La Audiencia prevé suavizar las exigencias para mantener a Villarejo en libertad

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón prevé suavizar las medidas cautelares impuestas a José Manuel Villarejo tras su puesta en libertad el 3 de marzo, explican fuentes jurídicas a El Confidencial. Por ahora, el comisario tiene la obligación de comparecer a diario ante el juzgado más cercano a su domicilio, pero, tras solicitar en un escrito que "se fijen con una periodicidad quincenal o semanal", la Audiencia Nacional en principio ve con buenos ojos que solo tenga que acudir una vez cada siete días.

"En este momento sigue dependiendo de su esposa para la realización de tales desplazamientos atendiendo a su imposibilidad física para conducir, pese a haber mejorado de la afección que le impide aún abrir el párpado del ojo izquierdo y la consiguiente diplopía que padece", argumenta el comisario en el escrito remitido al juez el 26 de marzo. "Habiendo transcurrido ya un plazo razonable de seguridad superior a tres semanas desde que se acordó tan excepcional y restrictiva medida cautelar personal, se solicita que la misma sea modificada en un sentido menos aflictivo".

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Las fuentes consultadas apuntan a que se prevé atender esta solicitud y reducir sus comparecencias a semanales. Según explican, la postura se basa en que, además de la exigencia de acudir a diario al juzgado y los argumentos que expone, su puesta en libertad no ha afectado de forma alguna a la causa y ha cumplido el resto de medidas cautelares.

El riesgo de fuga permanece, como señalaban tanto el juez como la Fiscalía al pedir su puesta en libertad, pero considera que reducir la periodicidad de sus comparecencias es una solicitud que por el momento se puede atender.

La puesta en libertad de Villarejo

A la vista de que el plazo máximo que un investigado puede permanecer en prisión sin una condena previa es de cuatro años, y el comisario fue detenido el 3 de noviembre de 2017, García-Castellón acordó dejar en libertad provisional a Villarejo el 3 de marzo. En ese momento, el siguiente juicio contra el comisario —que todavía no ha sido condenado— no se esperaba hasta el 13 de diciembre, por lo que, al ordenar su excarcelamiento, los investigadores se guardaron estos ocho meses de prisión provisional en la reserva, lo que les permitiría volver a pedir su ingreso en la cárcel en cuanto consideren que el riesgo de fuga ha aumentado.

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Tan solo ocho días después, la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional reprogramó el calendario de sesiones para este primer juicio y lo adelantó al 13 de octubre. De esta manera, habría llegado al banquillo antes de agotar el plazo máximo en prisión provisional, pero tanto el juez como la Fiscalía decidieron no cambiar su situación: por mucho que los riesgos de fuga y de reiteración delictiva persistan, consideran que estos peligros pueden ser aún mayores justo antes del juicio o nada más finalizar el mismo, explican fuentes jurídicas.

Con ese juicio a la vuelta de la esquina, el juez prevé ahora atender la solicitud de Villarejo de reducir sus comparecencias ante el juzgado de diarias a semanales. En cualquier caso, ante el menor indicio de que el riesgo de fuga aumente, sigue contando con ocho meses de prisión provisional como 'colchón'.