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El 4-M provoca cambios y graves tensiones internas en todos los partidos
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LOS EFECTOS DE LAS ELECCIONES MADRILEÑAS

El 4-M provoca cambios y graves tensiones internas en todos los partidos

El triunfo de Ayuso quiebra el equilibrio en el PP, el desastre del PSOE afecta a Moncloa, la retirada de Iglesias abre el relevo en Podemos y Ciudadanos se desangra

Foto: Reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP. (EFE)
Reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP. (EFE)
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Las elecciones autonómicas de Madrid del pasado martes 4 de mayo pasarán a la breve historia constitucional como los comicios locales con mayores repercusiones en la política nacional. O, en realidad, si se aplica el principio jurídico de que “la causa de la causa es causa del mal causado”, todo empezó en Murcia con aquel intento de moción de censura del PSOE y de Ciudadanos que ha terminado por provocar cambios y tensiones, con distinto grado de intensidad, en todos los partidos nacionales.

Desde el mismo cierre de las urnas en Madrid se han producido movimientos en las estructuras orgánicas que afectarán a la legislatura, a los pactos y al futuro de España. Y no han terminado.

Foto: Pablo Iglesias, antes anunciar su dimisión. (EFE)

Isabel Díaz Ayuso, definida esta semana por 'Financial Times' como "combativa libertaria", ha sido la gran triunfadora de las elecciones de Madrid y, aunque ha dejado un escenario óptimo para Pablo Casado, su ascenso hace crujir algunas estructuras del partido.

Lo inmediato es que el resultado le da fuerza para ganarle el pulso al secretario general del partido y nadie podrá evitar que sea la presidenta del PP de Madrid. Eso altera los equilibrios que siempre se han mantenido en el partido en la capital desde la época de José María Aznar, y esa batalla ya provocó tensiones desde los tiempos de Esperanza Aguirre.

Efectos en el PP

El ascenso de Ayuso la convierte en uno de los líderes regionales con más poder en el PP y su heterodoxia puede provocarle dolores de cabeza a Casado. En la dirección del partido no temen que su ascenso amenace el liderazgo nacional, pero hay un factor de distorsión que tiene que ver con el jefe de gabinete de la presidenta madrileña, Miguel Ángel Rodríguez, con una pésima relación con Génova y que ya se ha jactado de haber llevado a principios de los 90 a la Moncloa a su anterior jefe, José María Aznar.

Fuentes del PP explican que Casado y Ayuso mantienen sus buenas relaciones, que la presidenta le alabó y agradeció en su intervención triunfal en el balcón de Génova y, además, dentro de dos años tendrá que someterse de nuevo a elecciones autonómicas.

Casado debe culminar la absorción de lo que queda del partido de Inés Arrimadas

Casado tiene pendiente la reunificación de su espacio político y ahora se encuentra con Ciudadanos en fase de liquidación, además, debe culminar la absorción de lo que queda del partido de Inés Arrimadas. Su estrategia interna mira a la conferencia política de otoño para redefinir su proyecto.

Su partido tiene buenas perspectivas en Andalucía, pero sigue teniendo el lastre de los pésimos resultados electorales en País Vasco y Cataluña.

El futuro del PSOE y de Sánchez

La estrategia del jefe del Gobierno y de su equipo ha fracasado estrepitosamente en Madrid, y ese fracaso tiene consecuencias en su gestión, en su partido y en sus alianzas. También ha crujido el modelo de organización supeditado a la Moncloa como nunca, algo que se reforzará aún más en octubre en el Congreso Federal.

No hay voces críticas en público, pero sí en privado por ese modelo y por una campaña llena de rectificaciones y supeditada en el último tramo a la estrategia de Unidas Podemos. También por el mal diagnóstico sobre la realidad porque se pensó que en Madrid el PSOE podría llevarse el voto de Ciudadanos y porque hasta el mismo domingo desde Moncloa se transmitía que era posible el vuelco en favor de la izquierda. Lo más preocupante para los socialistas es ese error de diagnóstico y el alejamiento de la sociedad, porque se ha demostrado que algunos de sus mensajes de campaña, como el miedo a la ultraderecha, no han funcionado. Y puede ser aún peor cuando tenga que tomar medidas como las de los peajes en las autovías o subidas de impuestos, ambas conocidas por un documento entregado a Bruselas, no por el anuncio y la explicación del Gobierno.

A su vez, en Moncloa se critica que el PSOE de Madrid no haya hecho oposición en estos años y son muy críticos con el funcionamiento de la organización en la Comunidad y la falta de músculo en el partido.

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Su curioso movimiento de respuesta ha sido desviar la atención hacia Andalucía y obligar a los socialistas de Madrid y al propio Ángel Gabilondo a hacerse el harakiri, a pesar de que la lista, la estrategia y todo durante la campaña se hizo desde Moncloa. Gabilondo se resistió a irse, hizo saber el miércoles que se quedaba en la Asamblea y justo cuando estaba en el hospital, internado por una arritmia, se anunció que él había decidido irse.

Entre salvar a su equipo encabezado por Iván Redondo o sacrificar al PSOE de Madrid, era fácil la elección de Sánchez. Sobre todo porque el presidente del Gobierno y líder socialista lleva años imponiendo decisiones al PSOE que Madrid que han resultado negativas. Desde la muerte política de Tomás Gómez, la designación de un seleccionador de baloncesto como candidato al Ayuntamiento, la confrontación con Ayuso con foto de banderas incluidas y ahora la campaña electoral incomprensible, entre otras muchas.

Onda expansiva en Andalucía... ¿Y en Cataluña?

Como señuelo, ha acelerado el proceso interno en Madrid y ha puesto en primer plano el morbo de la pelea con Susana Díaz en Andalucía. ¿Quién se puede resistir a sacar las palomitas y disfrutar de la segunda vuelta del enfrentamiento que tanto divirtió antes?

Fuentes de Ferraz explican que tienen asegurado el triunfo con Juan Espadas, alcalde de Sevilla, pero ya hay tradición de sorpresas en las primarias del PSOE. Sobre todo porque, por muy alabado que sea el perfil moderado de Espadas para hacerse con el voto de Ciudadanos en unas elecciones autonómicas andaluzas, no hay que olvidar que votan los militantes que siempre suelen ser más radicales que los votantes. Por eso, el pulso que se resolverá en junio tiene un enorme riesgo para Sánchez y el Gobierno.

Si hay Govern independentista, Sánchez tendrá que tramitar y conceder los indultos a los presos independentistas

Para Ferraz, es decir, para Pedro Sánchez, el favorito en Madrid es Juan Lobato, con experiencia de gestión como alcalde, y que estará presente en la Asamblea para hacer oposición a Ayuso. La legislatura de solo dos años será la oportunidad para lanzarle como candidato, una vez comprobado con la candidatura de Mónica García que los electores sí premian el trabajo duro de oposición. Le arroparán Hana Jalloul, Irene Lozano y José Cepeda.

A Sánchez le llega ahora la gestión de la política catalana. Si hay Govern independentista y no se va a la repetición de elecciones en julio, el presidente del Gobierno tendrá que tramitar y conceder los indultos a los presos independentistas y crear la mesa de diálogo como tenía previsto. Ahora lo hará con la constancia de que esos pasos pueden tener contraindicaciones en algunas comunidades autónomas como Madrid. También sus necesarias alianzas parlamentarias.

Y repercusión en una nueva política que languidece

El efecto para el Gobierno de coalición de las elecciones ha sido ya la salida de su vicepresidente segundo Pablo Iglesias y su posterior abandono de la política. Con el ascenso de Yolanda Díaz a la vicepresidencia tercera, la interlocución entre los dos miembros de la coalición ha cambiado y también la forma de ejercer esa función. Iglesias explicaba que era indispensable la confrontación pública, mientras que Díaz prefiere la negociación discreta.

Unidas Podemos es el partido que más abierto tiene ahora el proceso de cambio tras las elecciones de Madrid. Yolanda Díaz ha sido señalada para ser candidata en las próximas elecciones generales, pero como no es militante de Podemos, la secretaria general de esta formación será Ione Belarra desde julio.

Fuentes de Podemos explican que lo normal es que si Díaz asume esa condición de futura candidata será ella quien tenga que formar su equipo, su discurso y su estrategia con manos libres.

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Hace una semana ya se produjo una situación significativa que muestra que Díaz ha tomado ya ese control: El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, anunció en Moncloa que retiraban la reforma dura del Consejo General del Poder Judicial, el grupo parlamentario de Unidas Podemos se resistió y la vicepresidenta y responsable de Trabajo llamó para imponer la retirada.

Tras el 4-M la situación más delicada es la de Ciudadanos. Ya lo era antes, pero ahora, además, ha desaparecido en la Asamblea de Madrid y ya se han producido nuevas deserciones.

Su reto es cómo frenar la sangría de fugas hacia el PP y lo que se apunta en comunidades como Andalucía y Castilla y León. El vicepresidente de esta última comunidad, Francisco Igea, defendió la necesidad de buscar con el PP "un acuerdo nacional para alcanzar la irrenunciable obligación de sacar a Sánchez de la Moncloa".

Las elecciones autonómicas de Madrid del pasado martes 4 de mayo pasarán a la breve historia constitucional como los comicios locales con mayores repercusiones en la política nacional. O, en realidad, si se aplica el principio jurídico de que “la causa de la causa es causa del mal causado”, todo empezó en Murcia con aquel intento de moción de censura del PSOE y de Ciudadanos que ha terminado por provocar cambios y tensiones, con distinto grado de intensidad, en todos los partidos nacionales.

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