Irene Montero se unirá a Ione Belarra en el control del Podemos pos-Iglesias

La número dos de Ione Belarra en el liderazgo del nuevo Podemos tras el paso a un lado de Pablo Iglesias será la ministra de Igualdad, Irene Montero. Así lo afirman desde su entorno, poniendo en valor la intención de una "feminización" de Podemos. "Las mujeres se ponen al frente de Podemos para trabajar en equipo y generar nuevas formas de hacer política desde el consenso y el cuidado", explican desde el partido. Podemos cerrará a primera hora de esta mañana la votación entre los miembros de su dirección para avalar "la convocatoria y celebración inmediata de una Asamblea Ciudadana ordinaria", según la comunicación interna a la que ha tenido acceso este diario. El congreso se celebrará antes de verano, de forma exprés, lo que apenas deja margen para que se presenten listas alternativas a la oficialista.

El precipitado abandono de la primera línea política por parte de Pablo Iglesias, renunciando a la secretaría general y a su acta en la Asamblea de Madrid, se ha traducido en un cambio de planes. En un relevo exprés que estaba previsto para "varios meses". Además de dificultar la creación y presentación de listas alternativas para la integración de los órganos, este movimiento reduce al máximo el periodo en que presumiblemente Yolanda Díaz (quien no milita en Podemos) contaría con margen para construir su proyecto e ir tomando decisiones para, primero, asumir el liderazgo de todo el espacio más allá de la parte morada en el Gobierno de coalición y, después, redefinir el proyecto.

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Desde el partido, niegan este extremo y abundan en que la candidata elegida para las próximas elecciones generales será Yolanda Díaz, quien tiene una buena relación con Belarra y con quien se entiende políticamente, y que se transitará hacia una bicefalia, con contrapesos. La apuesta de Belarra, precisamente, según avanzan desde su entorno, pasa por "un modelo de bicefalia al estilo PNV, pero feminizado". También buscará afianzar las alianzas confederales y abrirse a la sociedad civil, añaden estas mismas fuentes.

El modelo de la bicefalia no será como se planificó en un principio, con Yolanda Díaz como líder del sector de Unidas Podemos en el Gobierno y con Pablo Iglesias desde fuera. El control de Podemos de Ione Belarra, que es ministra de Derechos Sociales, rompe con este modelo de contrapesos dentro y fuera de las tareas de gobierno. Será así más complejo diferenciar la acción de gobierno de la acción política del partido. Establecer contrapesos y adaptar los diferentes ritmos, manteniendo posiciones más rupturistas y pegadas a la calle desde el partido y otras más gobernistas y posibilistas con la correlación de fuerzas de los morados en el Consejo de Ministros, como se pretendía.

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La coordinación será compleja y la capacidad de Yolanda Díaz de marcar su propia hoja de ruta, también. Sin intención de militar en otra organización que no sea el PCE, Díaz se convertiría en una suerte de candidata independiente y Podemos sería su plataforma electoral, con capacidad para decidir las listas, programas, estrategias o pactos. Hasta ahora, la vicepresidenta tercera ha querido insistir tanto en público como en privado en que no ha tomado la decisión de ser la candidata a las próximas elecciones generales, para destacar que no quiere distraerse de sus responsabilidades de gobierno.

El perfil de Belarra, por otra parte, es el de una negociadora dura alejada del pragmatismo de Díaz. En la formación morada y, sobre todo, en el PSOE, conocen a Belarra como la negociadora de Podemos, con fama de organizada, cercana y también de inflexible. Junto a Pablo Echenique y Nacho Álvarez, responsable económico de la formación y secretario de Estado de Derechos Sociales, negoció y cerró un acuerdo de Presupuestos con la responsable de Hacienda, María Jesús Montero, para las primeras cuentas públicas de Pedro Sánchez en 2019 tras acceder al Gobierno.

Unos Presupuestos que luego tumbaría el Congreso con el rechazo de ERC, precipitando las elecciones. Sin embargo, aquel acuerdo sentó las bases para pasar de la colaboración parlamentaria entre morados y socialistas a explorar fórmulas conjuntas de gobierno. Precisamente, tras aquellas elecciones, Belarra volvió a liderar el equipo negociador de Unidas Podemos, junto a Pablo Echenique, para intentar llegar a un acuerdo de investidura con Pedro Sánchez y un Ejecutivo de coalición. Enfrente, nuevamente, María Jesús Montero, además de Carmen Calvo y Adriana Lastra. Negociaciones que no fueron exitosas y que derivaron, primero, en una investidura fallida y, después, en la repetición de elecciones.