La regulación del cannabis medicinal se abre paso en el Congreso frente a la ley integral

El debate sobre la regulación del cannabis ha dado un primer paso en el Congreso de la mano del PNV, impulsor de la subcomisión de Sanidad que estudiará este asunto, aunque limitándose a su uso medicinal. Como explicaba la diputada del grupo vasco Josune Gorospe, “desde PNV hemos defendido en reiteradas ocasiones la regulación integral del cannabis, pero conscientes de la dificultad que entraña este planteamiento global, con el objetivo de avanzar, hay que priorizar lo urgente: la regulación del cannabis medicinal”.

Algunos de los grupos parlamentarios favorables a la regulación integral, esto es, para el uso no solo medicinal sino también recreativo, como Unidas Podemos o ERC, apostaban por abrir este debate en la Comisión Mixta de Drogas, pero finalmente han optado por el pragmatismo y votar a favor de la iniciativa del PNV aun sin renunciar a sus aspiraciones. Paso a paso, habida cuenta de las resistencias del PP y de las dudas del PSOE sobre un debate que, según han reiterado, "no toca" en estos momentos.

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La diputada de Unidas Podemos que lidera los trabajos en su grupo para desarrollar una propuesta de ley para la regulación integral, Lucía Muñoz, explica a este diario que la creación de la subcomisión es "un primer paso para que en este país un médico o médica pueda recetar cannabis, como ya pasa en otros países de nuestro entorno, y para que el paciente pueda acceder al producto a un precio asequible". Y lo ve como una ventana de oportunidad para ir más allá porque "también entendemos que el debate en torno al cannabis debe abordarse desde una perspectiva integral, es decir, teniendo en cuenta todo el ciclo del cannabis, desde su producción hasta su consumo".

El objetivo de los morados es aprovechar el debate en la recién creada subcomisión para defender su visión más integral. "Si no lo abordamos de esta forma, corremos varios riesgos. Uno de ellos, por ejemplo, es que los poderes públicos tengan dificultades para garantizar cannabis a un precio asequible para los pacientes", avanza Muñoz.

El Parlamento Europeo ha instado a los Estados a avanzar en los programas de investigación y de acceso a su uso médico

Fuentes del grupo nacionalista vasco en el Congreso señalan que el motivo de enmarcar este debate dentro de las competencias de Sanidad se debe a la necesidad de "eliminar el estigma de acuerdo con las recientes resoluciones europeas", sin renunciar a poner posteriormente el foco en otros aspectos. De hecho, el Parlamento Europeo ha instado a los Estados a avanzar en los programas de investigación y de acceso a su uso médico, y la ONU retiró el cannabis en diciembre de 2020 de la lista IV de la Convención de Drogas de 1961. “Ya es hora de romper la dinámica del no, del ‘de eso no se habla’, y empezar a dar los primeros pasos ya”, señalaba Gorospe durante su defensa de la creación de dicha subcomisión.

Desde Unidas Podemos, reconocen la urgencia, pero sin renunciar a lo que consideran importante. "Existe una necesidad urgente de que se ponga en marcha un programa de acceso a cannabis para su uso medicinal, más después de un confinamiento que evidenció los problemas de acceso a cannabis para los pacientes que pedían la reapertura de las asociaciones cannábicas para no tener así que recurrir al mercado ilícito", explican. Con todo, estas mismas fuentes añaden: "Estaremos atentas al trabajo de la subcomisión, pero nuestra propuesta es la regulación integral y por tanto el objeto es bastante más amplio que el de la subcomisión, por ello, vamos a continuar el trabajo como tenemos previsto".

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Esta hoja de ruta, a la que no renuncian, pasa por presentar en la segunda mitad de la legislatura una propuesta de ley de regulación integral. Entre las prioridades, se encuentra el uso recreativo en adultos, el uso medicinal, dotar de vías de acceso para el autocultivo y regular el mercado a través de un sistema de licencias y puntos de venta.

El marco regulatorio establecido en Canadá es uno de los espejos en que se están mirando. El anterior proyecto de ley de Unidas Podemos, que no llegó a ver la luz al decaer la legislatura por la convocatoria anticipada de elecciones, buscaba legalizar la venta y el consumo, no solo medicinal sino también recreativo. Según los borradores, el acceso a esta sustancia se haría vía licencias y control estatal de las mismas. Licencias tanto para la producción como para la distribución y la venta, pero no para los consumidores, como sí ocurre por ejemplo en Uruguay a través de un sistema de registro de usuarios.

Se contemplaba acompañar la legalización de una política punitiva "contundente" para quien incumpla la legislación, principalmente si se vende a menores. Los locales de venta en el circuito legal que se saltasen las normas establecidas en la ley tendrían como castigo inmediato la retirada de la licencia. Desde Unidas Podemos, se fijaban asimismo en los resultados que estas medidas han tenido en EEUU para concluir que la mayoría de puntos de venta no se arriesgaría a perder la licencia por vender a menores, lo que dificultaría el acceso de estos al cannabis.