El PP lanza una ofensiva contra los indultos para dar continuidad al auge en los sondeos

Cataluña vuelve a la primera línea del debate político, especialmente a la confrontación entre el Gobierno y el primer partido de la oposición. El PP prepara una ofensiva sin matices contra los indultos a los presos del 'procés' que Pedro Sánchez podría conceder a Oriol Junqueras y al resto de líderes independentistas si se cumple el guion previsto. Distintos miembros del Ejecutivo, el presidente incluido, llevan días preparando el terreno y pidiendo “naturalizar” la medida de gracia en caso de que el Consejo de Ministros así lo decida. El informe del Tribunal Supremo, contundente en su rechazo a la concesión de estos indultos, ha dado más fuerza todavía al partido de Pablo Casado, que ve consolidado un cambio de tendencia. Entre otras acciones, el PP llevará a todos los ayuntamientos de España mociones sobre los indultos para conseguir que los partidos se retraten (y muy especialmente el PSOE).

Al poco de conocerse el contenido del informe, el líder del PP ya dejó claro que su partido “irá hasta el final para defender a la Justicia”, dejando claro que no solo recurrirá la decisión en caso de que el Gobierno se decida, sino que hará de esto su nueva batalla política. Fuentes populares advertían de que “Sánchez tendrá que explicarlo muy bien a su electorado” porque “además de no haber necesidad, se incumplen todos los parámetros”.

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Es exactamente lo mismo que dice el Supremo: no existen motivos de justicia, equidad ni utilidad pública en la medida de gracia. Además, resalta la falta de arrepentimiento de los penados y su intención de reincidir, que han manifestado en distintas ocasiones públicamente. El alto tribunal se muestra especialmente duro al considerar que el Gobierno busca “corregir” una pretendida injusticia de la sentencia. “Y no es este, desde luego, el sentido y la finalidad del indulto”, destaca.

En la cúpula del PP, destacan que para Sánchez sería un 'loose-loose' (perdería seguro) y dan por hecho que el PSOE podría sufrir una revuelta interna a pesar del poder tan férreo que ejerce Moncloa. “El PSOE, por mucho que mande Moncloa, está vivo. No hay precedentes”, insisten. “Son demasiadas promesas rotas. Los referentes del PSOE y sus presidentes autonómicos también van a perder la confianza y la estabilidad”, auguran los populares, que además siguen con el viento de cola en todas las encuestas publicadas.

Casado es consciente de que Sánchez evitará el adelanto electoral a toda costa y en el PP reconocen que será difícil mantenerse en una posición tan fuerte como dan ahora los sondeos durante tanto tiempo. Pero, aun así, en el entorno del presidente popular aseguran que cuando hablan de que “la legislatura está liquidada” (Casado dijo “en vía muerta” en una entrevista con este diario) se refieren a que “el de Sánchez es un proyecto acabado”, porque ha incumplido todo lo que dijo. “Se pasó un año afirmando que no pactaría con Bildu, que no habría indultos, que no podía gobernar con Podemos. Es él quien ha liquidado la legislatura y está pidiendo la cuenta”, aseguran, a pesar de no poner plazos encima de la mesa.

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Los indultos jugarán ahora un papel clave hasta que llegue la decisión de Sánchez. En el PP, tienen claro que sería el primer indulto concedido “con reincidencia y sin arrepentimiento”. Más todavía: los condenados ni siquiera piden indultos y solo contemplan la amnistía, que el Gobierno ya ha descartado porque ni siquiera figura en la Constitución.

Los populares también apelan a la “responsabilidad” de los actos del presidente, y también deslizan la idea de que no se puede contemplar “que obligue al Rey” a firmar un indulto de estas características. Otras fuentes alertan de que no es un argumento viable porque el Rey refrenda todos los actos del Gobierno y está obligado por sus funciones constitucionales. En ningún caso decide lo que puede o no avalar.

Vox apuesta por protestas en la calle

En este aspecto, la oposición dará una imagen de unidad, aunque las estrategias probablemente sean distintas. La ofensiva que el PP prepara se moverá en el ámbito de lo político y lo institucional, mientras que Vox ya coquetea con trasladar la presión a la calle. El portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, deslizó la idea, aunque reconoció que lo previsible es esperar a conocer la decisión definitiva del Gobierno. En caso de ser favorable, el partido de Santiago Abascal está decidido a promover manifestaciones y protestas en la calle que respondan al Ejecutivo.

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En el caso de Ciudadanos, como adelantó este diario, Inés Arrimadas ya estaba decidida a alejarse por completo de la vía de negociación inaugurada hace más de un año con Pedro Sánchez. Igual que ha dejado de negociar los últimos decretos, la posibilidad de que el presidente firme los indultos de los presos del 'procés' del 1-O evita cualquier tipo de entendimiento de aquí en adelante.

El partido naranja —y especialmente su actual líder, que ganó las elecciones catalanas de 2017 con una alternativa constitucionalista a todo el independentismo— será implacable, como ya demostró Arrimadas este miércoles en el Congreso. “No hay privilegio ni perdón posible. El Gobierno está vendiendo a España si decide indultar. No hay cargo, sillón, Falcon o sueldo que justifique seguir adelante con esta humillación para todos los españoles”, llegó a decir la dirigente.