PSOE y PP buscan fórmulas para salir del bloqueo del CGPJ

PSOE y PP mantienen formalmente interrumpidas las conversaciones para renovar las instituciones, incluido el Consejo General del Poder Judicial, pero de forma reservada trabajan para intentar buscar una solución que desbloquee la negociación. Desde que se rompieron, ha habido contactos entre ambas partes, con la confianza de procurar de nuevo un acuerdo la próxima semana.

Fuentes del Gobierno y del PP admiten el interés de ambas partes por cerrar un acuerdo lo antes posible. En el momento de romperse las conversaciones, estaba prácticamente cerrado el pacto sobre todas las instituciones, salvo el CGPJ, porque el PP insistía en rechazar al magistrado José Ricardo de Prada y Unidas Podemos quería participar del acuerdo. El PSOE, a su vez, rechazaba sacar de la lista a De Prada.

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Beatriz Parera

El PP ya había pactado con el PNV, dando entrada al magistrado José Luis Núñez, decano de Vitoria, que aunque no fue propuesto por los nacionalistas vascos facilitaba su entrada en el acuerdo, como ya estuvieron en el de RTVE. Desde el Gobierno, se sondeaba también la posibilidad de dar entrada a ERC a través de otro jurista que podía ser del agrado de Esquerra, el que fuera jefe de los letrados del Parlament Joan Ridao.

Tanto el PP como el PSOE reconocen que romper el pacto únicamente por el desacuerdo en un nombre sería un fracaso después de haber llegado tan lejos. El PP, con el apoyo directo de su presidente, Pablo Casado, no está dispuesto a ceder con De Prada, al que no solo atribuye contar con el visto bueno de Podemos. También una especial animadversión hacia el partido que quedó demostrada en su redacción de los pasajes de la sentencia de la trama Gürtel que desembocó en la moción de censura, dicen fuentes cercanas a la formación.

Estando uno en el empeño de dar entrada a De Prada y el otro en el convencimiento de que no puede entrar, hay quien expone soluciones que más parecen, sin embargo, esperanza y no realidad. Se maneja, por ejemplo, la opción de que sea él mismo quien decida apartarse, quizá para optar a otro puesto de proyección internacional. Los populares tratan de convencer a la otra parte ofreciendo la entrada de Podemos en instituciones hasta el momento descartadas, como el Tribunal Constitucional. El bloqueo no solo congela el CGPJ. También el Defensor del Pueblo y el Tribunal de Cuentas están pendientes de que las aguas vuelvan a su cauce.

Los nombramientos

Mientras socialistas y populares tratan de resucitar el acuerdo, la iniciativa legislativa para paralizar la acción del actual Consejo, en funciones desde hace más de dos años, continúa avanzando. El próximo jueves, el Congreso de los Diputados aprobará en el pleno la proposición de ley de PSOE y Unidas Podemos que deja al CGPJ casi sin competencias hasta que sea renovado. A esa reforma legal, que incentivará la necesidad de renovación una vez concluidos los mandatos, le quedará solo el paso por el Senado y podría estar en vigor a finales de abril, es decir, apenas quedarían plenos de la institución con capacidad para tomar decisiones relevantes, como los nombramientos.

Pese a todo, el CGPJ ha dejado para próximas reuniones dos puestos para el Supremo que no salieron adelante en la pasada reunión y deben abordar otras dos plazas para el alto tribunal. Con más división que en anteriores ocasiones —un máximo de 14 votos—, los vocales lograron aprobar el pasado jueves seis nombramientos de ocho, entre ellos, una plaza para la Sala Civil del Supremo que fue adjudicada al magistrado Antonio García. Antes de la aprobación de la reforma y si el pacto continúa bloqueado, los vocales tratarán de pactar estas plazas para el Supremo y aprobarlas en el próximo pleno, fijado para el 25 de marzo.