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Los antidisturbios se preparan para un fin de semana de "terrorismo callejero"
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Los antidisturbios se preparan para un fin de semana de "terrorismo callejero"

La Policía se mantiene alerta ante las descontroladas convocatorias que están llevando a cabo radicales de extrema izquierda que podrían acabar en nuevas protestas violentas

Foto: Disturbios y detenciones en la manifestación de Madrid por la detención de Pablo Hasél. (Sergio Beleña)
Disturbios y detenciones en la manifestación de Madrid por la detención de Pablo Hasél. (Sergio Beleña)
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Los miembros de las Unidades de Intervención Policial (UIP), conocidos popularmente como antidisturbios, se preparan estos días para afrontar noches de "terrorismo callejero", como han denominado los sindicatos policiales a los altercados que han destrozado vías urbanas en Madrid, en Barcelona o en Granada. El encarcelamiento del rapero Pablo Hasél provocó violentas manifestaciones de jóvenes de extrema izquierda en varias ciudades de España durante la noche del pasado miércoles que tuvieron que ser sofocadas por los agentes y que acabaron en la detención de 19 personas en Madrid, 29 en Cataluña y cuatro en Granada, además de media docena de agentes heridos.

Según fuentes de los Servicios de Información de la Policía Nacional, hay muchas posibilidades de que estos disturbios continúen este fin de semana en los mismos puntos en que han tenido lugar las revueltas del pasado miércoles. Madrid y Barcelona concentrarán principalmente las protestas, según prevé el mencionado departamento, que transmite sus previsiones a los responsables de las unidades antidisturbios con el fin de que estas puedan prepararse para la acción. El análisis de los datos obtenidos de fuentes abiertas y la información obtenida por la Policía a través de sus experimentadas técnicas permiten aventurar esta continuidad de los desórdenes, que en cualquier caso están sujetos a multitud de elementos que podrían alterar la previsión.

Foto: Protesta en Madrid por la detención de Pablo Hasél. (Sergio Beleña)

Entre estas circunstancias inesperadas que pueden modificar los pronósticos, se encuentran declaraciones como la que lanzó ayer a las redes sociales el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, quien en plena difusión de imágenes de radicales incendiando la calle, destrozando mobiliario urbano y saqueando comercios se atrevió a ponerse del lado de estos. "Todo mi apoyo a los jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles, ayer en Barcelona, hoy en la Puerta del Sol", dijo el representante del partido que sostiene al Gobierno antes de publicar fotos de la Policía cargando contra esos manifestantes en esa misma red social.

Las declaraciones de Echenique molestaron sobremanera a los policías, dado que venían precisamente de la formación que está en el Ejecutivo del que orgánicamente dependía la corporación. Los principales sindicatos del instituto armado reclamaron a la Fiscalía que estudiara esas afirmaciones para determinar si podían ser incluso delictivas y anunciaron que sus respectivos departamentos jurídicos estaban ya analizándolas con el fin de barajar la posibilidad de emprender acciones legales. Tanto Jupol como el Sindicato Unificado de Policía rechazaron la afirmación y salieron en defensa de los agentes que habían dado la cara por el mantenimiento del orden público. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, sin embargo, se mantuvo en silencio.

Foto: Protesta en apoyo a Hasél en Madrid. (Sergio Beleña)

Las declaraciones de Echenique no molestaron únicamente a los sindicatos. Estos han sido el reflejo de un sentir generalizado en el seno del cuerpo que ha podido comprobar El Confidencial. Desde las Unidades de Intervención Policial hasta los funcionarios destinados en Seguridad Ciudadana o los Servicios de Información, todos han mostrado su malestar con estas manifestaciones que, a entender de los agentes consultados, no hacen más que echar más leña al fuego de lo que Jupol ha denominado nuevo terrorismo callejero.

Convocatorias descontroladas

Los Servicios de Información de la Policía analizan ahora cada movimiento en redes sociales y en otros ámbitos con el fin de no perder de vista posibles convocatorias que realicen los grupos más movilizados y radicales. Los llamamientos se están haciendo de forma descontrolada con mucha asiduidad a través de diferentes plataformas, lo que provoca que los analistas del cuerpo tengan que estar muy atentos. Algunos pueden cuajar en protestas más multitudinarias y no pueden, por lo tanto, desechar ninguna convocatoria hasta comprobar que no conlleva riesgo alguno.

De aquí al fin de semana, puede estallar la llama en cualquier momento y lugar, lo que genera que los especialistas tengan que mantener los ojos abiertos. "Tenemos que estar muy atentos estos días", explican fuentes policiales. Cualquier atisbo de convocatoria peligrosa será analizado detalladamente y seguido hasta el final. Los protocolos de la Policía garantizan la rápida capacidad de reacción de los antidisturbios y otras unidades de control del orden públicos en cuanto tienen conocimiento de movimientos sospechosos. Cualquier concentración de radicales puede convertirse en una trampa que en pocos minutos se torna masiva y se transforma en un riesgo.

Foto: Un agente antidisturbios, durante una protesta en Barcelona. (Reuters)

La ausencia de desautorización por parte de Podemos a las palabras de Echenique no ayuda tampoco a mantener un clima contrario a las protestas por parte del Gobierno. La formación dirigida por Pablo Iglesias no solo no condenó los actos de vandalismo. El coportavoz del partido, Rafa Mayoral, incluso mostró una continuidad en la línea argumental iniciada por Echenique y cuestionó la actuación de las fuerzas de seguridad en las manifestaciones. La posición de los morados puso en un brete al PSOE. La portavoz del Gobierno, la socialista María Jesús Montero, dijo que Echenique estaba expresando "su voluntad de cambiar la ley". "Somos dos formaciones políticas y los dirigentes que ni siquiera están incorporados al Ejecutivo pueden manifestar en redes sociales todo lo que expresen", solventó la también ministra de Hacienda.

En medio de esta polémica política, policial y callejera, la Audiencia de Lleida confirmó ayer otra condena contra Hasél. El tribunal corroboró la pena de dos años y medio de prisión que le había impuesto un juzgado por amenazar a un testigo en un juicio que el cantante tuvo contra unos guardias urbanos. Este castigo de cárcel se suma a los nueve meses que el músico empezó a cumplir tras ser detenido el pasado 16 de febrero por enaltecimiento del terrorismo al verter alabanzas de todo tipo a favor de las bandas terroristas ETA y Grapo en una de sus canciones y en varios mensajes de Twitter.

Los miembros de las Unidades de Intervención Policial (UIP), conocidos popularmente como antidisturbios, se preparan estos días para afrontar noches de "terrorismo callejero", como han denominado los sindicatos policiales a los altercados que han destrozado vías urbanas en Madrid, en Barcelona o en Granada. El encarcelamiento del rapero Pablo Hasél provocó violentas manifestaciones de jóvenes de extrema izquierda en varias ciudades de España durante la noche del pasado miércoles que tuvieron que ser sofocadas por los agentes y que acabaron en la detención de 19 personas en Madrid, 29 en Cataluña y cuatro en Granada, además de media docena de agentes heridos.

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