Obligan a devolver el coste del vestido a la novia que anuló su boda por el coronavirus

El Juzgado de Primera Instancia nº 8 de Valladolid ha obligado a una tienda nupcial a reembolsar el precio de un vestido a una novia que anuló la ceremonia, prevista para el pasado agosto, debido a la pandemia del coronavirus.

Según expone en una sentencia el magistrado Alberto Mata Sáiz, la futura novia, que responde a las iniciales de I. H. P., encargó a Vallnovias SL en diciembre de 2019 la confección de su traje y abonó la mitad del coste del vestido, que en total alcanzaba 2.100 euros. En abril de 2020, la mujer envió un correo electrónico a la empresa para comunicarles que era previsible que el enlace se cancelase por el covid-19. El 12 de mayo de ese año, trasladó que, definitivamente, la boda se aplazaba, pero la empresa respondió, dos días después, diciendo que el traje ya estaba terminado.

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Entonces, I. H. P. se ofreció a pagar los costes adicionales del pedido, pero solicitó la devolución de los más de 1.000 euros que adelantó, al no haberse celebrado la boda por la situación "extraordinaria" del coronavirus. La empresa, sin embargo, se opuso, alegando que el traje había sido encargado a un diseñador acorde a las medidas de la cliente y confirmando que el pago ya había sido realizado al modisto.

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El juez, basándose en el Real Decreto-ley 11/20, con el que el Gobierno incorporó "medidas extraordinarias al ámbito social y económico para hacer frente al covid-19" y considerando que la actual situación de crisis "sanitaria, social y económica" aún "no se ha superado", dispone que la futura novia tiene derecho a solicitar una anulación del contrato de compraventa, del mismo modo que el vendedor solo puede exigir que se le abonen los gastos adicionales generados por la anulación, y que I. H. P. se ofreció a pagar. "El vendedor deberá devolver la suma recibida, pero podrá descontar los gastos incurridos debidamente desglosados y facilitados al consumidor", expone.

Pero el magistrado explica que Vallnovias SL, aunque aseguró que el encargo se había completado antes de la renuncia de la compradora, no ha aportado una factura o justificante que acredite el pago que le hizo al modisto, por lo que no puede restar estos supuestos gastos de la cantidad que debe devolver a la cliente, y queda condenada así a reembolsar los 1.050 euros que la novia avanzó. Contra esta decisión no cabe recurso.