Simón: "Ni yo ni nadie en España sabe lo que va a pasar en los próximos días"

Fernando Simón siempre pide responsabilidad individual en sus ruedas de prensa. Lo lleva haciendo desde que en marzo de 2020 estalló la crisis del coronavirus y lo hace ahora, cuando la situación sanitaria está más controlada, pero la sensación de descontrol es mayor que nunca. Tras un fin de semana en el que las calles de Madrid y Barcelona se han llenado de jóvenes festejando el fin del estado de alarma abrazados y sin mascarilla, el epidemiólogo ha estallado desde el minuto uno: "Buenas tardes. Seguimos teniendo coronavirus. Sigue habiendo mucho coronavirus en España. Yo creo que a buen entendedor...".

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EFE

El director del Centro Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) ha lamentado este lunes en una rueda de prensa las imágenes que se vieron en la noche del sábado: "No me hicieron ninguna gracia". Y, con un tono muy serio, ha reconocido que está decepcionado con las actitudes de la población, de los medios y de los políticos durante los últimos días: “Me da pena que se haya utilizado como se ha utilizado. El final del estado de alarma no era el fin del coronavirus". Pero algunos sí se lo han tomado así.

La nueva situación ha borrado el optimismo expresado por Simón durante las últimas semanas. Hasta el punto de que todas las predicciones sobre la cuarta ola han saltado por los aires. "Ni yo ni nadie en España sabe lo que va a pasar en los próximos días", ha reconocido el epidemiólogo, que, sin embargo, ha expresado su esperanza de que el impacto de la relajación de los comportamientos cause solo un "pico puntual" en la evolución de la pandemia.

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El discurso de Simón es el mismo que sostiene el Gobierno desde hace semanas: el hecho de que decaiga el estado de alarma no significa que se deban dejar de lado las medidas de prevención, por lo que prolongarlo no resulta indispensable para luchar contra la pandemia. Pero tras las imágenes de los botellones y la presión de las comunidades autónomas, el Ejecutivo ya no descarta tomar nuevas iniciativas para dar cobertura jurídica a las restricciones y evitar un caos que conduzca a la quinta ola.

El director del CCAES, que siempre se ha mostrado prudente en este sentido, ha reiterado que el estado de alarma solo servía para amparar los toques de queda, los confinamientos perimetrales y la limitación de reuniones. Todo lo demás, opina, debería seguir en pie: "Tenemos que aplicar todas las medidas disponibles. Y tenemos herramientas". A la espera de lo que decidan políticos y jueces, Simón no ha descartado, sin embargo, volver a implantar el toque de queda en Madrid, como ha pedido este lunes la delegada del Gobierno en la Comunidad, Mercedes González.

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Pese a la discusión política y el sudoku jurídico, la situación epidemiológica continúa su evolución favorable. Este lunes, la incidencia acumulada de la pandemia ha descendido hasta los 189 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, en buena medida gracias al impacto de la inmunización. Sin embargo, la disparidad entre los territorios y, sobre todo, entre los grupos de edad dibujan unas próximas semanas de incertidumbre si continúan los comportamientos irresponsables. "Por debajo de los 30 años, el porcentaje de vacunación disminuye mucho, a menos del 5%", ha recordado el epidemiólogo. Esos, precisamente, son los que menos precauciones están tomando tras el fin del estado de alarma.

En términos agregados, casi 3 de cada 10 españoles, unos 14 millones de personas, ya han recibido alguna dosis, mientras que el 13% de la población ha completado la pauta. "Eso nos da esperanza de que lo que hemos observado estos días no tenga un impacto grande", ha explicado Simón. El Gobierno confía en acabar con la pandemia en 100 días, pero el 'esprint' final gracias a la vacunación tiene su primera curva dentro de solo dos semanas: entonces sabremos las consecuencias sanitarias de tanta alegría anticipada.