El PSOE, forzado a rectificar y admitir la comparecencia de Villarejo en el Congreso

Todos los grupos parlamentarios han unido sus votos en la comisión de investigación sobre Kitchen para votar la lista de comparecientes presentada por el PNV, que incluía solo dos nombres, los del comisario Villarejo y Enrique García Castaño, conocido dentro de la Policía como 'el Gordo', comisario jubilado de la Unidad Central de Apoyo Operativo de la Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía. Incluido el PSOE, que trató de vetar la presencia del comisario, pero se vio forzado a rectificar ante la unanimidad del resto de partidos, que hacía inútil su voto en contra. La lista de los nacionalistas vascos ha obtenido así más síes que noes, al igual que la de los socialistas, que no incluía a Villarejo, por lo que se aprobaron ambas en la sesión que tuvo lugar esta tarde a puerta cerrada.

El PSOE ha apoyado finalmente la petición mayoritaria de los grupos. Su veto había dejado de ser efectivo por la maniobra del resto de partidos, al haber acordado votar conjuntamente la lista presentada por el PNV, incluidos sus socios de gobierno. PSOE y Unidas Podemos no habían logrado consensuar la lista de comparecientes en la comisión que investigará la trama de espionaje orquestada desde el Ministerio de Interior del Ejecutivo de Mariano Rajoy contra el extesorero del partido Luis Bárcenas para eliminar pruebas sobre la presunta caja B del partido.

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Fuentes parlamentarias del PSOE ha argumentado que "no llamamos a Villarejo a comparecer porque viene solo a mentir", pero matizan su cambio de posición al tratarse de una comisión "suficientemente importante" como para que "si nueve grupos parlamentarios piden la comparecencia de Villarejo, la votemos". Algo que han hecho apoyando la lista del PNV.

La principal divergencia entre PSOE y Unidas Podemos se produjo precisamente con respecto al comisario José Manuel Villarejo, comparecencia que los morados no consideraban prioritaria la pasada semana, pero que finalmente sí solicitaron al no llegar tampoco a un acuerdo con los socialistas en el resto de comparecientes. Los morados creían necesario que acudiesen a la comisión la exvicepresidenta del Gobierno de Rajoy Soraya Sáez de Santamaría, el exdirector del CNI Félix Sanz Roldán y el periodista Eduardo Inda, y para ello se habían plegado a prescindir de la presencia de Villarejo, a la que siempre se negó el PSOE y que ya consiguió vetar en 2017 cuando se solicitó su presencia en la comisión de la denominada 'policía patriótica'. En esta ocasión, los partidos sí podrán interrogar a quien se considera uno de los puntales principales de la trama Kitchen.

Rajoy, Bárcenas, María Dolores de Cospedal o Ignacio Cosidó son otros de los nombres que comparecerán en la comisión. Por el contrario, el presidente del PP, Pablo Casado, no tendrá que comparecer al no obtener los votos suficientes los grupos que lo solicitaban, como Unidas Podemos y ERC. Ambas formaciones sostenían la necesidad de interrogarlo porque formaba parte de la cúpula del partido en el periodo investigado como responsable nacional de Comunicación.

Los grupos parlamentarios han aprobado también las solicitudes de documentación realizadas por PSOE y Unidas Podemos. Estos últimos reclamaban que se aporte la grabación "efectuada por Villarejo en julio del año 2009 a María Dolores de Cospedal y a Ignacio López del Hierro, en la sede central del Partido Popular de la calle Génova de Madrid", otra grabación sobre "la conversación del 17 de febrero de 2017 entre Villarejo, De la Joya y Pedraza Jorde" o las agendas de José Manuel Villarejo incorporadas a la pieza separada Kitchen.

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Desde Unidas Podemos, justificaron en un primer momento su marcha atrás respecto a interrogar a Villarejo, cuando estaban negociando con el PSOE, aduciendo "falta de credibilidad" del comisario ahora en prisión y que sus declaraciones "varían en función de sus intereses", para concluir que “cuanta menor intoxicación, mejor”. Fuentes del grupo parlamentario recalcaron entonces que no consideraban prioritario que fuese de los primeros en declarar, como habían reclamado otros grupos. Los socialistas, si bien evitaron descartar esta comparecencia públicamente, defendieron desde un primer momento que se debía arrancar la investigación llamando en primer término a los técnicos de Interior y exdirigentes del PP y, con base en la información recabada, perfilar el resto de comparecencias.

Villarejo ya mostró sus intenciones en un escrito dirigido recientemente al magistrado que instruye su caso en la Audiencia Nacional, donde cargaba las tintas tanto contra el PSOE como contra Unidas Podemos. A ambos partidos los acusaba, entre otras cuestiones, de ofrecerle "la libertad a cambio de testificar contra adversarios políticos, exculpando a otros afines, sobre hechos que constan en el sumario" y aseguraba tener pruebas comprometedoras contra ambos. Previamente, ya había dejado caer en una entrevista en 'El País' la posibilidad de revelar, si comparecía, los trabajos que hizo para gobiernos del PSOE.