PSOE y Podemos evitan crear en el Congreso la comisión para auditar la vacunación

Los grupos parlamentarios de PSOE y Unidas Podemos en el Congreso están impidiendo que se ponga en marcha la comisión de investigación sobre el proceso de vacunación que se aprobó en el pleno del 11 de marzo. Fuentes de otros grupos con representación en la Cámara confirman a este diario que los partidos del Gobierno son los que, dos meses y medio después, evitan que el comité de trabajo empiece a funcionar.

De hecho, el grupo popular, que dirige Cuca Gamarra, ya exigió a finales de abril a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que constituyera de inmediato la comisión que pretende analizar las distintas aristas que ha ido dejando el proceso en España: desde la exclusión de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Cataluña o los efectos adversos detectados con algunos sueros hasta las diferencias de criterio en algunas comunidades, o incluso el debate generado sobre administrar o no la segunda dosis de AstraZeneca a menores de 60 años. La cuestión es que la comisión no depende de Batet, sino de un acuerdo unánime de los grupos parlamentarios… en el que no están PSOE y Podemos por ahora.

Fuentes parlamentarias recuerdan a este diario que la tradición era que la Mesa (órgano de gobierno de la Cámara) ordenaba los plazos de constitución de las comisiones de investigación, pero ahora son los grupos los que tienen que dar su visto bueno para crearlas con un acuerdo entre todos. Y en estos momentos los que están evitando a toda costa pronunciarse son socialistas y morados, aunque los primeros aseguran que “siguen negociando” los detalles de la comisión.

Los impulsores de la comisión, Íñigo Errejón y Joan Baldoví (Más País y Compromís, respectivamente), volvieron a la carga pasadas las elecciones madrileñas del 4 de mayo insistiendo en que si se demoraba mucho más, la comisión perdería sentido. No escondieron su convicción de que “algunos aprobaron su puesta en marcha en el pleno sin mucho entusiasmo” y recordaron que el objetivo del grupo de trabajo pasa por entender y explicar “las dificultades severas” que sigue teniendo por delante el “reto de la vacunación” a pesar del buen ritmo. Baldoví volverá a insistir este martes en que se active de una vez.

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EC/Agencias

La realidad es que la creación de esta comisión salió adelante en el pleno por una mayoría nada habitual en los tiempos que corren. Solo se abstuvieron Vox y el PNV. El resto de partidos votó a favor, incluidos PSOE y Podemos. En aquel momento había estallado la vacunación irregular en muchas comunidades autónomas, con dirigentes políticos que se saltaron la cola. El escándalo más sonado fue el que afectó a la Consejería de Salud de la Región de Murcia, que se saldó con la dimisión del consejero, Manuel Villegas.

También fue muy polémico el relativo a las Fuerzas Armadas, incluido el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general Miguel Ángel Villarroya, que también abandonó su puesto a pesar de mantener que tenía "la conciencia muy tranquila". Este diario también publicó el viaje de las Infantas a Emiratos Árabes, que les sirvió para ponerse la vacuna.

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A partir de ahí, los partidos han ido resaltando distintas polémicas. Por ejemplo, el PP quiere que se ponga el foco en la exclusión de agentes policiales en Cataluña o en los distintos criterios seguidos en las comunidades y sobre los que culpan a la gestión del Gobierno.

Más País propuso la comisión ante el escándalo de la vacunación irregular, pero también por otras cuestiones que considera de máximo interés para la ciudadanía y que, a su juicio, deberían ser transparentes. Por ejemplo, los acuerdos europeos con las compañías farmacéuticas o más recientemente los vaivenes del Ejecutivo con la segunda dosis del suero de AstraZeneca para menores de 60 años, sobre la que finalmente ha recomendado utilizar la de Pfizer.

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Todo ello a pesar de que la Agencia Europea del Medicamento sigue recomendando poner la segunda inyección anglo-sueca e incluso algunas comunidades como Madrid, Galicia o Cataluña también se han decantado por esta postura.

En realidad, los socialistas apoyaron la creación de la comisión, pero no escondieron sus reticencias, defendiendo que existían “otros mecanismos” para vigilar y controlar la vacunación. De hecho, al Gobierno no le gustaba la idea de que esta comisión lanzara la imagen de un proceso “caótico” o irregular. Y, precisamente, es esta posición tibia la que hace desconfiar a los impulsores, Errejón y Baldoví, convencidos de que los partidos del Gobierno, sobre todo el PSOE, van dejando pasar los días sin comprometerse a impulsar la comisión.