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La Policía refuerza la seguridad de los candidatos y los mítines al subir la tensión
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Interior toma medidas extraordinarias

La Policía refuerza la seguridad de los candidatos y los mítines al subir la tensión

Interior asigna más protección policial a los candidatos a las elecciones madrileñas tras el incremento de la crispación política y los sobres con balas recibidos por algunas autoridades

Foto: Reyes Maroto con una foto de la navaja que recibió. (EFE)
Reyes Maroto con una foto de la navaja que recibió. (EFE)

La creciente crispación política en la Comunidad de Madrid y los envíos de cartas amenazantes a dirigentes están generando una de las campañas electorales más atípicas de los últimos años. El incremento de la tensión entre candidatos y su traslado a los medios y a la calle ha provocado un aumento del riesgo de sufrir ataques y acciones violentas que ha obligado a los técnicos del Ministerio del Interior a tomar medidas extraordinarias con el fin de proteger adecuadamente tanto a los aspirantes a presidir el Gobierno regional como a sus seguidores y a los propios policías que tratan de velar por la seguridad de la carrera hacia las urnas.

Los especialistas han decidido recientemente elevar el nivel de protección policial de los candidatos. En concreto, han optado por poner más escoltas al líder de Podemos y postulante a presidir la Comunidad de Madrid Pablo Iglesias, que ya contaba con guardaespaldas antes de que comenzara la campaña. La decisión, según fuentes policiales consultadas por El Confidencial, se debe tanto al envío de las cartas amenazantes con balas que llegaron la semana pasada a su nombre a la sede del Ministerio del Interior como al mencionado incremento de la crispación política que experimenta la campaña electoral.

Foto: Maroto muestra la denuncia que ha presentado contra el remitente de la carta amenazante que ha recibido. (EFE)

No en vano, además de elevar el nivel de protección policial a Iglesias, Interior ha puesto más escoltas a la propia presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección por el PP, Isabel Díaz Ayuso, que ya tenía también vigilancia de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado por su condición de jefa del Gobierno regional y que ayer fue objeto del envío de una carta amenazante. El departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska ha implementado igualmente escolta al resto de candidatos, que hasta el momento ni siquiera tenían. Se trata en concreto de la representante de Vox, Rocío Monasterio; el del PSOE, Ángel Gabilondo; el de Ciudadanos, Edmundo Bal, y la de Más Madrid, Mónica García, que desde ahora y al menos hasta que se celebren los comicios irán acompañados por protección policial.

La semana pasada, Iglesias, el ministro del Interior y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, recibieron una misiva con balas de guerra dentro que la Policía Científica aún está analizando con el fin de determinar su origen. El pasado lunes, además, la ministra de Industria, Reyes Maroto, recibió un sobre con una navaja. Este último fue enviado por un hombre que sufre una enfermedad mental que la Policía no tardó en identificar, pues el autor de la carta incluso puso su nombre, apellidos y dirección real en el remitente.

placeholder La carta con una navaja ensangrentada que ha recibido Maroto. (EFE)
La carta con una navaja ensangrentada que ha recibido Maroto. (EFE)

El hombre, de 65 años, era conocido por la Policía porque llevaba más de 20 años enviando misivas con diferente contenido a todo tipo de personalidades. Otra reciente la había remitido al presidente turco Recep Tayyip Erdogan a través de la embajada en Madrid. No está claro, sin embargo, quién está detrás de los sobres con balas.

Una reevaluación

Tras los envíos, Interior ha comenzado una "reevaluación", según palabras de los propios técnicos de este mismo departamento, de todos los controles de acceso a los ministerios con el fin de que no vuelva a entrar en dependencias oficiales ningún paquete sospechoso. Los efectos imitación pueden multiplicarse tras las dos primeras recepciones, por lo que desde la Secretaría de Estado de Seguridad se ha visto apropiado llevar a cabo esta revisión que pretende detectar cualquier vulnerabilidad y rerfozar los sistemas de seguridad para evitar puntos franqueables. De hecho, ayer mismo Correos interceptó en Cataluña un tercer sobre con proyectiles dirigidos a Díaz Ayuso que provocó la apertura de una investigación por parte de los Mossos. Fuentes policiales califican de error humano el que permitió que estas cartas con objetos peligrosos llegaran hasta las dependencias ministeriales e Interior pretende que no vuelva a suceder.

En paralelo a esta revisión, Correos lleva a cabo su propia reevaluación. La precariedad y los escáneres obsoletos pudieron estar detrás, según fuentes de la seguridad privada que vigila los edificios de la empresa de envíos, de que en dos ocasiones se colaran elementos peligrosos en sobres que llegaron a altas autoridades del Gobierno. Correos exigió la salida de uno de los vigilantes que estaba encargado de supervisar las cartas cuando conoció el primer episodio, el de las misivas con las balas, una medida muy criticada por los sindicatos. La entidad pública, sin embargo, no ha tomado medida alguna tras el segundo sobre con la navaja que llegó a la ministra de Industria. El mencionado paquete dirigido a Ayuso, de hecho, fue localizado en Correos.

Foto: Operarios de Correos gestionan envíos en el CTA de Vallecas, Madrid. (EFE)

Los últimos episodios de las cartas amenazantes recibidas por algunos dirigentes políticos, que han provocado polémicas dialécticas de elevado tono entre los aspirantes a presidir la Comunidad de Madrid, han sido una gota más, aunque no la razón única para tomar medidas, según las mencionadas fuentes consultadas. La seguridad como marca de identidad de la campaña electoral del 4-M no se ha quedado solo en la protección de los candidatos y en el episodio de las misivas.

Los ataques sufridos por Vox en Vallecas los días previos a la campaña provocaron una inmediata reacción por parte de la Policía Nacional, que infravaloró aquel mitin en el barrio madrileño y reaccionó 'a posteriori' con objeto de evitar nuevos conflictos en siguientes mítines. Tras aquellos altercados, nuevos equipos de las unidades antidisturbios se desplazaron hasta la capital de España procedentes de otras provincias para reforzar los dispositivos de los actos públicos que el partido de Santiago Abascal estaba llevando a cabo en otros municipios y montar vigilancia en los mítines organizados por otros partidos.

Tras aquellos altercados, nuevos equipos de antidisturbios se desplazaron hasta la capital de otras provincias para reforzar los dispositivos

En el marco de este plan, otros departamentos de la Policía más allá de los antidisturbios se involucraron también en la planificación de la cobertura de seguridad de estos encuentros públicos, lo que permitió prevenir adecuadamente y con tiempo el control de las masas violentas que acudían a reventar las convocatorias. Los responsables policiales comenzaron a trasladarse a los puntos calientes con horas de antelación para cerrar los accesos y posteriormente controlar los mismos con enorme detalle y poder 'embolsar', en terminología técnica, a los individuos sospechosos, que de este modo se encontraban en todo momento alejados de las zonas sensibles donde intervenían los políticos. Esta estrategia, que ha contado con la intervención de los servicios de información de la Policía Nacional, ha permitido desactivar la tensión que comenzó en Vallecas y evitar la propagación de imágenes violentas que enturbian y tensan la campaña electoral.

La creciente crispación política en la Comunidad de Madrid y los envíos de cartas amenazantes a dirigentes están generando una de las campañas electorales más atípicas de los últimos años. El incremento de la tensión entre candidatos y su traslado a los medios y a la calle ha provocado un aumento del riesgo de sufrir ataques y acciones violentas que ha obligado a los técnicos del Ministerio del Interior a tomar medidas extraordinarias con el fin de proteger adecuadamente tanto a los aspirantes a presidir el Gobierno regional como a sus seguidores y a los propios policías que tratan de velar por la seguridad de la carrera hacia las urnas.

Salud mental Fernando Grande-Marlaska
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