Sánchez desoye las críticas e insiste en que las CCAA ya pueden controlar la pandemia
El presidente del Gobierno asegura que el estado de alarma "es el pasado" y se reafirma en que toca "mirar al futuro" con las CCAA al frente de la nueva etapa y los instrumentos vigentes
El presidente del Gobierno ha tratado de zanjar el embrollo generado con el fin del estado de alarma, con las comunidades autónomas acudiendo a los tribunales superiores de justicia para poder implementar medidas como el toque de queda y mientras los grupos parlamentarios, y muy especialmente los socios habituales del Ejecutivo, no cesan en sus críticas. Pedro Sánchez compareció a las puertas de la Moncloa acompañado por el presidente de Argentina, Alberto Fernández, insistiendo en que “el estado de alarma es el pasado” y dejando claro que ahora toca “mirar al futuro, es decir, a la vacunación”.
Además, el jefe del Ejecutivo insistió en que a día de hoy las CCAA “tienen amplios instrumentos” para hacer frente a la pandemia en el estado actual y con el proceso de vacunación funcionando a muy buen ritmo. Con estas afirmaciones, Sánchez pone fin a dos días de especulación sobre si el Gobierno se abría o no a una reforma legislativa que permita a las autonomías tomar medidas que afectan a derechos fundamentales (toques de queda o cierres perimetrales) sin necesidad de acudir a la justicia, después de que el ministro Juan Carlos Campo no lo descartara en una tribuna publicada en el diario ‘El País’.
Se confirma entonces, como publicó este diario, que el Ejecutivo no prepara ninguna ley y que sigue confiando en que en estos momentos las comunidades tienen herramientas viables para hacer frente al virus. En caso de conflicto porque el TSJ de un territorio tumbe las medidas aprobadas (como ya está ocurriendo, por ejemplo hoy de nuevo, con Navarra, cuyo tribunal de justicia no ampara el toque de queda) debe ser el Tribunal Supremo el que resuelva.
Poco después, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, comparecía en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros apuntalando las palabras del presidente. “Las CCAA ya pueden controlar la pandemia. El estado de alarma no puede mantenerse de manera permanente y el Gobierno siempre ha velado porque esté vigente el tiempo imprescindible. Cuando se declaró el último estado de alarma (que duró seis meses) estábamos en una incidencia acumulada de 360 casos por 100.000 habitantes y hoy la incidencia es la mitad. La situación es extraordinariamente distinta y estamos a 99 días de que se cumpla el objetivo de vacunación que nos proporcione la inmunidad de rebaño”, insistió.
Críticas de ERC y PNV en el Congreso
En su breve comparecencia, Sánchez también aprovechó para contestar a algunas críticas, ironizando con que la oposición “dice ahora que echa de menos el estado de alarma cuando antes votó en contra”. En efecto, el PP (que se abstuvo en la alarma de seis meses, pero votó en contra en el de antes) lleva meses defendiendo la necesidad de una alternativa jurídica a la alarma. Incluso mantiene contactos con el resto de grupos a la espera de que el Gobierno permita que su propuesta se debata en el Congreso. La ministra portavoz no perdió la oportunidad de cargar contra este "plan B jurídico" del PP, una ley de pandemias que el Gobierno, dijo, considera "inadecuada e inapropiada", e incluso ve como "uno de los principales ataques a las libertades de los ciudadanos, registrado como tal en el Congreso de los Diputados".
Pero no es solo el principal partido de la oposición. Este mismo martes, justo antes de que el presidente hablara en Moncloa, los grupos parlamentarios cargaron contra el Gobierno uno por uno. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, volvió a insistir en “la profunda irresponsabilidad” de Sánchez “al anunciar el fin del estado de alarma sin un horizonte claro”, “pasando de cero a cien”. El líder de los republicanos catalanes en Madrid insistió en que el anuncio del presidente se enmarcó “en la competición con Ayuso para que no le penalizara en las elecciones”.
También el PNV, en la línea que viene manteniendo desde hace tiempo, fue muy crítico con el Gobierno. Su portavoz, Aitor Esteban, dejó claro que “se necesita un paraguas jurídico” para seguir llevando a cabo restricciones y reconoció que la postura de su grupo habría sido mantener el estado de alarma “un par de meses más” para que ya hubiera un porcentaje de población importante inmunizado.
Los nacionalistas vascos creen que los estados de alarma “a la carta” (las comunidades autónomas pueden pedir la aplicación en sus territorios, como recordó ayer el ministro Miquel Iceta) no son la solución porque se puede dar la disyuntiva de estar debatiendo cada 15 días lo mismo en función de qué comunidad se encuentre en peor estado.
“La pandemia afecta a todos. No entendimos que se plantee de esta manera para cada comunidad. Ojalá nos equivoquemos y dentro de 15 días no veamos una situación preocupante. Pero creemos que se ha cometido un error y que el caos jurídico de estas semanas era innecesario”, zanjó Esteban.
El presidente del Gobierno ha tratado de zanjar el embrollo generado con el fin del estado de alarma, con las comunidades autónomas acudiendo a los tribunales superiores de justicia para poder implementar medidas como el toque de queda y mientras los grupos parlamentarios, y muy especialmente los socios habituales del Ejecutivo, no cesan en sus críticas. Pedro Sánchez compareció a las puertas de la Moncloa acompañado por el presidente de Argentina, Alberto Fernández, insistiendo en que “el estado de alarma es el pasado” y dejando claro que ahora toca “mirar al futuro, es decir, a la vacunación”.
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