Madrid y Cataluña se preparan hoy para las protestas más violentas en apoyo a Hasél

La ciudad de Madrid y las cuatro capitales de provincia catalanas concentrarán esta tarde las marchas más violentas en protesta por las últimas cargas policiales. Así lo prevén tanto la Policía Nacional como los Mossos d'Esquadra, que han planificado importantes dispositivos de agentes antidisturbios con el fin de hacer frente a estas manifestaciones lideradas por grupos de extrema izquierda que amenazan con alterar el orden público como lo han estado haciendo en estos días pasados movimientos similares.

Los líderes de estas algaradas callejeras salieron inicialmente a protestar por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél, detenido por enaltecimiento del terrorismo a causa del contenido de una de sus canciones y de los mensajes que vertió en las redes sociales en defensa de las organizaciones ETA y Grapo. Las manifestaciones callejeras se convirtieron entonces en una batalla campal en las diferentes ciudades de España en las que se produjeron y acabaron con un resultado de medio centenar de detenidos y decenas de heridos tanto por parte de la Policía Nacional como de los alborotadores, además de comercios saqueados y mobiliario urbano destrozado.

Los servicios de información entienden que estos manifestantes tomarán de nuevo las calles con una intensidad similar con el fin de protestar ahora no solo por la detención del cantante, sino también con el fin de pedir la liberación de los arrestados por las fuerzas de seguridad estos días pasados. "Ante la brutalidad policial que vivimos ayer y para exigir la absolución de todos los detenidos durante la movilización, este sábado volvemos a salir a las calles; atentos a las redes, mañana publicaremos el lugar; la respuesta se da en las calles", adelantó ayer en Twitter el Movimiento Antirrepresivo de Madrid horas antes de que el Juzgado 46 de la capital en funciones de guardia liberara a los arrestados, que siguen estando investigados por un delito genérico de atentado contra la autoridad que podría ampliarse a otros ilícitos en función del desarrollo de las diligencias, que determinarán el papel de cada uno en los disturbios.

La decisión del juzgado, sin embargo, no impidió ayer que la mencionada plataforma siguiera adelante con sus concentraciones, ya que poco después de la puesta en libertad anunció la fecha exacta de la convocatoria. "Continúan las movilizaciones para exigir la libertad de Pablo Hasél; en Madrid mañana a las 19:00; conquistemos nuestros derechos y libertades! ¡Todos a la calle!", rezaba el cartel del llamamiento, que emplazaba a sus seguidores también a llevar a cabo las mismas concentraciones con iguales fines en otras ciudades del territorio como Ávila, Almería, Córdoba, León, Logroño, Málaga, Pamplona, Tenerife, Santander y hasta Milán (Italia). En todas estas localidades los manifestantes determinaron tanto la hora como el lugar.

Tan solo en Madrid quedaba ayer aún por determinar el sitio en el que llevarán a cabo las marchas los convocantes, que dejaban así abierto el dato con el fin de ir en todo momento por delante de la planificación policial. Los responsables de los servicios de información de la Policía Nacional, sin embargo, siguen con atención cada movimiento de esta y otras plataformas antisistema para anticiparse y poder obtener cuanto antes datos relacionados con la localización y las dimensiones de la concentración, elementos que determinarán si es necesario o no intensificar el dispositivo que ya está previsto para la ocasión.

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La Jefatura de las Unidades de Intervención Policial (UIP), conocidas popularmente como antidisturbios, disponen de una docena de grupos de medio centenar de agentes cada uno para hacer frente a esta amenaza. Para contrarrestar las algaradas, esta noche solo en Madrid habrá alrededor de 350 agentes antidisturbios. Fuentes policiales consultadas aseguran que son "efectivos suficientes" para contrarrestar al movimiento. Los especialistas en control del orden público conocen a la perfección la polimetría de Madrid y saben dónde colocarse y cómo reducir a una masa agitada en función de la calle en la que se encuentre, porque llevan décadas haciendo este trabajo en las mismas zonas. La distribución de fuerzas y la magnitud del personal necesario son elementos que pueden ajustarse en cualquier momento.

La flexibilidad de las unidades antidisturbios para congregar en pocos minutos a sus agentes de guardia es máxima, ya que todos los que no estén llamados a trabajar este fin de semana permanecerán prevenidos por si sus superiores les requieren. "Vale con un sencillo mensaje de WhatsApp para que nos alineemos, tenemos total disponibilidad", subraya uno de los miembros de este departamento, que contará además con el apoyo de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional, una sección de control del orden público de baja intensidad que en las últimas manifestaciones violentas también ha acudido a respaldar la labor de sus compañeros de las UIP. En total, por lo tanto, entre UIP y UPR habrá más de medio millar de agentes desplegados por las calles de Madrid para repeler los altercados.