El Prat y Barcelona, las ciudades más inseguras de España

El Prat de Llobregat, Barcelona y Torrevieja son las ciudades de más de 50.000 habitantes con mayor tasa de inseguridad del país. Así lo muestran los datos ofrecidos por el Ministerio del Interior en su último Balance de Criminalidad publicado, que detalla las infracciones penales registradas en cada territorio durante 2020, el año marcado por la pandemia y la crisis sanitaria y económica derivada del coronavirus. Los tres municipios cuentan con niveles superiores a los 66 delitos por cada 1.000 habitantes, según los datos extraídos del mencionado informe, que explica también que la inmensa mayoría de localidades ha experimentado un descenso de la actividad delictiva en 2020 debido al confinamiento provocado por la pandemia.

El Prat, en la provincia de Barcelona, lidera el 'ranking' con 86 infracciones por cada 1.000 ciudadanos, muy por encima de la tasa que arroja Barcelona, que se sitúa en 71 fechorías por cada millar de personas, y de Torrevieja, que registra 67. Por detrás de estas tres poblaciones que conforman el pódium del crimen se encuentran Marbella y Palma de Mallorca, con 65 y 62 delitos por cada 1.000 habitantes. Desde el Ayuntamiento de El Prat explican a El Confidencial que este liderazgo tiene su raíz en que a este municipio las estadísticas le colocan los delitos que tienen lugar también en la zona aeroportuaria.

"Lo hemos venido comentando durante los últimos años", explican desde el consistorio. "El motivo es que se incluyen los datos de infracciones que las fuerzas de seguridad detectan dentro del aeródromo de El Prat, que está situado en nuestro término municipal", justifican. "En cambio, en el núcleo de El Prat, sin contabilizar datos de lo que sucede dentro de esta infraestructura, los niveles de infracciones se mantienen dentro de la normalidad de los últimos años", añaden sin especificar demasiado desde el ayuntamiento de la localidad, que ha liderado este 'ranking' desde 2017. Un año antes, en 2016, solo la localidad de Calviá estaba por encima. Lo cierto, sin embargo, es que El Prat, aunque está en el primer puesto de esta clasificación, ha sufrido cada vez menos actividad delictiva. En 2016, cuando ocupaba el segundo puesto de la lista, registró 106 ilícitos penales por cada 1.000 habitantes, por los 86 que soportó en 2020, cuando sí que es la número uno.

Calviá, por su parte, ha logrado mejorar año tras año durante el último lustro no solo en términos absolutos, como El Prat, sino también en relativos. Cuatro años después de ostentar ese primer puesto, en 2019, según los mismos datos del Ministerio del Interior, consiguió bajar dos plazas y se situó como la tercera población más insegura, tras El Prat y Barcelona. En 2020, ha caído hasta el séptimo lugar de la clasificación. Algo similar ha ocurrido con Benidorm, que desde 2016 hasta 2019 se ha situado en el top cinco de ciudades más inseguras y que en el último ejercicio ha descendido hasta el lugar 17 de la tabla. Un viaje inverso ha experimentado Palma de Mallorca, que en 2016 se colocaba como la decimoquinta ciudad más problemática y, desde entonces, ha ido escalando posiciones hasta alcanzar el puesto que hoy ocupa, el de la quinta localidad más insegura, solo por detrás de El Prat, Barcelona y Marbella.

Ni el Ayuntamiento de Palma ni el de Barcelona han respondido a la interpelación de El Confidencial para explicar estas elevadas tasas de inseguridad. Sí ha aportado argumentos, además de El Prat, el Ayuntamiento de Marbella (Málaga), que defiende que la tasa utilizada para llevar a cabo esta clasificación está calculada en base a la población censada, pero que en la capital de la Costa del Sol hay muchos más habitantes en la realidad. En concreto, sostienen desde el consistorio que la ciudad cuenta con apenas 150.000 personas censadas, pero que en realidad hay alrededor de 200.000 habitantes, una cifra que "en época estival incluso se duplica". "Es una reclamación histórica del Ayuntamiento la de que nos den más medios desde el Ministerio del Interior; la plantilla de la Policía Nacional debería estar en función de la población", reclaman.

Desde el consistorio matizan que este número de habitantes que realmente vive en Marbella largos periodos de tiempo distorsiona la tasa de inseguridad que se desprende de los datos del Balance de Criminalidad. Según publicó Newtral con base a la información presupuestaria municipal publicada por Hacienda y la población extraída del Instituto Nacional de Estadística (INE), apelan desde el ayuntamiento, Marbella fue la ciudad de más de 100.000 habitantes que dedicó más proporción de su presupuesto a gastos de seguridad y orden público. La información del INE concluyó que el municipio destinó un 8,12% de sus presupuestos a esta partida en 2020, lo que representa 167,24 euros por habitante censado. Una cifra que sin duda sería menor si se cuentan, como pretende el consistorio al defenderse del elevado número de infracciones por habitante, los residentes no registrados en el padrón. Ni desde el Ayuntamiento de Barcelona ni desde el de Torrevieja ofrecen por su parte explicación alguna a sus altas tasas de infracciones penales.

Cierto es que entre las 10 localidades más inseguras hay otras ciudades turísticas, como Ibiza, Calviá, Torrevieja o Palma, que experimentarían teóricamente distorsiones similares a las que justifican desde el Ayuntamiento de Marbella, ya que se trata de territorios que en verano pueden incrementar su población considerablemente por la llegada de ciudadanos extranjeros. No es menos cierto, sin embargo, que este año 2020 se ha caracterizado precisamente por la caída drástica del turismo en todos los ámbitos debido a la reducción de la movilidad en todo el mundo provocada por la pandemia.

En el otro lado de la tabla clasificatoria se encuentran los municipios más seguros, aquellos de más de 50.000 habitantes en los que en el último año se han cometido menos delitos por cada 1.000 habitantes. Lidera esta lista que sí implica que sus protagonistas puedan sacar pecho la ciudad de Ávila, la única que registra menos de 21 infracciones penales por millar de personas. La capital amurallada puede presumir de ocupar este puesto en gran parte porque alberga al mayor número de policías nacionales del país también en proporción a la población. La sede de la Escuela Nacional de Policía está situada a las afueras de la localidad, pero ofrece a esta una evidente sensación de seguridad gracias a la propia institución y a que gran parte de los alumnos de la misma residen en viviendas distribuidas por todo el municipio.

El segundo municipio más seguro es el de Boadilla del Monte (Madrid), con 21,6 infracciones por cada 1.000 habitantes, un dato que el alcalde de la localidad, Javier Úbeda, tiene claro a qué se debe. El edil atribuye la posición a elementos que no tienen nada que ver con el azar estadístico ni la casualidad, sino a una "cuestión de prioridades". "Para este ayuntamiento la seguridad es lo primero", sostiene Úbeda, que pone como ejemplo que su consistorio destinó el 14% de su presupuesto a seguridad, un porcentaje que supera al de Marbella, aunque no entra dentro de la misma estadística que el dato al que apelaban los representantes de la capital de la Costa del Sol, puesto que Boadilla, con cerca de 57.000 habitantes, no alcanza los 100.000 mínimos que contabilizaba aquel cálculo.

"Intentamos hacer además cosas diferentes", explica Úbeda en referencia a los préstamos de vehículos de propiedad municipal que ha realizado el consistorio y prevé seguir promoviendo. El ayuntamiento entregó, en concreto, dos coches de los que usa la Benemérita en 2017 al entonces jefe de la Comandancia de Madrid, Santiago Caballero, con el fin de que estos equipamientos sirvieran para los servicios que el instituto armado presta en la zona de Boadilla y mejorar la "coordinación" con la Policía Local. "Fomentamos también la colaboración con la seguridad privada en urbanizaciones y contamos con un sistema de lector de matrículas que detectan la entrada de coches robados en el municipio, los que nos permite adelantarnos e impedir posibles infracciones", añade el alcalde.

Sin embargo, uno de los datos que más llama la atención del 'ranking' de ciudades más seguras es el pódium que logra con la tercera plaza la ciudad jienense de Linares, con una población similar a Boadilla. La localidad, con una tasa de criminalidad de apenas 21,8 infracciones por cada 1.000 habitantes, ha sido escenario estas últimas semanas de sonadas batallas campales durante las manifestaciones espontáneas protagonizadas por cientos de habitantes de la localidad que salieron a protestar contra la agresión que protagonizaron dos policías nacionales fuera de servicio contra un ciudadano. El juzgado ordenó prisión provisional para los funcionarios, a los que imputó delitos de lesiones, pero posteriormente también imputó al mencionado ciudadano, al que también achacó ilícitos de lesiones e incluso de atentado contra la autoridad, y a su cuñado.

TE PUEDE INTERESAR

Semana negra en Marbella para la brigada de Delincuencia Urbana

Amparo de la Gama. Marbella

Según explica a El Confidencial el propio alcalde de Linares, Raúl Caro, los bajos índices de criminalidad de la ciudad que arrojan los datos del Ministerio del Interior "demuestran que los incidentes que tuvieron lugar hace unos días son hechos aislados". Caro tiene claro, además, que el hecho de que la población albergue el denominado Centro de Prácticas Operativas de la Policía Nacional es clave para que el municipio sea uno de los más seguros de España. "Linares es referente en materia de formación policial; cada año pasan por aquí cientos de funcionarios del cuerpo de todo tipo de unidades, como antidisturbios o especialistas en desactivación de explosivos, que vienen a formarse durante varios días o semanas, por lo que residen en la ciudad, activan su economía y ayudan a ofrecer una mayor sensación de seguridad", considera el alcalde, que anuncia que el consistorio pretende cerrar en la misma línea la implantación en la localidad de una delegación del Instituto de Emergencias y Seguridad. "Estamos muy satifechos, además, porque los datos también reflejan un gran comportamiento y civismo por parte de los linarenses", concluye.

El concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Lorca, la cuarta ciudad más segura de España, José Luis Ruiz, explica que su caso es muy diferente al de las tres que están por encima en el 'ranking'. Ruiz asegura que Lorca es un municipio muy complejo, ya que sus 1.650 kilómetros cuadrados de extensión lo sitúan como el segundo más grande de España. "El 45% de la población está concentrada en el núcleo urbano y el resto está diseminada por pedanías, lo que incrementa la complejidad", describe Ruiz, que asegura que durante los últimos años la Policía Local ha hecho un notable esfuerzo de coordinación con la Guardia Civil (que se ocupa de las pedanías y zonas rurales) y la Policía Nacional (que se centra en el citado núcleo urbano). "Si a la Guardia Civil le entra una llamada y no puede atenderla porque sus efectivos están en la otra punta, nos llama y acudimos nosotros, que tenemos competencia sobre todo el territorio", explica a modo de ejemplo el concejal, que sostiene que la seguridad representa el 11,5% del presupuesto del consistorio.