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¿Cómo pueden pasar cartas con navajas y balas? Control precario y escáneres obsoletos
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LA POLICÍA INVESTIGA LOS SUCESOS

¿Cómo pueden pasar cartas con navajas y balas? Control precario y escáneres obsoletos

Turnos de 12 horas sin apartar la vista de la pantalla y escáneres sin actualizar. El descontrol de las cartas con amenazas parece más cuestión de miseria laboral que de conspiración

Foto: Operarios de Correos gestionan envíos en el CTA de Vallecas, Madrid. (EFE)
Operarios de Correos gestionan envíos en el CTA de Vallecas, Madrid. (EFE)
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A veces buscamos explicaciones muy complejas a hechos muy simples. Y salvo sorpresa, la explicación más probable al fiasco en el control de las tres cartas con balas dirigidas a Pablo Iglesias, Fernando Grande-Marlaska y María Gámez sea el agotamiento de un vigilante de seguridad mileurista obligado a estar 12 horas viendo cómo pasan sobres por un escáner, sin nadie que le releve. Un escáner, además, con escaso mantenimiento, en el que ni siquiera funcionaba la alarma sonora para advertir de un elemento sospechoso, según señalan trabajadores que conocen bien el trajín diario de esos aparatos y no oyeron ningún sonido el 19 de abril, día de autos.

José Luis Gómez es vigilante de seguridad y compañero de empresa del empleado al que se le colaron los sobres, el cual ha sido apartado de sus funciones por orden de Correos. Gómez también ha estado ahí sentado, frente a los escáneres del Centro de Tratamiento Automatizado (CTA) de Correos en Vallecas, y sabe lo que es tener la vista fija en los millones de sobres y paquetes que pasan cada día por las cintas. “Cuando llevas ahí varias horas, es factible que se te escape una imagen porque ya tienes la vista destrozada. Tenemos tres o cuatro segundos para analizar una caja con 60 u 80 sacas juntas, cada saca procedente de un buzón distinto. Llega un momento en el que pierdes la percepción de lo que pasa. Un segundo de despiste y esas balas ya se te han colado”, cuenta Gómez.

placeholder Carta con amenazas y las cuatro balas destinadas a Pablo Iglesias. (EFE)
Carta con amenazas y las cuatro balas destinadas a Pablo Iglesias. (EFE)

El trabajo es tan desagradecido que muchos vigilantes optan por la picaresca para no ser destinados al escáner. "La máquina tiene un programa de evaluación para contrastar que estás atento a la pantalla, se trata de falsos positivos que salen en imagen cada cierto tiempo y tienes que detectarlos y parar. Suelen ser artefactos explosivos simulados. Si no tienes un buen promedio de detección, Correos te prohíbe estar en el escáner y te asignan a otra tarea, como la garita de control de cámaras o recepción. Muchos no los detectan adrede para que los saquen del escáner. En teoría, te tienen que relevar cada dos horas, pero como casi todos los vigilantes tienen prohibido usar los escáneres, a veces solo hay dos controlando los paquetes que pasan por tres escáneres distintos. Yo un día exploté y le dije al inspector 'no puedo más, llevo nueve horas mirando la pantalla sin parar".

El CTA de Vallecas es el más grande de España. Por allí pasa el 38% de los envíos postales del país, unos 1.460 millones de cartas al año, y tiene capacidad para gestionar hasta seis millones de envíos diarios. Sin embargo, su circuito de seguridad es sencillo. Las furgonetas y camiones llegan con los sobres y paquetes procedentes de distintos emisores, principalmente las sacas de buzones, los envíos de oficinas de Correos, el carteo masivo de grandes empresas y envíos de paquetería como Amazon. Los elementos se distribuyen entre tres escáneres según su tamaño y origen.

placeholder Imágenes del sobre y la navaja enviados a Reyes Maroto. (EFE)
Imágenes del sobre y la navaja enviados a Reyes Maroto. (EFE)

El escáner bajo sospecha, que es el que procesa las sacas de los buzones callejeros, es el denominado Alfa 4, concretamente un Smiths Hi-Scan 7555i. Una vez recepcionadas, las sacas se meten en cajas para que puedan pasar por las cortinas de acero del escáner. Entre 20 y 80 sacas por caja normalmente. El paquete con la navaja oculta entre unos CD que recibió ayer la ministra Reyes Maroto no habría pasado por el mismo escáner Alfa 4 que las balas, ya que por su volumen no procedía de un buzón. De hecho, ni siquiera está confirmado que ese sobre enviado por un hombre de El Escorial llegara a pasar por Vallecas, aunque es lo más probable. Apenas hay detalles de ese suceso.

Foto: Maroto denunció al remitente ante la Policía tras recibir el sobre. (EFE)

En el CTA de Vallecas, el trabajo es ingente. Todas las cajas son analizadas por un vigilante de seguridad de la empresa INV Vigilancia, que tiene actualmente la licitación del servicio. Y el vigilante, igual que haría en cualquier otro escáner básico, está atento a los colores de la pantalla: naranja para el orgánico, verde para el mineral, azul claro para el metal de baja densidad y negro para el metal de alta densidad. Lo que se busca principalmente es un artefacto explosivo. Si los colores y formas dejan ver algo sospechoso, el vigilante detiene el escáner y se avisa al encargado de seguridad para apartar esa saca. Si no hay nada sospechoso, que es lo que ocurrió con la saca con los tres sobres para Grande-Marlaska, Iglesias y Gámez, los paquetes son enviados a clasificación, y desde allí enviados a destino.

Gómez aguantó un mes en el CTA de Vallecas en el año 2019 y asegura que, al menos entonces, los escáneres no tenían ninguna alarma sonora, y que jamás vio a nadie calibrar las máquinas, cuando es habitual en muchas empresas calibrarlas cada 24 horas para comprobar que siguen detectando correctamente los distintos elementos. Trabajadores actuales del centro, que emplea a unas 600 personas, confirman que todo sigue igual: los escáneres reciben el mantenimiento mínimo, pero no son calibrados, y menos aún se tiene al día el 'software'.

placeholder CTA de Correos en Madrid. (EFE)
CTA de Correos en Madrid. (EFE)

Aunque la máquina Alfa 4 bajo sospecha nunca emite sonidos de alarma, según afirman empleados del centro, ese modelo Hi-SCAM 7555i sí tiene una opción específica para hacer saltar un zumbido cuando detecta un elemento sospechoso. El escáner tiene incluso un sistema para controlar las horas de uso que hace un mismo vigilante, con el fin de evitar casos de agotamiento físico. Pero esa opción hay que activarla, tal como indica el manual de uso.

Consultado por este periódico, Correos ha declinado ofrecer detalles sobre los escáneres o el día a día de la operativa en el CTA de Vallecas, debido a que hay “una investigación abierta” por parte de la Policía Nacional para esclarecer cómo cuatro sobres con balas y una navaja llegaron a sus destinatarios. Según un comunicado emitido el domingo, una investigación interna de Correos concluyó que el fallo con las balas fue estrictamente del vigilante de seguridad y solicitó la “retirada inmediata” del servicio del trabajador de INV Vigilancia.

Esas máquinas de rayos X “tienen un sistema de detección automática, como en el aeropuerto, pero para eso hay que tenerlas actualizadas”, subraya Alberto García, portavoz del sindicato Alternativa Sindical, del cual Gómez forma parte y que se ha erigido en principal defensor del trabajador afectado. “Pero esa alarma no sonó, aunque Correos diga lo contrario. Cuando suena, hace un ruido ensordecedor y el vigilante está obligado a verificar el paquete. Por lo tanto, hablamos de un fallo del escáner, no de un error del vigilante. No entramos en el debate político, eso nos da igual, pero rechazamos que un vigilante de seguridad sea usado como cabeza de turco. Esa persona, trabajador precario con un sueldo mileurista, está ahora mismo en su casa sin poder llevar dinero a su familia”.

Foto: La carta con amenazas de muerte a Pablo Iglesias y su familia.

La sección sindical de CSIF en Correos también se posiciona del lado del vigilante de seguridad. “El escáner debe pitar cada vez que detecta algo sospechoso. No hablamos solo de un sobre, hablamos de tres que pasaron por el escáner casi a la misma hora, es muy raro”, sostiene José Rico, portavoz sindical. “Si se detecta una carta bomba o cualquier objeto sospechoso, hay que avisar al responsable de zona, que contacta al director del CTA y este llama a la policía para que se haga cargo de la situación. Esto, por suerte, es muy inhabitual desde el fin de ETA. Ocurrió por ejemplo en Barajas con las cartas con ántrax”.

placeholder Camiones de Correos en el CTA de Vallecas. (EFE)
Camiones de Correos en el CTA de Vallecas. (EFE)

Cuando un escáner del CTA de Vallecas, o de cualquier otro centro de la red nacional, se detiene, suele ser por una falsa alarma. “Suele pasar con juguetes, por ejemplo un reloj que hace tictac y hay que llamar a la policía, o un juguete con forma de granada. Pero una amenaza real es muy infrecuente”, confirma Rico. De nuevo, volvemos a las miserias diarias que nadie contempla hasta que salta un caso como este. Lo cuenta Gómez: "Con los metales, a veces tenemos problemas porque las sacas de los buzones se cierran con una argolla metálica para enganchar el candado una vez las recoge el cartero. Eso hace que, depende cómo esté colocado, puede darte opacidad, es decir, ocultarte otro elemento metálico que está debajo". Los vigilantes de seguridad ponen lo mejor de sí, pero tampoco son grandes especialistas. Para operar un escáner del CTA de Vallecas, solo hay que acreditar que se ha superado un curso básico "que se hace en tres o cuatro horas".

Según ha informado el Ministerio del Interior, los sobres con las balas fueron detectados en los escáneres de seguridad del organismo y nunca llegaron directamente a Iglesias, Grande-Marlaska y Gámez. Fuentes conocedoras de la seguridad en organismos públicos confirman a este diario que todos los partidos políticos y centros oficiales reciben sobres de ese tipo y la consigna oficial siempre ha sido no hacerlo público para evitar emulaciones. En este caso, se ha publicitado a bombo y platillo, lo que una semana antes de unas elecciones clave como las de la Comunidad de Madrid ha sido acogido por la opinión pública con mucho escepticismo.

A veces buscamos explicaciones muy complejas a hechos muy simples. Y salvo sorpresa, la explicación más probable al fiasco en el control de las tres cartas con balas dirigidas a Pablo Iglesias, Fernando Grande-Marlaska y María Gámez sea el agotamiento de un vigilante de seguridad mileurista obligado a estar 12 horas viendo cómo pasan sobres por un escáner, sin nadie que le releve. Un escáner, además, con escaso mantenimiento, en el que ni siquiera funcionaba la alarma sonora para advertir de un elemento sospechoso, según señalan trabajadores que conocen bien el trajín diario de esos aparatos y no oyeron ningún sonido el 19 de abril, día de autos.

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