no en las calles, rechazan la medida de gracia.

Plaza de Colón Carmen Calvo Ione Belarra Esquerra Republicana de Catalunya (ERC)
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