El Gobierno prepara el cambio del toque de queda y emplaza al PP a apoyarlo

El pasado 29 de octubre, hace dos meses y medio, el Congreso de los Diputados aprobó un estado de alarma de seis meses con una característica que arrancó el Gobierno de sus socios parlamentarios habituales: no es revisable durante todo ese periodo, hasta el 9 de mayo.

Pedro Sánchez logró así la tranquilidad de 180 días de estado de alarma asegurado, sin más molestia que tener que comparecer cada dos meses en el pleno para dar cuenta de la situación, pero sin tener que someterse a votación alguna.

A finales de diciembre, ya hizo una de esas comparecencias informativas, pero la juntó a las obligadas para informar de tres cumbres europeas acumuladas y la última sesión de control al Gobierno del año, hasta convertirla en una especie de debate sobre el estado de la nación. Lo que Aitor Esteban (PNV) bautizó para la posteridad como “debate porrusalda”.

Aquel decreto se aprobó con 23.580 casos y 173 muertos diarios y una incidencia acumulada de 468,17. Esos datos fueron el viernes de 49.197 casos, 235 muertos y una incidencia acumulada de 575. Este fin de semana, se han producido 84.287 contagios, el mayor incremento desde el inicio de la pandemia si se cuenta de viernes a domingo, y se suman al balance 455 muertos. Es decir, la pandemia se ha descontrolado, las cifras se han disparado y el instrumento legal es el mismo de finales de octubre. Y varias comunidades autónomas piden que se modifique el decreto para, por ejemplo, poder adelantar la hora del toque de queda que, según el decreto, no puede ser antes de las 22:00.

La norma ha quedado superada por los datos procedentes de las fiestas de Navidad y el Gobierno admite que prepara la modificación del decreto una vez lo analicen este miércoles en el Consejo Interterritorial entre el Ejecutivo y las comunidades autónomas.

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Fuentes del Ejecutivo explican que se estudia la posibilidad de incluir otras modificaciones para abordar situaciones surgidas en los últimos meses, por ejemplo, las vacunas. Inicialmente, el Gobierno no tenía intención de modificar el estado de alarma, pero los malos datos y, sobre todo, la presión de las comunidades autónomas lo empujan a estudiarlo. Moncloa sigue negándose a facilitar confinamientos estrictos, como ha pedido alguna comunidad.

El decreto podría ser modificado en el Consejo de Ministros del martes 26, salvo que se convocara uno extraordinario esta misma semana. Entrará en vigor ese mismo día de aprobación por el Gobierno.

Posteriormente, debe ser convalidado en el Congreso antes de 30 días. Es decir, salvo imprevisto, sería convalidado ya en febrero, en pleno ordinario, y podría utilizarse también la comparecencia informativa del presidente del Gobierno que corresponde cada dos meses.

En esa votación, fuentes socialistas explican que no debería haber problema para lograr la mayoría necesaria. Incluso, emplazan al PP a apoyar la posible modificación, en coherencia con la petición realizada por las comunidades en que gobierna, especialmente, Castilla y León. Dan por hecho que en el sí seguirán estando PNV, ERC, Bildu y Ciudadanos, que siempre han apoyado las prórrogas de los estados de alarma. Solo quedaría fuera Vox, que no ha apoyado ninguno de los decretos de este tipo.

Pablo Casado no ha querido explicar si el PP apoyará esta vez la convalidación del nuevo decreto. "El PP apoyó al Gobierno hasta los 40.000 muertos". No obstante, fuentes de este partido explican que si recoge las peticiones de comunidades gobernadas por el PP como Castilla y León, Andalucía y Murcia, será difícil que el PP no lo apoye esta vez.

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha instado al Gobierno a salir de su "letargo" y "dar herramientas" a las administraciones autonómicas para adoptar las medidas que sean necesarias, pues las que están disponibles ya "no sirven" para esta nueva situación.