Sánchez busca reforzar su perfil en política exterior con giras y cumbres bilaterales

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene previsto intensificar su agenda internacional durante los próximos meses, como parte de una nueva hoja de ruta en política exterior en la que se pondrá un foco especial al Magreb y América Latina, pero también a las relaciones bilaterales con países europeos. A la espera de que mejore la situación sanitaria, desde Moncloa preparan una gira por varios países africanos "con el objetivo de impulsar y reforzar nuestra presencia y también nuestra colaboración" con los gobiernos de la región.

Según trasladaba Sánchez esta semana durante la VI Conferencia de Embajadores, "nuestra creciente presencia aún no está a la altura de lo que España debería ambicionar, dada la relevancia geoestratégica del continente para nuestro país". En la región están pendientes de retomar encuentros pendientes suspendidos por la emergencia sanitaria en Marruecos, país con el que no se rehuirán las negociaciones sobre el Sáhara Occidental, para encontrar una solución "mutuamente aceptable", y Túnez.

Entre sus prioridades se encuentra visitar China e India, así como retomar las visitas postergadas por la pandemia, como a Corea del Sur

Con el objetivo de reforzar su perfil internacional, el jefe del Ejecutivo busca desplegar una estrategia que combine iniciativas en foros internacionales, desde el G20 a la Cumbre Iberoamericana que acogerá Andorra los próximos 21 y 22 de abril, con una cargada agenda de visitas oficiales y cumbres bilaterales. Entre sus prioridades se encuentra visitar China e India, así como retomar la agenda de visitas postergadas por la pandemia, como a Corea del Sur. En lo referente a cumbres bilaterales, durante este año está previsto celebrarlas con Polonia, cuatro años después del último encuentro de estas características entre ambos países: y con Rumanía, país con el que España nunca se había celebrado una cumbre. Además se está preparando otra de alto nivel con Turquía.

La cumbre con Turquía se celebrará en el segundo semestre del año en suelo turco, como ya adelantaron los ministros de Exteriores de los respectivos gobiernos el pasado 8 de enero. "España y Alemania han liderado la apuesta por el diálogo constructivo con Turquía", defendía Sánchez recalcando la necesidad de que el Gobierno de Erdogan impulse gestos para disminuir las tensiones con Grecia y Chipre y potenciar las relaciones con la UE. "Al ser un socio estratégico, un candidato a la adhesión, un socio nuestro en la Alianza Atlántica, exige de la construcción de una agenda positiva desde la solidaridad, y no me cansaré nunca de decirlo, con Grecia y con Chipre", concluía el jefe del Ejecutivo.

Para reforzar su perfil internacional, Sánchez busca desplegar una estrategia que combine iniciativas en foros internacionales

Si la pandemia no lo impide, Sánchez tratará de construirse un perfil a lo largo de este 2021. Como trasladaba a los embajadores que se dieron cita este lunes en la Casa de América, con más pomposidad que diplomacia, "me gustaría que este fuera un nuevo periodo dorado renovado de la diplomacia española" confiando en que en 2021 se dé "un gran impulso a nuestra reputación internacional y el posicionamiento de nuestro país en el mundo".

Para ello se presenta como un objetivo estratégico ganar estatus en el G20, aprovechando la presidencia de Italia, uno de los tres socios que Sánchez ha señalado como prioritarios dentro de la UE, junto a Francia, Alemania y Portugal. Estos cuatro países suman juntos casi la mitad de las exportaciones de España. En clave europea, el presidente del Gobierno busca asimismo impulsar, en alianza con Holanda, el debate sobre una mayor autonomía de la UE que evite su dependencia en sectores estratégicos como la sanidad o la tecnología, así como en materia de seguridad y defensa, con el foco puesto en las políticas migratorias. "Supone reelaborar la manera de entender la soberanía, avanzando hacia un concepto de soberanía operativa, y es preciso que Europa tenga más capacidad para decidir sobre sus intereses y también realizarlos sin depender de otros actores", en palabras de Sánchez.

Diplomacia de las vacunas

La estrategia en política exterior girará sobre la base de una visión atlantista con la premisa de potenciar a EEUU como "aliado principal", tal y como se ha encargado de subrayar la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, durante todo esta semana en diferentes entrevistas. Un socio estratégico "con quien deseamos reforzar nuestra ya profunda relación", aprovechando el cambio en la presidencia de EEUU para retomar las negociaciones sobre los aranceles a la industria alimentaria. Un espaldarazo a la nueva Administración Biden-Harris que el jefe del Ejecutivo incluso complementó con reproches a China y Rusia por limitaciones al ejercicio de derechos fundamentales.

Sánchez viene insistiendo en diferentes foros internacionales, como la última cumbre del G20 celebrada en noviembre, sobre la necesidad de garantizar el acceso universal a las vacunas contra el coronavirus. En esta línea, el Gobierno valora iniciativas particulares para ser "solidarios con las vacunas" con otros países, especialmente en el continente africano y América Latina. Esta misma semana se oficializaba un convenio con Andorra para revender 30.000 dosis de la vacuna. "Un ejercicio de responsabilidad y solidaridad", según defendía el titular de Sanidad, Salvador Illa, por la imposibilidad de algunos pequeños países para firmar contratos con compañías farmacéuticas.