ERC ya trabaja en el regreso de Marta Rovira de Suiza tras la vuelta de Serret

ERC ya está trabajando en el modo de traer de vuelta a España a Marta Rovira, actualmente huida de la justicia en Ginebra (Suiza). Tras la buena acogida que ha tenido en el independentismo el regreso de Meritxell Serret, en el partido consideran que pueden dar pasos similares en el caso de su actual secretaria general. Las circunstancias procesales y personales de ambas no son las mismas. Pese a todo, la formación se apoya en el convencimiento de que podría ver rebajada una posible pena en el caso de combinar una entrega voluntaria con la reforma del delito de sedición.

La número dos de ERC se encuentra huida desde 2018, año en el que fue procesada por rebelión. Su huida fue la piedra angular sobre la que el Tribunal Supremo aplicó dos años de prisión provisional a los presos del 'procés'. En marzo de aquel año, Rovira debía responder a una citación en el alto tribunal junto al resto de políticos. Se la emplazaba a una comparecencia junto a los entonces diputados Jordi Turull, Josep Rull y Raül Romeva. También tenían que acudir Carme Forcadell y Dolors Bassa, que acababan, como ella, de renunciar a su escaño. El juez Pablo Llarena había procesado a todos y les emplazó para revisar su libertad. La de ERC nunca apareció. El resto fueron enviados a prisión provisional. Ninguno de ellos recuperaría la libertad.

Rovira decidió huir. Y permanece desde entonces en Suiza. Dejó la ausencia, un cambio de criterio de los fiscales sobre si procedía el encarcelamiento preventivo del resto y una carta en la que trataba de dar explicaciones. "Emprendo el camino del exilio con tristeza, pero más triste hubiera sido vivir silenciada interiormente", decía. Se refería también a su hija. Decía que "el exilio" le permitiría también "hacerle de madre". "Persistid, porque yo persistiré", acababa.

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Ahora, tres años después, el camino abierto por Serret puede servirle de apoyo para emprender una vuelta. Serret ha vuelto sin el visto bueno de Carles Puigdemont y los suyos. Preparó en secreto durante tres meses el retorno, a espaldas del expresidente de la Generalitat y con el conocimiento de un grupo reducido de personas. Tras cambiar a su abogado habitual —Gonzalo Boye— por el letrado abertzale Iñigo Iruin, se presentó este jueves en la sede del TS.

Puigdemont lo explicó con detalles en declaraciones a 'El Punt Avui'. Dijo que el trabajo de la Serret "no estaba en la estrategia del exilio". "No fue al Consejo por la República desde el primer día, se dedicó a ser delegada del Gobierno en Bruselas. Es su opción personal. No habrá ninguna afectación porque no tenía una actividad en el marco de la plataforma que aglutina la estrategia del exilio", añadió. En otras palabras, Serret no era de los nuestros. La propia Serret se ha mostrado ofendida: "Yo era una más".

Una más que, sin embargo, ocultó de manera cuidadosa su regreso y que deja en un brete la estrategia jurídica de los de Puigdemont en Bélgica. El 'expresident', que ha perdido la inmunidad del Parlamento Europeo, espera que Bélgica no le entregue ya que en España, según dice, no puede tener un juicio justo. Pero Serret ha vuelto, lo ha hecho de manera voluntaria y será juzgada por el Tribunal Supremo, que la ha puesto en libertad. La defensa de Puigdemont y del resto de eurodiputados sobre los que pesa un euroorden se complica. Meritxell Serret se esforzó en una entrevista en RAC-1 en asegurar que eso no es así. "No creo que vaya en contra de la estrategia del exilio en ningún caso. Es una decisión coherente. Lo que tenemos que conseguir es no regalar nada al represor. Esto no altera en ningún caso la estrategia a seguir".

Distintas circunstancias

Marta Rovira no estuvo en el Govern, como sí formaba parte Serret. Tampoco participó en la protesta del 9 de septiembre ante la Conselleria de Economía. Una y otra tienen, además, diferentes circunstancias procesales y personales. Contra la secretaria general de ERC pesa un procesamiento por rebelión que, combinado con la fuga, implicaría su entrada provisional en la cárcel en caso de volver. Si Serret no ha ingresado es porque la pena a la que se enfrenta por desobediencia no lleva apajerada prisión, sino multa e inhabilitación y en esas circunstancias no cabe un encarcelamiento preventivo. La rebelión de la que se acusa a Rovira se tradujo tras la sentencia del Supremo en sedición y, al menos por el momento, las penas en este caso son elevadas y la conducirían a prisión pese al 'gesto' de una entrega voluntaria y el recorte de penas que quiere impulsar el Ejecutivo central para estos delitos.

Además, el aislamiento de Serret en Bruselas no es el mismo que el de Rovira en Suiza. Mientras la primera se encontraba alejada de su familia la segunda vive en el 'exilio' junto a su hija y su pareja. Incluso en el caso de que se dé el paso, ERC es consciente de que resulta impensable evitarle la cárcel aunque sí confían el dulcificarla. Tendrá que ser la propia afectada quien decida si le merece la pena el riesgo. Fuentes cercanas a su entorno aseguran que, al menos de momento, la cuestión no se plantea.

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Otras fuentes apuntan, sin embargo, a que la secretaria general entra en la estrategia global abierta con Serret y que ERC continuará aplicando. Sitúan los primeros pasos para su retorno tras la formación de Gobierno en Cataluña. Explican además que, mientras Puigdemont persigue que Waterloo sea la punta de lanza de la oposición al Gobierno español y quiere coordinarse para ello con la que será la nueva 'consellera' de Exteriores, Elsa Artadi, ERC prefiere desmarcarse de esos planes. En ese paso atrás se entienden los regresos de las personas huidas.