Sanidad y las CCAA acuerdan suspender AstraZeneca para menores de 60 años

El Ministerio de Sanidad ha propuesto a las comunidades autónomas inyectar la vacuna contra el covid-19 de AstraZeneca solo a mayores de 60 años, franja de edad a la que se podrían ajustar otros países europeos. Eso significa, de momento, que en España podrán recibir esa vacuna únicamente las personas en la franja de edad entre 60 y 65 años en un nuevo giro respecto a la aplicación de este medicamento, que ha estado marcado por los volantazos y los cambios. Se vuelven a cambiar las indicaciones el día que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) señaló "posibles vínculos" entre episodios de trombos y la administración de este fármaco, sin duda el que más quebraderos de cabeza está dando en la Unión Europea.

La Comisión de Salud Pública, según avanzaron fuentes autonómicas, valorará este jueves la ampliación de vacunar con este suero "a las personas hasta 70 años". La ministra de Sanidad se resistió públicamente a fijar si será ese el tope de edad o se ampliará más allá. Se suspende en cualquier caso la vacunación a menores de 60 años. Muchos trabajadores esenciales no sanitarios, desde fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado hasta profesores, han recibido ya esta vacuna y están pendientes de una segunda dosis.

Según trasladaron a El Confidencial fuentes del Gobierno andaluz, la decisión sobre qué ocurre con aquellas personas menores de 60 años y que tienen ya una dosis de AstraZeneca "se tomará de manera conjunta en los próximos días dentro de la estrategia de vacunación para toda España". "La segunda dosis de esta vacuna se puede administrar hasta tres meses después de la primera, por lo que hay margen suficiente para analizarlo con prudencia y decidir correctamente", señalaron desde el Ejecutivo andaluz.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, informó de que la Comisión de Salud Pública, que deberá decidir si se amplía a partir de 65 años el uso de esta vacuna, se reunirá este mismo jueves. Así que la decisión, sobre "la que hay un amplio consenso", se adoptará de forma inmediata. Sobre la otra gran cuestión por determinar, qué ocurrirá con la segunda dosis, la ministra señaló que la decisión está abierta y no hay consenso entre los distintos países europeos. Se esperan las evidencias científicas, señaló Darias, de "estudios que avalen una segunda dosis con otra vacuna o la posibilidad de que, como señala la ficha técnica de AstraZeneca, baste un 70% de cobertura con la primera dosis". Pese a la suspensión de AstraZeneca, la ministra de Sanidad recalcó que se mantiene firme el compromiso de tener vacunado al 70% de la población española a finales de agosto.

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Sanidad incorporó este punto al orden del día del Consejo Interterritorial de Salud, reunido este miércoles por la tarde, tras la reunión a su vez de los ministros europeos de Sanidad que ha analizado las conclusiones de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) sobre esta vacuna. Todas las comunidades votaron a favor salvo un voto en contra y dos abstenciones.

Madrid rechaza el acuerdo

Comunidades como Andalucía ya han trasladado que están de acuerdo con la decisión propuesta por el Ministerio de Sanidad. También Castilla y León considera que "lo razonable" es vacunar con AstraZeneca a quienes son más vulnerables al coronavirus y se ha acreditado que tienen menos frecuencia de trombosis con esta vacuna. "Es una decisión prudente", señaló el vicepresidente, Francisco Igea, cuyo Gobierno ordenó este miércoles de manera unilateral suspender la aplicación de este suero "por precaución". Otras comunidades como Madrid han rechazado la propuesta del ministerio y han votado en contra, mientras que País Vasco y Ceuta se abstuvieron.

El Gobierno de Madrid informó de que no está de acuerdo con la propuesta del Ministerio de Sanidad de vacunar ahora solo entre 60 y 65 años, "porque no está basada en las conclusiones del Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia Europeo (PRAC)". "Por precaución" y a la espera de una comunicación oficial del ministerio, la Consejería de Sanidad desconvocará a las personas que tenían cita para ir a vacunarse este jueves. Son alrededor de 600 personas, entre profesores, bomberos y otro personal de emergencias, así como miembros de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que estaban todavía pendientes de recibir su dosis, informaron desde el Ejecutivo madrileño.

La EMA ha confirmado un "posible vínculo" de AstraZeneca con los casos inusuales de coagulación sanguínea detectados en algunas personas que recibieron la vacuna. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, compareció junto a la directora de la Agencia Española del Medicamento, María Jesús Lamas. Esta responsable incidió en que los efectos adversos de AstraZeneca detectado por la EMA son “raros y muy poco frecuentes” y que se han registrado en menores de 60 años y en mujeres.

Lamas defendió que es “habitual en medicamentos nuevos” y destacó que el informe europeo insiste en que respecto a la aplicación de la vacuna anglosueca “el balance sigue siendo positivo”, es decir, son más las ventajas de recibir este suero para la inmunización que no recibirlo. Darias defendió que la estrategia de vacunación es un documento "vivo" y "abierto" que va cambiándose "bajo el principio de proteger a los más vulnerables" y que continuarán cambiándolo bajo los principios de "prudencia y evidencias científicas".

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Según las conclusiones alcanzadas por el comité de seguridad (PRAC) de la EMA, los coágulos "inusuales" con bajas plaquetas "deben incluirse como efectos secundarios muy raros" de la vacuna de AstraZeneca, con base en "todas las pruebas disponibles actualmente", incluyendo el asesoramiento de un grupo especial de expertos. Por ese carácter inusual, la EMA ha insistido en que los beneficios son muy superiores a los riesgos de efectos secundarios.

En España, la vacuna de AstraZeneca se ha administrado hasta ahora a menores de 65 años y personal esencial como bomberos, policías o docentes, aunque esta misma semana el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, había dejado abierta la puerta a suprimir el límite de 65 años.