De las vacunas irregulares a Filomena: Cs marca perfil propio para distanciarse del PP

Mientras el enfrentamiento electoral en Cataluña se mantiene, los gobiernos de PP y Ciudadanos mantienen su estabilidad. Ese es el objetivo para toda la legislatura, aunque las relaciones en algunos momentos se pueden tensionar. El partido de Inés Arrimadas ha aprovechado la gestión de varias crisis recientes para marcar perfil propio y separarse de su socio de coalición en autonomías y ayuntamientos. La vacunación irregular en Murcia que se saldó con la dimisión del consejero de Salud, Manuel Villegas, es el ejemplo más reciente de los choques que mantienen y que Ciudadanos quiere seguir manteniendo.

La exigencia clara de que el consejero debía dimitir llegó en cuanto saltó la noticia. El partido naranja en la región murciana desconocía lo ocurrido. En total, 400 cargos de esa consejería se habían vacunado sin que les tocara. "No cabe otra opción que la dimisión", decía la lideresa autonómica, Ana Martínez Vidal. Arrimadas remarcaba la petición desde la sede de la Junta de Andalucía, pocos minutos después de verse con el presidente, el popular Juanma Moreno Bonilla. "No vamos a permitir que haya caraduras que se salten la cola", dijo en frente de su socio.

Un aviso a navegantes que se saldó con la marcha del consejero a pesar de que el secretario general del PP, Teodoro García Egea, había defendido la noche anterior que no debía irse. "Hay dos formas de entender la política. Nosotros cumplimos los acuerdos de Gobierno y la estabilidad está garantizada por nuestra parte. Pero no vamos a dejar de ser Ciudadanos. Somos dos partidos y cuando se da una oportunidad lo demostramos", insisten fuentes de la dirección naranja a este diario.

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En plena ofensiva del PP por absorber a la formación naranja bajo el mantra de que con tres partidos en el centro derecha será imposible vencer a Pedro Sánchez, Arrimadas insiste en defender una postura propia siempre que haya ocasión para trasladar a la opinión pública las diferencias entre las dos formaciones. Es la manera de reivindicar la autonomía del proyecto. "No somos como el PP", repiten en la sede de la formación. Este viernes el comité ejecutivo permanente encabezado por la propia Arrimadas se reunió con todos los líderes autonómicos para insistir en esa hoja de ruta.

Aprobaron llevar a todos los parlamentos regionales una iniciativa para garantizar la mayor transparencia en la gestión de vacunas y un compromiso ético para que todos los partidos aparten a cualquier dirigente que se salte la cola a la hora de recibir la primera dosis. "Somos absolutamente inflexibles con este tipo de prácticas. Y por eso el consejero de Murcia dimitió, porque nosotros estamos en el Gobierno", insistió la lideresa naranja.

En la cúpula del partido han trasladado a los dirigentes autonómicos y locales la importancia de remarcar las "viejas prácticas del PP" frente a las exigencias de su formación. "Frente a las excusas y justificaciones a posibles irregularidades, Ciudadanos tiene que apostar por la transparencia y la limpieza", insisten en el argumentario interno. También, aunque a veces genere tensiones, dentro de los gobiernos compartidos.

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De hecho, en las últimas semanas ha habido más ejemplos. La gestión de Filomena, que azotó a la Comunidad de Madrid con especial fuerza, también sirvió para mantener distancias entre socios de Gobierno. La cúpula del partido apostó por esa hoja de ruta a sabiendas de las dificultades que tienen muchos dirigentes para desligarse de su labor como parte del Gobierno. Pero sí hubo algunas diferencias. En el Ayuntamiento madrileño, por ejemplo, la vicealcaldesa, Begoña Villacís, firmó un contrato de urgencia con Tragsa por valor de 363.000 euros tras asumir la limpieza del acceso de los colegios y escuelas infantiles. La empresa pública destinó 200 trabajadores para despejar la accesibilidad de los centros, a los que se sumaron también otros 200 brigadistas del Ministerio de Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera, con la que la dirigente naranja contactó directamente. Otras concejalías optaron por un camino distinto.

La dirección nacional del partido sugirió a todos sus dirigentes "huir de mensajes triunfalistas" ante la situación generada por el temporal, que impidió abrir los colegios durante casi diez días. También el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio Aguado, reconocía que las cosas tenían que ir más rápido de lo que habían ido y lamentaba, sobre todo, el cierre de colegios mientras que la consejería de Educación de su Gobierno autonómico impidió que abrieran aquellos centros que sí estaban capacitados: "La consejería tendrá sus motivos", decía el dirigente naranja en TVE confirmando una cierta distancia.

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La puntilla a estas diferencias en las crisis recientes llegó con la vacunación. La orden de Arrimadas siempre ha sido garantizar la estabilidad de los gobiernos y evitar a toda costa la especulación de que podrían romperse ante eventuales cambios como la estrategia marcada en el Congreso de entendimiento con el Gobierno o la ruptura de una candidatura conjunta en Cataluña con el PP. "La lealtad no está en duda, ni tampoco el funcionamiento de los gobiernos", repiten los principales dirigentes naranjas.

De hecho, la molestia en algunos gobiernos autonómicos y en la propia dirección nacional se basa en lo que muchas veces entienden como "deslealtad" por parte del PP. Ciudadanos asegura que en aquellas autonomías en las que los populares acumulan años de mayoría absoluta las relaciones son complicadas. Es el caso, aseguran, de la Comunidad madrileña. Pero también la de la Región de Murcia: "Lo primero es contar con tu socio. Ya no somos un apoyo de legislatura, somos gobiernos de coalición", explican recordando que conocieron por la prensa la polémica del consejero de Salud.

Las tensiones en Murcia, de hecho, no acabarán con la dimisión. Ciudadanos asegura que el fin último de la discrepancia pública no era hacer caer al consejero que se vacunó, sino conocer realmente qué está ocurriendo, cómo se procedió a la vacunación irregular y poner mecanismos para asegurarse de que no vuelve a ocurrir. De ahí que la portavoz del Gobierno (Ciudadanos) haya solicitado formalmente al presidente, Fernando López Miras, toda la información. De la luz que arrojen los datos dependerá si impulsan una comisión de investigación