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Gabilondo, alineado con la tendencia de Sánchez a buscar el centro
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Gabilondo, alineado con la tendencia de Sánchez a buscar el centro

La campaña del candidato del PSOE coincide con el interés y los intentos del presidente del Gobierno para buscar acuerdos con Ciudadanos que favorezcan una imagen de moderación

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), choca el puño con el candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo. (EFE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), choca el puño con el candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo. (EFE)

Ángel Gabilondo ha dejado ver en los primeros días de precampaña que su estrategia será la de apelar al voto de los electores de centro para lo que, incluso, ha rechazado pactar con Pablo Iglesias, pese a ser vicepresidente del Gobierno de Pedro Sánchez.

Fuentes del PSOE explican que, obviamente, se trata de crecer arañando votos de los que logró Ciudadanos en 2019. Fueron nada menos que 625.039 votos y ahora, según las encuestas, la lista que encabezará Edmundo Bal podría obtener unos 130.000 votos, lo que supone que el resto de partidos optan por un botín electoral de unos 490.000 votos.

Foto: El candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo. (EFE)

A su izquierda el PSOE tiene a Más Madrid y a Unidas Podemos y, por tanto, hay más dificultad para ganar votos. Y, en todo caso, Gabilondo necesita los votos de los futuros diputados de las listas que encabezan Mónica García y Pablo Iglesias, por lo que no le resulta prioritario disputar a su izquierda. Tampoco va con su personalidad y perfil político.

La candidatura de Gabilondo y la estrategia es diseñada por el equipo de Sánchez, como lo fue la de Salvador Illa y, por tanto, tampoco hay opción a pensar qué decide y ejecuta al margen de Moncloa y Ferraz. De hecho, la estrategia de Illa en las autonómicas catalanas del 14 de febrero fue ejecutada exactamente por el mismo equipo y también buscaba la moderación y el centro político, con las peculiaridades que tiene una comunidad en la que parte del debate es el de la independencia o autodeterminación. Es decir, el centrismo o moderación de Gabilondo está alineado con la estrategia e intereses de Sánchez. También porque el contexto político y la operación de Moncloa que ha provocado en último término las elecciones en Madrid buscaban precisamente escorar al PSOE y a la parte correspondiente del Gobierno hacia el centro.

Foto: El candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo. (EFE) Opinión
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Esa operación buscaba recuperar a Ciudadanos como posible socio en determinadas votaciones en el Congreso, para no depender solo de ERC, y también para imponer en el Ejecutivo esa moderación para el resto de la legislatura, según fuentes socialistas. No fue posible para la aprobación de los Presupuestos para 2021, sobre todo porque Unidas Podemos lo impidió para forzar un bloque compacto de izquierdas con ERC y Bildu para el resto de legislatura.

Pedro Vallín relató en 'La Vanguardia' cómo el pasado 28 de agosto Pedro Sánchez y Pablo Iglesias estuvieron cerca de romper la coalición por el interés del presidente del Gobierno por situar a Ciudadanos en el centro del acuerdo de Presupuestos y la negativa de su vicepresidente segundo a ese pacto.

Foto: Gabriel Rufián conversa con Inés Arrimadas. (EFE)

La tendencia de Sánchez a buscar esos acuerdos mirando al centro ha sido constante en los últimos años. Por ejemplo, en febrero de 2016 firmó en el Congreso solemnemente con Albert Rivera, entonces líder de Ciudadanos, un acuerdo de investidura. El pacto fue rechazado por Unidas Podemos y, por tanto, la investidura resultó fallida.

En febrero de 2019, Sánchez tomó la decisión de convocar elecciones generales el 28 de abril al ver la “foto de Colón” que unía a Rivera, Pablo Casado y Santiago Abascal, dando por hecho que el centro quedaba libre para competir en las elecciones generales. Esa imagen marcó el tono de su campaña, centrada en “las tres derechas” y en empujar al PP hacia Vox para ganar votos moderados y de centro.

Después de esas elecciones, Sánchez podía aritméticamente decidir entre Unidas Podemos y Ciudadanos, pero se encontró de inicio con el no de Rivera, que ni siquiera quiso reunirse con el líder socialista.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el vicepresidente, Pablo Iglesias. (EFE)

Los periodistas María Llapart y José Enrique Monrosy relatan en el libro ' La coalición frente a la pandemia' (editorial Península) intentos del PSOE para llegar a acuerdos con Ciudadanos. Especialmente, un encuentro secreto en un hotel de José Luis Ábalos, número dos del PSOE, con el entonces número dos de Ciudadanos, José Manuel Villegas, en el que se le ofrecen pactos en comunidades como Madrid, Murcia y Castilla y León y ayuntamientos como Madrid, Zaragoza o Alicante, entre otros. Era un primer paso de acuerdo, aunque no fructificó.

Luego llegó la investidura fallida con Unidas Podemos, después de que Iglesias aceptara la condición de renunciar a ser vicepresidente, y la celebración de otras generales en las que Sánchez aspiraba a mejorar su resultado. Es cuando el presidente del Gobierno dijo que le quitaría el sueño tener a Iglesias en el Ejecutivo, negó que fuera a pactar con Unidas Podemos y puso en marcha una campaña muy moderada. Por ejemplo, dijo que aprobaría una reforma del Código Penal para penalizar de nuevo la convocatoria de referéndum ilegal, se comprometió a traer a España a Carles Puigdemont, y anunció en el debate de campaña que Nadia Calviño sería vicepresidenta económica.

Su mensaje de campaña fue moderado y transversal y llegó a comprometerse a hacer después de las elecciones una oferta a todos los partidos para romper los bloques.

Foto: La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE)

El 11 de noviembre, un día después de las elecciones, puso en marcha el acuerdo con Unidas Podemos para un Gobierno de coalición, al comprobar que no había más opción para la investidura. Se abrió un paréntesis de acuerdo por la izquierda que aún no se ha cerrado.

Y desde entonces siempre ha intentado completar el grupo de socios parlamentarios con Ciudadanos y, de hecho, logró con Inés Arrimadas acuerdos en votaciones clave como las de las prórrogas de los estados de alarma.

Durante la tramitación de los Presupuestos, el secretario general de Presidencia, Félix Bolaños, negoció intensamente con Carlos Cuadrado, vicesecretario general de Ciudadanos, para incorporarles al acuerdo de Presupuestos. La conversación se interrumpió casi el día de la votación, pero se ha recuperado ahora para la operación que ha acabado con mociones de censura fallidas en Murcia y Castilla y León y elecciones en Madrid. Y se retomarán para votaciones concretas en el Congreso, aunque Ciudadanos haya perdido un diputado que se ha ido al Grupo Mixto.

Foto: El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (d), conversa con el vicepresidente, Francisco Igea. (EFE)

Y queda pendiente la conversación sobre la Comunidad de Madrid si Edmundo Bal supera el 5% y dan los números para que elija entre PP y Vox o PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos. Esa carambola acercaría a Sánchez a Ciudadanos en todas las administraciones y le ayudaría en su estrategia hacia las generales, sean cuando sean.

Con todas las diferencias obvias, esa misma tendencia la tuvo en 1993 Felipe González al elegir pactar con CiU antes que con la Izquierda Unida de Julio Anguita.

Ángel Gabilondo ha dejado ver en los primeros días de precampaña que su estrategia será la de apelar al voto de los electores de centro para lo que, incluso, ha rechazado pactar con Pablo Iglesias, pese a ser vicepresidente del Gobierno de Pedro Sánchez.

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