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Interior abre una investigación por los ataques en un grupo de WhatsApp de policías
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GUERRA ABIERTA ENTRE EL SINDICATO Y MARLASKA

Interior abre una investigación por los ataques en un grupo de WhatsApp de policías

Jupol acusa al ministerio de invadir la privacidad de los funcionarios y estudia acciones legales; culpa a Marlaska de tomar represalias contra los agentes por las demandas del sindicato contra altos cargos

Foto: Concentración de Jupol, organización que apoya a los tres policías expedientados. (EFE)
Concentración de Jupol, organización que apoya a los tres policías expedientados. (EFE)

A los chats de WhatsApp los carga el diablo. Y no solo a los que reúnen a cuñados o a padres del colegio. Un reciente grupo de la red de mensajería instantánea conformado por policías ha acabado como el rosario de la aurora. Sus miembros comenzaron a lanzar comentarios y las palabras gruesas pudieron derivar en cuestiones de mayor envergadura que de momento no han trascendido. Lo que sí se sabe es que el asunto ha acabado en Régimen Disciplinario, el departamento de la Dirección General de la Policía que investiga los comportamientos poco apropiados de los funcionarios del instituto armado.

La información reservada abierta por estos agentes que rastrean a agentes de momento se centra en el contenido de los mensajes que se intercambiaron los miembros del chat. Por ahora hay tres agentes investigados. Desde el Ministerio del Interior explican que nunca hacen comentarios sobre las investigaciones internas que lleva a cabo Régimen Disciplinario y menos cuando estas aún están en marcha. No hay por lo tanto información oficial sobre lo que ocurrió dentro del chat. Desde el sindicato mayoritario del cuerpo, Jupol, sin embargo, sí se hacen una idea de lo que está pudiendo pasar.

Los policías, según la organización, hicieron bromas sobre el ministro y la cúpula del cuerpo sin más trascendencia que están siendo utilizadas por Interior como excusa para seguir atacando al sindicato. Enmarcan, por lo tanto, estos expedientes en el marco de un plan de represalias que a su juicio está llevando a cabo el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska contra Jupol por las investigaciones judiciales que se han abierto en diferentes juzgados contra varios miembros de la cúpula del cuerpo por iniciativa de Jupol.

Foto: Agentes de la Policía Nacional durante una concentración en Barcelona. (EFE)

"Son expedientes totalmente arbitrarios", aseguran desde la organización sindical. "Entendemos que responden a represalias contra miembros de Jupol por su actividad sindical y reivindicativa, como respuesta a las querellas presentadas y su admisión a trámite, una forma de infundir miedo y tratar de amedrentar al colectivo", añaden desde el sindicato en referencia a los procesos judiciales iniciados por Jupol contra el director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo, y su número dos, José Ángel González.

Ambos están imputados por el Juzgado 19 de Barcelona a cuenta del dispositivo desplegado en Cataluña tras la sentencia del 'procés', que acabó con decenas de policías heridos como consecuencia de los disturbios callejeros. A juicio de Jupol, los responsables de la Dirección General no proporcionaron medios suficientes a los funcionarios para hacer frente a las masas enfurecidas, lo que provocó tan elevado número de lesionados. Pardo, además, también está siendo investigado por el Juzgado 34 de Madrid tras una denuncia de Jupol contra él por no dar a los policías el material suficiente para protegerse del coronavirus.

Foto: Francisco Pardo Piqueras durante el pasado Día de la Policía en Logroño. (EFE)

"Estudiaremos los posibles delitos cometidos e iremos a los tribunales si así lo entendiese nuestro gabinete jurídico, que está estudiando esta posibilidad", explican a El Confidencial fuentes del sindicato, que ayer convocó una concentración de funcionarios del instituto armado frente a la sede de la Dirección General para protestar por estos tres y otros expedientes abiertos contra miembros de la organización, según sus dirigentes, como represalias por los mencionados procedimientos judiciales iniciados a raíz de denuncias de Jupol. Además de los tres citados, el secretario general del sindicato José María García se enfrenta a más de un año de suspensión de empleo y sueldo por no comunicar una incompatibilidad y por promover la concentración con féretros frente al Congreso de los Diputados para denunciar la elevada tasa de suicidios que existe en la Policía Nacional.

Según explican desde el sindicato, los tres policías investigados a cuenta del mencionado chat se limitaron a hacer bromas sobre el ministro del tipo "se Marlaska la tragedia" o del director adjunto del cuerpo, José Ángel Sánchez, cuando este comenzó a aparecer en las comparecencias periódicas que organizó Moncloa para seguir la incidencia del coronavirus al comienzo del estado de alarma. En alguna de sus intervenciones, el número dos de la Policía tuvo algún error de contabilidad que provocó las risas. Los comentarios que esto provocó en el chat son, según entienden desde Jupol, el objeto de la investigación interna abierta por Régimen Disciplinario.

Foto: La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. (EFE)

A ciencia cierta, sin embargo, el motivo por el que las autoridades policiales han abierto la información reservada es por ahora desconocido. Los afectados se enterarán, de hecho, el próximo viernes, cuando acudan a declarar en el marco de esta investigación. Las preguntas que les pongan sobre la mesa los responsables de la instrucción interna darán pistas del motivo. Desde el sindicato tienen claro que este último posible expediente a los miembros del mencionado grupo de WhatsApp no llevará a nada en el caso de ir por la vía de los mencionados insultos o bromas, pues cuenta con precedentes que siempre han terminado en archivo.

En concreto, Jupol se refiere a la polémica originada a cuenta de los mensajes que varios policías municipales intercambiaron en otro chat en los que insultaron a la entonces alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y de los que vertieron en un grupo similar varios exmilitares, que hablaron de "fusilar a 26 millones de hijos de puta" o lamentaron "no estar en activo para desviar un vuelo caliente del campo de tiro a la casa de esos hijos de puta". Ambos casos acabaron en archivo, lo que a juicio del sindicato da una pista de cómo acabará el presente caso.

A los chats de WhatsApp los carga el diablo. Y no solo a los que reúnen a cuñados o a padres del colegio. Un reciente grupo de la red de mensajería instantánea conformado por policías ha acabado como el rosario de la aurora. Sus miembros comenzaron a lanzar comentarios y las palabras gruesas pudieron derivar en cuestiones de mayor envergadura que de momento no han trascendido. Lo que sí se sabe es que el asunto ha acabado en Régimen Disciplinario, el departamento de la Dirección General de la Policía que investiga los comportamientos poco apropiados de los funcionarios del instituto armado.

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